El muro se extiende: entre la Casa Blanca y el Darién, crecen los obstáculos para migrantes
- 29/04/2025 17:24
Trump endurece su política para los extranjeros mientras Panamá cierra el Darién, intensificando la crisis de personas en desplazamiento regional y provocando llamados a la cooperación internacional por los derechos humanos Al llegar a la silla presidencial por segunda vez, Trump prometió un cambio para Estados Unidos y en sus primeros 100 días cumplió. Deportaciones masivas, fin del Estatus de Protección Temporal (TPS), arrestos, envíos a supuestos presos al Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, pausa en el proceso de algunas “green cards” y fin del parole humanitario son algunas de las polémicas ordenes que el republicano ha tomado desde que llegó a la Casa Blanca.
En tierras panameñas, el escenario no es tan lejano a lo que se vive en el sector anglosajón. A pesar de las medidas no ser tan severas y de aun el país contar con un gran número de migrantes que han llamado Panamá su segundo hogar, el cierre del tapón del Darién, vía principal por la cual un millar de personas cruzaban con la esperanza de adquirir el “sueño americano”, ha representado un corte de alas para aquellos que dejan su país con el objetivo de buscar una mejor vida.
La orden fue anunciada el mes pasado por el presidente José Raúl Mulino quien solicitó el cierre de centros migratorios y aseguró que el tránsito de personas que se dirigían a Estados Unidos ha disminuido un 98%.
“No permitiremos más migrantes en esa zona del Darién y cerramos una operación que comenzó en el año 2016. Me da mucha complacencia haber cumplido y haber cerrado el Darién, con lo que eso significa para la seguridad regional y panameña”, dijo en aquel entonces.
Miles de inmigrantes, en su gran mayoría venezolanos, cruzaban dicha zona con el fin de escapar de la situación socioeconómica en la que se encuentra su país por manos del régimen de Nicolás Maduro. El trayecto es uno de los más difíciles durante el viaje y presenta a los valientes con desafíos como la fauna salvaje, la falta de sustento e incluso bandas criminales. Las edades no son ajenas a la travesía puesto que bebés también han experimentado las durezas de la selva.
América Latina es una de las regiones que mayores niveles de migración presenta en el mundo. El diario argentino, El Cronista, México sigue siendo la nación con la mayor cantidad de migrantes sin documentación en Estados Unidos, con cerca de 5.2 millones de individuos, lo que equivale al 46% del total de inmigrantes en situación irregular.
A dicho país le sigue Guatemala con 780.000 personas (7%), El Salvador con 751.000 (7%), Honduras con 564.000 (5%), Venezuela con 251.000 (2%), Colombia con 201.000 (2%) y Brasil con 195.000 migrantes (2%).
Congreso Debido al actual panorama que se vive en el mundo y sobre todo en la región latinoamericana, ayer, 29 de abril se llevó a cabo el Congreso Internacional sobre Movilidad Humana y Derechos Humanos el cual se extenderá hasta hoy, 30.
El evento busca generar un espacio de diálogo y colaboración entre países de la región para abordar los desafíos actuales relacionados con la movilidad humana. En la ponencia participaron 18 defensores del Pueblo y procuradores de Derechos Humanos de la región.
El congreso es organizado por la Defensoría del Pueblo de Panamá, en alianza con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Gobierno de Suecia, Our Rescue, la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Retos Al exponer sobre “El fenómeno de la movilidad humana en América Latina y el Caribe: Desafíos, tendencias y perspectivas en 2025”, Giuseppe Loprete, jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas explicó que las medidas restrictivas son uno de los retos a los que se enfrentan las personas desplazadas.
“En 2023, hubo un aumento en las medidas restrictivas sobre la movilidad humana en América Latina y el Caribe. Los eventos trágicos están vinculados a la ausencia de vías seguras y regulares para la migración”, dijo.
Agregó que el 2024 hubo al menos 1,233 muertos y en 2025 al menos 160 fallecidos y desaparecidos en las rutas migratorias en las Américas.
“Estamos enfrentando cada día situaciones que nos dejan en un limbo donde nadie tiene una opción o una solución que brindar incluyendo los gobiernos involucrados, los donantes y las organizaciones”, dijo.
José Sieber, oficial de protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) agregó que “el contexto regional requiere ajustes.
Mencionó que los movimientos tradicionales persisten, sin embargo, existe una disminución en los desplazamientos de tránsito y un aumento en los de retorno y frente a estos últimos existen los voluntarios y los forzados.
