'MyRot', el primer árbol robot del mundo que ayudará a personas con autismo

Actualizado
  • 12/11/2021 00:00
Creado
  • 12/11/2021 00:00
Investigadores panameños desarrollan el árbol robot 'MyRoT' para mitigar el déficit de atención temprana de niños y jóvenes con autismo.
Grupo de investigación: Prof. Leonel González, Alan López, el joven Obed González, Ing. Marcos González, Lic. Herminia Peña, Ing. Humberto Torres y el Prof. Víctor López.

Un grupo de investigadores panameños ha creado un novedoso proyecto de educación inclusiva que propone impactar positivamente en el aprendizaje de niños y jóvenes con trastorno del espectro autista (TEA), mediante el uso de la tecnología.

Se trata de “MyRoT”, el primer robot social del mundo con estética de árbol que busca mitigar el déficit de atención temprana de niños y jóvenes con diferentes necesidades educativas especiales, facilitando el trabajo de sus especialistas.

Esta herramienta surge como parte del proyecto de investigación “Árbol robot como herramienta para el seguimiento y refuerzo de tareas en niños con TEA”, que fue ganador de la convocatoria pública para Proyectos Educativos en Ciencia y Tecnología 2019 de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Con dicho financiamiento, sus creadores compraron los equipos e insumos necesarios para el desarrollo de ocho árboles robot MyRoT.

Sus investigadores realizaron la donación de seis dispositivos MyRoT al Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) –beneficiando así sus sedes ubicadas en Chiriquí, Herrera, Veraguas, Penonomé, Betania y Tocumen– y uno a la Fundación Laboral Jóvenes con Discapacidad (Jadis). Actualmente, el equipo de investigadores conserva un ejemplar para continuar avanzando con el proyecto.

Prof. Leonel González, Obed González (joven colaborador en la mejora de la plataforma web de la 'app'), y Dra. María Heller (directora de Innovación en el Aprendizaje de la Ciencia y la Tecnología de la Senacyt).
El equipo de investigación

El profesor Leonel González, especialista en automatización industrial, es el investigador principal de este proyecto que está bajo la coordinación de la bióloga botánica y escritora infantil Herminia Peña, su esposa. Ambos son padres de Obed González, un joven de 15 años que ha colaborado en el mejoramiento de la plataforma web de la app de MyRoT, así como de Eliézer, un niño de ocho años apasionado por la informática, que a sus cinco años recibió el diagnóstico del TEA.

En 2016, la Lic. Peña había creado el árbol MyRot con la idea de contar historias en ferias de libros y escuelas, pero posteriormente, con el diagnóstico de Eliézer, el instrumento fue tomando un giro hacia la educación inclusiva y la tecnología. Así, en 2018 un grupo de estudiantes e ingenieros en mecatrónica de la UTP creó la primera versión de la app de MyRoT para participar en el III Congreso New Friends 2018 realizado en la UTP, ganando los premios al Mejor proyecto por votación del público y al Mejor paper otorgado por el comité organizador del congreso en el que también participaron las universidades de Windesheim y Delft (de Holanda); Tufts (Boston); el MIT Media Lab, entre otras instituciones.

Otros coinvestigadores del proyecto son los ingenieros en sistemas Marcos González y Humberto Torres, los profesores Víctor López, Alan López y Myriam Chávez.

MyRoT cuenta también con una versión portátil.

“MyRoT es un proyecto de por vida”, reflexiona el profesor González, quien busca con esta herramienta brindar autonomía y acompañamiento a los jóvenes con TEA y otras necesidades educativas especiales. “Con este proyecto reforzaremos la educación especial a nivel nacional. Pondremos a disposición de los especialistas una herramienta tecnológica que capta la atención de los niños y facilita el proceso enseñanza-aprendizaje cuando el especialista realiza las tareas de refuerzo o seguimiento a los niños con TEA y con necesidades educativas especiales dentro del aula de clases. Generaremos un modelo a seguir para otros países”.

Este proyecto impactará positivamente a los más de 15,774 estudiantes que pertenecen al IPHE, debido a que la herramienta MyRoT podrá utilizarse en niños con diferentes necesidades según la información de uso que generó la investigación. En este sentido, maestros de educación especial, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales tendrán a mano una herramienta tecnológica individualizada para reforzar las tareas y el seguimiento dentro del aula de clases, de los niños con TEA y con otras necesidades de educación especial.

