El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y su esposa, Gabriela Rodríguez, salen del Teatro Nacional tras pronunciar su discurso de primer año en San Salvador el 1 de junio de 2025.
AFP
La reciente enmienda constitucional salvadoreña despierta alertas internacionales al compararse con reformas previas en la región que extendieron mandatos y concentraron poder en sus líderes
La reelección presidencial indefinida aprobada en El Salvador bajo el liderazgo de Nayib Bukele se suma a una lista de precedentes en América Latina donde países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador modificaron sus constituciones para permitir que un presidente permanezca en el poder sin límite de mandatos. Expertos advierten que estos cambios, aplicados en contextos de control político y concentración de poder, han debilitado las instituciones democráticas y favorecido tendencias autoritarias.
En las últimas dos décadas, varios países de la región han reformado sus constituciones para habilitar la reelección indefinida. En Venezuela, el presidente Hugo Chávez impulsó la medida en 2009 con respaldo legislativo y la ratificación de un referéndum, argumentando que el “pueblo” debía decidir si un líder continuaba o no. Su sucesor, Nicolás Maduro, ha permanecido en el poder hasta la actualidad.
Un simpatizante oficialista sostiene una imagen del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez durante un acto para conmemorar los 36 años de la Rebelión Patriótica de 1989 en Caracas, el 27 de febrero de 2025.
En Nicaragua, Daniel Ortega eliminó los límites constitucionales tras una decisión de la Corte Suprema en 2009, consolidando su permanencia en el cargo por más de 18 años.
En Bolivia, el Tribunal Constitucional autorizó a Evo Morales a buscar un cuarto mandato consecutivo, pese a que la ciudadanía había rechazado en referéndum esa posibilidad.
En Ecuador, Rafael Correa impulsó la eliminación de límites durante su presidencia, aunque la medida fue revertida después de su salida del poder.
Similitudes con El Salvador
Al igual que en los casos anteriores, la reforma salvadoreña se aprobó con rapidez y con una mayoría legislativa alineada con el Ejecutivo. La medida extiende el mandato presidencial de cinco a seis años, elimina la segunda vuelta y permite a Bukele presentarse de forma indefinida.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, observa durante la sesión inaugural de la XXIV Cumbre del ALBA-TCP en Caracas el 14 de diciembre de 2024.
Según analistas, este patrón se repite en contextos donde el presidente cuenta con control del Legislativo y, en ocasiones, del Poder Judicial.
Riesgos para la democracia
Organizaciones internacionales y expertos advierten que la reelección sin límites en regímenes presidenciales suele abrir la puerta a la concentración de poder y la erosión del Estado de derecho. Casos como el de Venezuela y Nicaragua son citados como ejemplos de cómo este tipo de reformas pueden derivar en gobiernos autoritarios, restringiendo libertades y debilitando el sistema democrático.
Lecciones regionales
Las experiencias de Bolivia y Ecuador muestran que revertir una reelección indefinida es posible, pero requiere cambios políticos profundos y un fortalecimiento institucional. En ambos países, las reglas fueron modificadas nuevamente después de que los líderes que impulsaron las reformas dejaron el poder, lo que indica que el rumbo no siempre es irreversible.