“Al referirnos a esto último, en Acnur hablamos de un incremento en el riesgo de violación al principio de no devolución”, explicó Sieber. “Es el momento de fortalecer alianzas y redes al igual que el trabajo en conjunto”, concluyó.
Al llegar a la silla presidencial por segunda vez, Trump prometió un cambio para Estados Unidos y en sus primeros 100 días cumplió. Deportaciones masivas, fin del Estatus de Protección Temporal (TPS), arrestos, envíos a supuestos presos al Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, pausa en el proceso de algunas “green cards” y fin del parole humanitario son algunas de las polémicas ordenes que el republicano ha tomado desde que llegó a la Casa Blanca.
En tierras panameñas, el escenario no es tan lejano a lo que se vive en el sector anglosajón. A pesar de las medidas no ser tan severas y de aun el país contar con un gran número de migrantes que han llamado Panamá su segundo hogar, el cierre del tapón del Darién, vía principal por la cual un millar de personas cruzaban con la esperanza de adquirir el “sueño americano”, ha representado un corte de alas para aquellos que dejan su país con el objetivo de buscar una mejor vida.
La orden fue anunciada el mes pasado por el presidente José Raúl Mulino quien solicitó el cierre de centros migratorios y aseguró que el tránsito de personas que se dirigían a Estados Unidos ha disminuido un 98%.
“No permitiremos más migrantes en esa zona del Darién y cerramos una operación que comenzó en el año 2016. Me da mucha complacencia haber cumplido y haber cerrado el Darién, con lo que eso significa para la seguridad regional y panameña”, dijo en aquel entonces.
Miles de inmigrantes, en su gran mayoría venezolanos, cruzaban dicha zona con el fin de escapar de la situación socioeconómica en la que se encuentra su país por manos del régimen de Nicolás Maduro. El trayecto es uno de los más difíciles durante el viaje y presenta a los valientes con desafíos como la fauna salvaje, la falta de sustento e incluso bandas criminales. Las edades no son ajenas a la travesía puesto que bebés también han experimentado las durezas de la selva.
América Latina es una de las regiones que mayores niveles de migración presenta en el mundo. El diario argentino, El Cronista, México sigue siendo la nación con la mayor cantidad de migrantes sin documentación en Estados Unidos, con cerca de 5.2 millones de individuos, lo que equivale al 46% del total de inmigrantes en situación irregular.
A dicho país le sigue Guatemala con 780.000 personas (7%), El Salvador con 751.000 (7%), Honduras con 564.000 (5%), Venezuela con 251.000 (2%), Colombia con 201.000 (2%) y Brasil con 195.000 migrantes (2%).
Debido al actual panorama que se vive en el mundo y sobre todo en la región latinoamericana, ayer, 29 de abril se llevó a cabo el Congreso Internacional sobre Movilidad Humana y Derechos Humanos el cual se extenderá hasta hoy, 30.
El evento busca generar un espacio de diálogo y colaboración entre países de la región para abordar los desafíos actuales relacionados con la movilidad humana. En la ponencia participaron 18 defensores del Pueblo y procuradores de Derechos Humanos de la región.
El congreso es organizado por la Defensoría del Pueblo de Panamá, en alianza con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Gobierno de Suecia, Our Rescue, la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Al exponer sobre “El fenómeno de la movilidad humana en América Latina y el Caribe: Desafíos, tendencias y perspectivas en 2025”, Giuseppe Loprete, jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas explicó que las medidas restrictivas son uno de los retos a los que se enfrentan las personas desplazadas.
“En 2023, hubo un aumento en las medidas restrictivas sobre la movilidad humana en América Latina y el Caribe. Los eventos trágicos están vinculados a la ausencia de vías seguras y regulares para la migración”, dijo.
Agregó que el 2024 hubo al menos 1,233 muertos y en 2025 al menos 160 fallecidos y desaparecidos en las rutas migratorias en las Américas.
“Estamos enfrentando cada día situaciones que nos dejan en un limbo donde nadie tiene una opción o una solución que brindar incluyendo los gobiernos involucrados, los donantes y las organizaciones”, dijo.
José Sieber, oficial de protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) agregó que “el contexto regional requiere ajustes.
Mencionó que los movimientos tradicionales persisten, sin embargo, existe una disminución en los desplazamientos de tránsito y un aumento en los de retorno y frente a estos últimos existen los voluntarios y los forzados.
“Al referirnos a esto último, en Acnur hablamos de un incremento en el riesgo de violación al principio de no devolución”, explicó Sieber. “Es el momento de fortalecer alianzas y redes al igual que el trabajo en conjunto”, concluyó.