Zonas muertas, otra amenaza para los corales

  • 23/03/2017 01:00
Además del calentamiento global, las zonas muertas afectan a decenas de arrecifes de coral en todo el mundo y amenazan a cientos más

Además del calentamiento global, las zonas muertas afectan a decenas de arrecifes de coral en todo el mundo y amenazan a cientos más.

A esa conclusión llegaron los autores de una investigación del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences.

En este trabajo, descubrieron fuertes indicios de que el deterioro del arrecife de coral de la bahía de Almirante, en Bocas del Toro, pudo haber sido causado también por el impacto de las zonas muertas y no solo por el blanqueamiento que les ocasiona el calentamiento global.

Andrew Altieri, científico del STRI, explica que en septiembre de 2010, cuando se inició la investigación, determinaron que en ese lugar del Caribe panameño más que altas temperaturas había gruesas esteras de limo bacteriano, con niveles extremadamente bajos de oxígeno en las aguas oceánicas, propio de las zonas muertas.

Las zonas muertas están, principalmente, cerca de regiones en las que se vierten aguas cargadas de desechos industriales y agrícolas, muchas veces cerca de grandes núcleos de población. Los vertidos muchas veces llegan al mar a través de los ríos y los escurrimientos de las lluvia. Los científicos piensan que estas zonas muertas pueden ser comunes en los trópicos, y gran parte no han sido reportadas.

La coautora del estudio, Nancy Knowlton, dijo que ‘para cada una de las zonas muertas en los trópicos, hay probablemente diez o nueve que aún no se han identificado'. Pero, ‘afortunadamente, las zonas muertas se pueden reducir controlando las aguas residuales y la escorrentía agrícola al océano', afirmó Altieri.

Los investigadores hallaron 20 casos en los que las zonas muertas estaban implicadas en la mortalidad en masa de los arrecifes de coral en todo el mundo. Los autores argumentan que la construcción de capacidad para monitorear el oxígeno en los arrecifes ayudará a mejorar la salud de los arrecifes de coral y entender cómo las zonas muertas pueden interactuar con otras fuerzas como el calentamiento global en un doble golpe que pone a los arrecifes en un riesgo mayor.

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