Con MyRoT, los especialistas que tratan con niños con TEA y necesidades educativas especiales podrán realizar actividades de estímulo que reforzarán la atención auditiva, visual, la capacidad de concentración, la percepción visual, la integración social, la comprensión lectora, la interpretación de expresiones faciales, entre otras, para captar la atención y facilitar el proceso enseñanza-aprendizaje.

En Panamá se desconoce la cantidad de personas con autismo. La primera encuesta nacional sobre este tema se realizó en 2013. Según datos del Ministerio de Salud, entre ese año y 2016 se atendieron 473 varones y 156 mujeres con TEA, por lo que existe un subregistro. Ante este panorama, la fonoaudióloga Lilibeth Rodríguez y la psicóloga Estela Espinosa, del IPHE de Tocumen, coinciden en que los especialistas que tratan niños y jóvenes con autismo en el país no se dan abasto ante la gran población con este diagnóstico.

El árbol robot MyRoT es una representación del árbol barrigón de Panamá. En su tronco tiene una tableta con imagen de un rostro (ojos, cejas y boca).

En este sentido, la Lic. Espinosa aplaude este tipo de herramientas, como MyRoT, ya que “por medio de la tecnología nos podremos acercar más a los hogares de estos niños”.

Generalmente los niños con TEA tienen problemas de comunicación, explica la Lic. Rodríguez, terapista de lenguaje. “Se quedan callados, no fijan la mirada, y esto los lleva a que se frustren y a tener conductas agresivas simplemente porque no saben cómo comunicar una necesidad. MyRoT nos va a ayudar, en este sentido, ya que es una herramienta que permitirá que un niño con TEA logre comunicar sus emociones”.

El dispositivo

El árbol robot MyRoT es una representación del árbol barrigón de Panamá. En su tronco tiene una tableta con una imagen de un rostro (ojos, cejas y boca), puede expresar gestos (feliz, enojado, triste y confundido) y mediante una bocina inalámbrica emite la voz del especialista (maestro, psicólogo, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional y otros), quien desde la aplicación de MyRoT instalada en su celular podrá hablar y crear la ilusión de que el árbol habla.

El árbol robot MyRoT existe en una versión fija que mide 1.50 m de alto, y en una versión portátil que cuenta con 40 cm de alto. La funcionalidad de la app de MyRoT permite comunicaciones con streaming de audio y video en un navegador de internet. Entre los servicios que se pueden ofrecer está el chat de voz, videollamada o envío de archivos directamente sobre navegadores como Chrome, Firefox y Opera, tanto en sus versiones para Windows como para Android y Mac. MyRoT fue desarrollado con lenguaje Dart y Javascript. Su arquitectura se basa en dos extremos donde el árbol es el estudiante, y la terminal es el operador. Estos intercambian audio y video mediante un túnel de comunicación encriptada creado por el protocolo WebRTC.

Una de las ventajas de MyRoT, agrega la Lic. Peña, es que este dispositivo es personalizable debido a que el especialista es quien realiza la intervención según la condición y nivel de déficit que tenga el niño, “algo que sería inviable en un robot autónomo, ya que se tendría que programar cada vez que el niño obtenga un avance en sus objetivos o se le asigne una nueva tarea”.

A largo plazo, la app MyRoT servirá de base para que en un futuro se implemente una red a nivel nacional estructurada en big data, donde el especialista utilizará la información para hacer diagnóstico oportuno, corrección de errores y seguimiento de tareas de los niños con necesidades educativas especiales de manera remota, subraya el profesor González.

Actualmente, este proyecto cuenta con un protocolo de investigación que ha sido aprobado por el Comité de Bioética de la Universidad de Panamá. Una vez se realice este estudio científico, los investigadores recibirán recomendaciones y ajustes para su libre uso. En palabras del profesor González, los creadores de MyRoT aspiran a que “pronto podamos contar con una red robusta para ejecutar este proyecto, para que la herramienta se pueda utilizar en toda organización pública o privada que brinde seguimiento a personas de diferentes edades con necesidades educativas especiales”.

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