¿Vale la pena sacrificar los recursos por riqueza?

El explorador, emprendedor social y defensor del medio ambiente Philippe Cousteau Jr., nieto del famoso capitán Jacques-Yves Cousteau, v...

El explorador, emprendedor social y defensor del medio ambiente Philippe Cousteau Jr., nieto del famoso capitán Jacques-Yves Cousteau, visitó nuestro país por primera vez esta semana con motivo de la entrega del premio ‘Odebrecht para el Desarrollo Sostenible 2013’. En una entrevista con La Estrella, Philippe aseguró que nuestro país tiene todo el potencial para desarrollar actividades económicas, así como también potenciar su singular ecosistema de manera sostenible respetando el medio ambiente. También habló de la expansión del Canal.

¿ES TU PRIMERA VEZ EN PANAMÁ?

Sí, es mi primera vez. Siempre escuché cosas maravillosas de Panamá y estaba en mi lista de ‘países por visitar’. Estoy aquí por dos razones, una es para dar el discurso inaugural en el evento de premiación del Premio Odebrecht para el Desarrollo Sostenible. También estaré dando una conferencia en la Universidad Latina de Panamá con presencia de jóvenes de la Universidad Tecnológica de Panamá y la Universidad de Panamá sobre temas que tienen que ver con el medio ambiente, su desarrollo sostenible y conservación.

¿QUE TE MANTIENE OCUPADO?

Estoy a cargo de diferentes fundaciones que tienen el tema en común de la conservación y sostenibilidad. Algunas son sin fines de lucho y otras son educativas o comerciales, pero tienen el mismo fin. Hacemos actividades para mantener activa a la comunidad. Tratamos de conseguir fondos de algunos políticos interesados en asociar sus campañas a la lucha contra la contaminación.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES RETOS AMBIENTALES?

El cambio climático, la acidificación de los océanos y la contaminación por desechos son algunos de ellos. Los océanos, por ejemplo, se enfrentan a serios problemas por culpa de desechos arrojados por los seres humanos. El plástico, que es uno de ellos, o cualquier tipo de contaminación tiene solución. Yo creo que la gente es la solución, ya que nosotros creamos el problema y solo nosotros podremos resolverlo. Es importante hacer que la gente de las comunidades se comprometa y que entiendan que ellos pueden tener un impacto para bien o para mal sobre el medio ambiente. Así que, si se organizan campañas de sensibilización como limpiezas de playa o actividades turísticas como avistamientos de tortugas, los participantes entregarán algo muy valioso para ellos, que es su tiempo, para mejorar su comunidad y eso es una lección muy importante. Les ayuda a pensar más allá para encontrar soluciones a problemas causados por uno mismo.

¿CUÁNDO LA GENTE CAMBIARÁ?

Cuando hablamos de contaminación por plásticos, por ejemplo, debería haber una participación más activa por parte de las empresas y las legislaciones. En muchas ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles o Washington D.C., gracias a la organización de la comunidad se aprobó una ley que obliga a las empresas a pagar un impuesto por usar bolsas plásticas en los supermercados y esto ha generado un debate muy interesante. Empresas y consumidores se quejan porque dicen que el dinero de ese impuesto sale directamente de sus bolsillos, pero lo que se les olvida es que el Estado es el que tiene que recoger las bolsas de plástico que terminan tapando las alcantarillas. ¿De dónde sale ese dinero?, pues de nuestros impuestos, en vez de ir a educación o salud. La gente debe entender que si le hacemos daño al medio ambiente, estamos afectando nuestro bolsillo. De esta manera la ciudadanía puede ejercer presión sobre los políticos que son al final los que regulan las leyes que protegerán nuestros recursos en el futuro. Hay que crear un triángulo conformado por las personas, el gobierno y las empresas para intentar solucionar el problema. Las bolsas plásticas son un símbolo de los errores de nuestra sociedad y de nosotros como individuos. Usamos un producto por unos minutos y luego lo botamos y continuará contaminando el planeta por miles de años, es una idea ridícula. La humanidad supo vivir sin ese material por siglos.

¿PROGRESO VS. MEDIO AMBIENTE?

No puede existir uno sin el otro. A corto plazo tal vez, porque se puede hacer una fábrica, generar dinero y al mismo tiempo contaminar toda el agua y la tierra de una zona, pero al pasar del tiempo la contaminación hará que los precios de las propiedades bajen y que la gente se enferme. Al final la gente estará pobre. En EEUU la causa número uno de hospitalización de niños de 3 a 7 años es el asma. El asma es principalmente causada por la contaminación del aire. ¿De qué sirve tener progreso y tecnología si nuestros niños están enfermos? ¿Vale la pena sacrificar los recursos para tener riquezas? En EEUU $18 billones al año son gastados por esa enfermedad en costos médicos o pérdidas de trabajo, ya que muchos tienen que faltar por culpa de atender los síntomas. El problema es que vemos fábricas contaminando el aire pero entendemos que igualmente está generando miles de puestos de trabajo y representa ganancias de millones de dólares, pero no nos damos cuenta que está causando que la gente se enferme y que se gasten millones de dólares en atender estas enfermedades.

