La aneyaculación: un trastorno que afecta la sexualidad masculina

  • 01/09/2022 00:00
Se trata de una condición masculina en la que el hombre produce esperma pero tiene la incapacidad de expulsarla. En esta entrega abordamos las causas y soluciones del problema
De acuerdo con los especialistas, el hombre puede empezar a sentir frustración o angustia ante el hecho de no alcanzar la eyaculación, aun cuando lo ha intentado y el resultado no ha sido satisfactorio.

La eyaculación u orgasmo masculino sigue siendo un tema que genera mitos y teorías. De ahí que surgen interrogantes como, ¿qué pasa si los hombres no eyaculan o liberan el semen? ¿Cómo saber si sufren de eyaculación retardada? A fin de dar respuestas a estas preguntas conversamos con los expertos.

Jamil Rivera Sánchez, psicóloga y especialista en conductas sexuales, señala que tanto para el hombre como para la mujer es importante alcanzar el climax durante la actividad sexual, ya que eso completa el encuentro entre ambos. Sin embargo, si el hombre no logra eyacular, esto puede crear conflictos en la pareja, llegando incluso a ser uno de los motivos de separación si no le ponen solución al problema.

Se trata de un trastorno conocido como aneyaculación, es decir, “sin eyaculación” o eyaculación retardada. Con esta condición un hombre puede producir esperma, pero no puede expulsarla durante la eyaculación normal, aunque tenga una sensación de orgasmo normal, mencionó la psicóloga.

Rivera mencionó que algunos hombres con eyaculación retardada necesitan 30 minutos o más de estimulación sexual para tener un orgasmo y eyacular. Otros hombres podrían no eyacular, pero hay que tomar en cuenta que esto puede ser temporal o un problema de por vida si no se toman los correctivos necesarios. Lo principal es que el hombre acepte el problema.

Es importante buscar ayuda médica y psicológica.

Según la experta, cuando el hombre no ha podido eyacular, se considera que tiene aneyaculación primaria. Pero cuando el hombre pierde la capacidad de eyacular después de haber podido hacerlo antes, se considera eyaculación secundaria. “Esta puede ocurrir ya sea por infección, ingesta de ciertos medicamentos (antidepresivos), trastornos del sistema nervioso, estrés o problemas psicológicos. La infertilidad es un posible efecto secundario de la aneyaculación. Dependiendo de la causa, el tratamiento puede ayudar a restaurar la fertilidad”, explicó.

Según la psicóloga, el hombre puede empezar a sentir frustración o angustia ante el hecho de no alcanzar la eyaculación cuando lo ha intentado varias veces y el resultado no ha sido satisfactorio. “Todo esto trae como consecuencia que el varón pueda ir desarrollando un aprendizaje negativo de las relaciones sexuales, llegando a evitar el contacto con la pareja. Esto también puede repercutir en la calidad de la relación”, matizó Rivera.

A todo esto, la psicóloga clínica agregó que no hay que confundir la eyaculación precoz con la eyaculación retardada o aneyaculación, porque son dos temas diferentes.

Cómo afrontar el problema
Una de las formas de evitar los problemas de eyaculación es no fumar ni ingerir bebidas alcohólicas

Esperanza Gil Somoza, sexóloga, mencionó en una nota publicada en el portal de prevención y educación en salud, Cuídate Plus, que el primer paso por parte de la pareja es no buscar culpables.

De acuerdo con la especialista, la pareja piensa que no sabe cómo “estimularle correctamente o cree que no se es lo suficientemente atractiva o atractivo para él”.

A su vez dijo que “esto genera que llegue a renunciar al propio placer por no molestar a su pareja”.

En el otro extremo están quienes “adoptan una posición activa ante el problema, ya sea presionando, probando soluciones diversas o expresando su enfado y descontento por no sentirse satisfechas sexualmente”, subrayó la sexóloga a Cuidate Plus.

Una vez diagnosticado cada problema de manera individual, la primera medida para superarlo es “revisar sus creencias y actitudes negativas acerca de la sexualidad, ofrecerle una educación sexual adecuada, mejorar la comunicación de la pareja (si la hubiese), así como promover que la persona se centre en sus sensaciones eróticas tanto en pareja como en solitario, sin exigencias de ningún tipo, para que pase de ser un espectador a un actor en su propia sexualidad”, explicó la sexóloga.

Importancia de la salud del esperma

Al respecto, expertos de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, detallaron en un comunicado que la salud del esperma depende de varios factores, incluidos la cantidad, el movimiento y la estructura.

Es más probable que una persona sea fértil si el semen expulsado en una sola eyaculación contiene al menos 15 millones de espermatozoides por mililitro.

Si la cantidad de espermatozoides en una eyaculación es demasiado baja, podría ser más difícil que una persona quede embarazada porque hay menos espermatozoides disponibles para fertilizar el óvulo.

En cuanto al movimiento, los expertos de Clínica Mayo señalan que para llegar hasta un óvulo y fertilizarlo, un espermatozoide debe serpentear y nadar a través del cuello del útero, el útero y las trompas de Falopio de la mujer. Esto se conoce como motilidad. Se puede producir un embarazo con menos del 40% de los espermatozoides en el esperma en movimiento, pero el 40% se considera el umbral. Mientras más haya, mejor.

“Los espermatozoides típicos tienen cabezas ovaladas y colas largas, que trabajan en conjunto para impulsarlos. Este no es un factor tan importante como la cantidad o el movimiento de los espermatozoides”, dijeron en el comunicado.

Recomendaciones sobre la fertilidad

El esperma puede ser especialmente vulnerable ante factores ambientales, como la exposición a calor excesivo o sustancias químicas tóxicas.

Para proteger la fertilidad es muy importante evitar el cigarrillo y limitar el consumo de alcohol. “El consumo excesivo de bebidas alcohólicas puede disminuir la producción de testosterona y esperma, y puede generar impotencia. Si optas por beber alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, beber con moderación significa una copa al día para las mujeres y dos al día para los hombres”, señalaron los expertos.

La exposición a pesticidas, plomo y otras toxinas puede afectar la cantidad y la calidad del esperma.

El aumento de la temperatura del escroto puede dificultar la producción de esperma, y los tratamientos con quimioterapia y radioterapia para tratar el cáncer pueden dañar la producción de esperma.

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