- 19/08/2021 00:00

Para gozar de salud sexual y reproductiva las personas, en especial las mujeres y niñas, necesitan tener acceso a información y estar empoderadas para la toma de decisiones en el cuidado de su salud y protegerse de embarazos no deseados, así como de infecciones de transmisión sexual. En este sentido, contar con servicios de salud sexual y reproductiva asequibles es un derecho humano fundamental, como es el derecho a la vida. Sin embargo, muchos de los sistemas de salud pública en la región –incluyendo a Panamá– han reducido los servicios de salud sexual y reproductiva, al considerarlos no esenciales o prioritarios.
Ante esta 'urgente' necesidad se desarrolló en el marco del Día Internacional de la Juventud, el pasado 12 de agosto, el conversatorio: 'La salud sexual y salud reproductiva de la mujer joven en Panamá, un tema emergente'.
Siria Martínez, quien es parte de la comisión de Salud Sexual y Reproductiva, conformada por un grupo de mujeres que buscan desarrollar una agenda mínima por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres jóvenes, comentó en este espacio que la idea principal de estos encuentros es establecer cuáles son las deudas pendientes del Estado con la mujer panameña. “Con esta iniciativa buscamos ejecutar acciones en cuatro líneas prioritarias, como es el derechos sexual y reproductivo de la mujer; no a la violencia contra la mujer; mujer, poder y participación en políticas constituyentes, así como también la institucionalidad, políticas, programas de economía y cuidados del trabajo productivo, todos relacionados con los derechos de las mujeres”, detalló.
Según Martínez, se trata de un grupo constituido por varias organizaciones, como el Fondo Nacional de Mujeres de Partidos Políticos, la Fundación para la Equidad de Género (Fundagénero), El Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la Coalición Panameña por una Educación Integral en Sexualidad (EIS) y Voces de Mujeres Afrodescendientes, entre otros grupos de mujeres independientes que forman parte de esta iniciativa para lograr que esa agenda mínima logre esa visibilidad ante la sociedad panameña.
Jovana Ríos Cisnero, vicepresidenta de la junta directiva de la Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia (Aplafa) e invitada especial del conversatorio, comentó que es importante colocar los derechos de las mujeres jóvenes en el centro de diálogos como este. “Si para las mujeres adultas es difícil gozar de sus derechos sexuales y reproductivos, tener una igualdad, autonomía personal, el poder elegir si desea o no tener hijos, para las mujeres jóvenes es todavía más difícil, porque en esa vivencia de ser mujer se cruzan otras condiciones que enfrentar, como las barreras adultocéntricas y el machismo”, explicó Ríos.
De acuerdo con la experta, estas barreras tienden a limitar el disfrute de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer joven y promueven muchas formas de discriminación y violencia.
Aseguró que en Aplafa se ha trabajado fuertemente para que las mujeres tengan ese derecho a elegir si desean o no ser madres sin ser juzgadas ni discriminadas, pero a menudo las mujeres jóvenes ya sea que están pasando por un ciclo de violencia, la falta de oportunidades, el no tener cómo cubrir los costos médicos porque no tienen seguro y un empleo, no pueden acceder a ellos solas y sin que se les garantice la confiabilidad.
“Todas las mujeres en el país necesitan que los sistemas públicos de salud garanticen esos derechos”, dijo.
Ríos añadió que esos patrones machistas y adultocéntricos también fuerzan a las mujeres jóvenes a ser madres. Aseguró que no están en contra de la maternidad, “lo que realmente buscamos es que nosotras las mujeres podamos tomar esa decisión, que podamos disfrutar de la autonomía de nuestros cuerpos, que es un derecho fundamental especialmente para las mujeres jóvenes”.
A su vez explicó que a muchas niñas y mujeres en Panamá se les niega la educación integral en sexualidad y el acceso a ello permitiría el empoderamiento de las niñas y las mujeres, así como también a tomar decisiones más informadas sobre su vida sexual y reproductiva, y con completa libertad.
“Para mantener la salud sexual y reproductiva, las personas necesitan tener acceso a información veraz y a un método anticonceptivo de su elección que sea seguro, eficaz, asequible y aceptable. Deben estar informadas y empoderadas para autoprotegerse de las infecciones de transmisión sexual. Y cuando decidan tener hijos, las mujeres deben disponer de acceso a servicios que las ayuden a tener un embarazo adecuado, un parto sin riesgo y un bebé sano”, enfatizó.
Todas las personas tienen derecho a elegir sus opciones preferidas en el ámbito de la salud sexual y reproductiva. “Una buena salud sexual y reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo. Entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no, cuándo y con qué frecuencia”, insistió la experta de Aplafa.
De acuerdo con el Unfpa, esta situación es más grave en los países en desarrollo, donde los problemas relacionados con la salud reproductiva son una de las principales causas de mala salud y muerte entre las mujeres y las niñas en edad fértil. Las mujeres empobrecidas sufren de forma desproporcionada embarazos no deseados, abortos en condiciones de riesgo, mortalidad y discapacidad maternas, infecciones de transmisión sexual (ITS), violencia por razón de género y otros problemas conexos.
Según el organismo, los jóvenes son también extremadamente vulnerables y a menudo enfrentan obstáculos que impiden su acceso a los servicios de atención de la salud sexual y reproductiva, y a información en esta materia. Como ejemplo, los jóvenes se ven afectados de manera desproporcionada por el VIH, y millones de niñas enfrentan cada año embarazos no deseados y se ven expuestas a riesgos en el parto o si se someten a abortos en condiciones de riesgo, todos los cuales les impiden asistir a la escuela. Por todo ello, la salud reproductiva de los adolescentes es otro de los principales temas prioritarios en los que se centran las actividades del Unfpa.
Actualmente la organización, en colaboración con una gran variedad de asociados, trabaja para lograr el objetivo del acceso universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incluida la planificación familiar.