¿QUÉ PIENSAS DE LA EXPANSIÓN DEL CANAL DE PANAMÁ?

Salud, medio ambiente y el crecimiento económico deben de ir de la mano. En Panamá o en cualquier parte del mundo. Creo que uno de los retos de cualquier economía es poder diversificarse y hay solo una cosa en el mundo que continuará generando valor y dinero a ningún costo, el medio ambiente. El medio ambiente es lo único que no te cuesta nada, sólo hay que dejarlo solo y te devolverá riquezas. Panamá tiene buena reputación, es segura, hermosa, tiene infraestructura y es bastante única en Centroamérica. No se sabe aún cómo funcionarán las rutas comerciales por el Ártico o el comercio marítimo en el futuro, pero no hay duda de que expandir el Canal traerá beneficios importantes para Panamá por lo menos por un tiempo, pero en este país hay otro recurso de un valor incalculable que podría seguir desarrollándose de una forma que podría costear cualquier necesidad sin importar lo que pase en el Ártico o en la economía global, y ese es el medio ambiente. Creo que los países que se preocupen por proteger su medio ambiente son los que menos problemas tendrán en el futuro. Qué importa si se construye el Canal, se derriten los polos o quién sabe qué pueda pasar; si cuidas el medio ambiente, él cuidará de ti; si le haces daño, lo pagarás. Bocas del Toro, por ejemplo, es muy famosa en todo el mundo; si no solucionamos problemas como el de la basura, es como si estuviésemos cortándonos una mano. En Panamá existen lugares increíbles con especies fascinantes; además, la ciudad es mucho más agradable que otras ciudades vecinas y creo que los políticos deberían vender mejor esa idea, mercadear mejor la parte ambiental. A veces es fácil enfocarse en la moneda brillante —el Canal— y se olvida que hay otras riquezas. Seguro habrá mucho dinero entrando al país por la expansión del Canal y será un gran reto para el gobierno y muy interesante para la gente de Panamá ver qué se va a hacer con ese dinero. Si se va a diversificar y utilizar parte de esos ingresos y destinarlos para proteger la herencia natural del país o lo vamos a malgastar en proyectos a corto plazo.

¿QUE PIENSAS DE APOYAR LA AGRICULTURA?

Estoy a favor de una revolución agrícola en los países, incluso en Estados Unidos. Allí estamos comenzando a plantearnos que quizás ya no queremos seguir importando productos de otros países, que además en muchos casos llegan contaminados por el uso de pesticidas. Hay que reconectar a la gente con la tierra. Aquí en Panamá veo muchos techos de edificios geniales para crear jardines urbanos que reducirían el uso de la energía y dinero, por ejemplo. Estaríamos más saludables y en mejor armonía con la naturaleza. La agricultura debería ser más accesible para los jóvenes. Comer la comida que siembras es lo más mágico del mundo. Hoy día, las personas poco a poco van sintiendo la necesidad de experimentar y de estar más en contacto con la naturaleza y yo creo que los países que puedan balancear el desarrollo comercial con el medio ambiente, son los países que ganarán al final. Hay mucho potencial en Panamá. ¿Quién dice que Panamá no podría ser un ejemplo para la región en proyectos sostenibles que ayuden a preservar el planeta? ¿O un destino de clase mundial para el turismo ecológico? Al hacer este tipo de cosas no solo ayudamos al medio ambiente, sino que hacemos que la gente esté más saludable. Y nadie nos puede discutir que esas son dos cosas positivas. Queremos ahorrarles dinero y hacerles saludables. Solo hace falta imaginación y liderazgo, todos ganamos.

¿QUE HARÁS LUEGO DE PANAMÁ?

Uno de los proyectos que estoy haciendo en EEUU es el Earth Eco International, donde estamos enfocándonos en educación, estamos promoviéndolo y expandiéndolo a Latinoamérica, así que estoy muy contento acerca de eso. Está dirigido a niños de escuela primaria y adolescentes para que se involucren desde temprano. Enseñamos además ciencias, ya que hoy día es muy importante. Continuaré trabajando en mi programa en CNN llamado ‘Going Green’, que ya está llegando a sus capítulos finales de este año. Me casé hace unas semanas y esa también es otra gran aventura a la que me enfrento y estoy muy feliz.

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