Los fluidos del orgasmo femenino, lo que la mujer debe conocer

Lo primero que hay que diferenciar es que el fluido vaginal no es lo mismo que el fluido orgásmico. Todas las mujeres desprenden una especie de líquido blanco mucoso, transparente o amarillento por la vagina (flujo vaginal) cuya finalidad es limpiar, humidificar y proteger la zona de posibles infecciones. Éste varía según la cantidad, aspecto y color dependiendo de la mujer, así como de su edad. Igualmente se puede ver modificado en los ciclos menstruales debido a los cambios hormonales, destaca Jamill Rivera Sánchez, psicóloga y especialista en conductas sexuales.

Mientras que con el fluido orgásmico, según Rivera, se produce la lubricación que es cuando “nos sentimos excitadas sexualmente”. “Este fluido espeso y blanquecino parecido a la eyaculación masculina, segrega de forma involuntaria las glándulas de Skene (la próstata femenina), las cuales expulsan el fluido por los orificios situados en ambos lados de la uretra”, dice.

Según Rivera, a medida que la mujer se excita y el orgasmo se acerca, el glande del clítoris' gira 180 grados y se retrae. Los labios mayores y menores que lo rodean aumentan de tamaño y lo envuelven. “Esto sucede para protegerlo de un contacto directo, puesto que se vuelve extremadamente sensible y puede ser molesto si se toca directamente”.

La ginecóloga Nuria Izquierdo, del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, sostiene que la lubricación es un fenómeno que se produce a nivel genital durante la excitación sexual. “Ésta se debe al aumento del riego sanguíneo y ayuda a facilitar la penetración y a mantener un pH neutro para facilitar la supervivencia de los espermatozoides en la vagina”, explica la ginecóloga en una entrevista con Cuídateplus.

“La investigación sobre los fluidos que segregamos las mujeres durante la excitación sexual y el orgasmo se ha descrito más por las sensaciones de sentirse húmedas y sentimientos subjetivos de sentirse mojada. Ahora conocemos mejor qué es cada mecanismo, cada fluido, de qué se compone y cómo podemos estimular respuestas como el squirting. “Todavía falta investigación, pero estamos en ello”, explica a CuídatePlus Sílvia Pastells, psicóloga, sexóloga clínica y experta en terapia de pareja.

“El hecho de que tanto el squirting, -el cual hace referencia a la expulsión de una cantidad variable de orina diluida, que sale por la uretra, pero a diferencia del orine, no huele y es transparente, como el agua-, como la eyaculación femenina se expulsen desde los orificios de las glándulas de Skene, así como su composición, ha llevado a confusiones entre la comunidad científica”, comenta Pastells, quien es miembro de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS).

Para Rivera, el squirting es una respuesta natural que genera el cuerpo femenino a la estimulación del clítoris, vagina y uretra.

Según documenta la Clínica de Psicoterapia y Personalidad (Persum) de España, muchos estudios sobre el tema demuestran que siete mujeres de cada 10 tienen orgasmo tras una estimulación directa del clítoris.

La terapeuta e investigadora Helen Kaplan afirma que del 90% de las mujeres que llegan al orgasmo, solo la mitad o incluso menos, lo alcanzan mediante el coito sin una estimulación del clítoris.

El doctor Seymour Fisher concluye que el 65% de las mujeres prefieren la estimulación del clítoris para la consecución del orgasmo.

No obstante, Rivera afirma que existe lo que se llama 'la eyaculación femenina' que no es más que un líquido espeso que sale por la 'próstata femenina' durante el orgasmo. De acuerdo con la psicóloga “la secreción de este fluido tiene un volumen muy escaso y, llega a representar la décima parte del semen que expulsan los hombres durante la eyaculación masculina”.

Otro fluido es el de la incontinencia coital, que según los psicólogos, puede provocar que aparezca un cuarto fluido durante las relaciones sexuales. Para los expertos las mujeres que sufren incontinencia urinaria debido a la debilidad del suelo pélvico experimentan pérdidas involuntarias de orina al toser, saltar o hacer fuerza y eso provoca pérdida de fluido durante la relación.

Entre las recomendaciones de Rivera, invita a las mujeres sexualmente activas y no activas a que se exploren, y se conecten consigo mismas, “porque el cuerpo tiene muchas posibilidades para el placer solo hay que saber utilizarlo”.