El ‘Tesoro Quimbaya’: la historia en varias manos

QUINDÍO. Hace 9730 años se asentó entre Caldas, Rizaralda y Quindío una tribu indígena: los Quimbayas. Eran hombres y mujeres dedicados ...

QUINDÍO. Hace 9730 años se asentó entre Caldas, Rizaralda y Quindío una tribu indígena: los Quimbayas. Eran hombres y mujeres dedicados a la fabricación de objetos de oro, plata y cobre.

‘La técnica de elaboración de las piezas era excepcional’, comentó Roberto Restrepo, antropólogo y miembro de la Academia de Historia del Quindío. La muestra más significativa de su arte reposa en manos de la corona española. Una mala decisión del Gobierno de Colombia llevó hasta allí 122 piezas de oro.

La acción es repudiada por la sociedad quindiana.

Era el año de 1890 cuando la guaquería pasaba por su mejor momento. Fue así como un grupo de vaqueros se halló con dos sepulturas prehispánicas de jefes indígenas que en su interior contenían una ofrenda de orfebrería y cerámica de un valor incalculable. Las tumbas fueron saqueadas, sin embargo, en 1891 el tesoro apareció casi completo.

Se le denominó el ‘Tesoro de Calarcá’, un cacique que opuso resistencia a los españoles. La colección ‘era la más completa y rica muestra de objetos de oro que había en América’, dijo Carlos Holguín, presidente de Colombia, en ese entonces, en un mensaje al congreso de su país. Era, además, la evidencia más importante del adelanto de los primitivos en materia de arte.

El mandatario compró la colección a un precio de $10 mil con el propósito de que esta ayudará a reconstruir el pasado histórico de los indígenas. Esto nunca fue posible.

Un año después, en 1892, España celebraba 400 años del descubrimiento de América. Y el ‘Tesoro de los Quimbayas’, como se llamó internacionalmente a las piezas, fue trasladado hasta este país para ser exhibido en un museo.

El regreso nunca fue posible. El presidente lo obsequió a la reina regente María Cristina de Habsburgo como agradecimiento por haber sido mediadora en un conflicto entre Venezuela y Colombia por sus límites fronterizos. Aunque la versión popular asegura que fue un obsequio para su amante, cuenta Restrepo.

H olguín cometió un delito. ‘Él nunca solicitó permiso al Congreso para obsequiarlo’, dice indignado el antropólogo. Pero lo peor, para él es que no existe voluntad política para resolver el hecho. El Gobierno no hace nada porque aseguró que se trató de un regalo.

Sin embargo, la sociedad civil busca las armas para recuperarla. Un abogado de Bogotá levanta una demanda para obligar al Gobierno a tomar acciones para recuperar lo que se considera un patrimonio histórico, comentó un funcionario del gobierno que pidió estricta reserva de su identidad, durante una visita de los 234 ruteros de la Ruta Quetzal del BBVA.

El resto de las piezas del ‘Tesoro de los Quimbaya’ reposa en otro museo, ubicado en Estados Unidos. Un grupo de 72 piezas está exhibido en Chicago. Y aunque, Restrepo, esta convencido de que este es más fácil recuperarlo por que sólo fue prestado, reconoce que el Gobierno no mueve un ápice para lograrlo. ‘No hay voluntad política para recuperar las piezas’, puntualizó el antropólogo.

El Museo Quimbaya se ha encargado de recoger los vestigios prehispánicos de la Región del Viejo Caldas, con una muestra de alrededor de 550 objetos expuestos en sus salas donde además se incluye una muestra de cerámicas.

Algunos de los objetos que se destacan son los poporos o recipientes para cal y coca en forma de frutos; cascos y coronas de oro y adornos q incluyen narigueras, pectorales, pulseras y alfileres.

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