América Latina, por un cine más íntimo y real

Actualizado
  • 15/04/2016 02:01
Creado
  • 15/04/2016 02:01
Pasado el Festival Internacional de Cine de Panamá, Damían Alcázar y Celso García reflexionan sobre el séptimo arte

El deber está cumplido. El Festival Internacional de Cine de Panamá se desarrolló del 7 al 13 de abril con la proyección de más de 70 películas y decenas de actores y directores de todas las latitudes. Por Panamá se presentaron Salsipuedes de Ricardo Aguilar Navarro y Manolito Rodríguez , el documental La Ruta de Pituka Ortega Heilbron, A la Deriva de Miguel I González, El Cheque de Arturo Montenegro y Es hora de enamorarse de Guido Bilbao.

Cintas que entre el drama, la risa y la comedia hablan de historias propias y universales a la vez y que no dejaron de gustar al público ,que colmó las salsas de los cines de Multiplaza, el Teatro Balboa, el Parque Quinto Centenario de la Cinta Costera, el Anfiteatro de la presidencia y el Teatro Anita Villalaz.

‘Las salas estuvieron llenas de personas y eso es lo más importante. El esfuerzo que hicieron todos los organizadores fue formidable, hizo que se viviera un festival entrañable y cálido. Yo ya estoy comprometido para venir a dar un taller en la próxima edición del IFF', reveló Damián Alcázar protagonista de dos cintas proyectadas en el festival: Magallanes , una película peruana de Salvador del Solar y La delgada Línea amarilla del mexicano Celso García.

Con la cinta Magallanes se aborda parte de la reciente historia peruana a través de la vida de Harvey Magallanes, exsoldado del ejército peruano que combatió a Sendero luminoso y que intenta redimir los errores de aquella época ayudando en la actualidad a una mujer víctima de aquel conflicto.

DAMIÁN ALCÁZARACTOR

‘El cine latinoamericano hoy intenta mostrar el pasado, colocar un espejo, para no repetir errores, eso es lo que aspiramos'

‘Creo que el cine latinoamericano hoy intenta mostrar el pasado, colocar un espejo, para no repetir errores, eso es lo que aspiramos. La gran mayoría de los cineastas se interesan por sus problemáticas, por su gente y lo cotidiano. Es cine de creadores, sensibles e inteligentes, más allá del cine de la taquilla. Hay mucho impulso en toda América Latina pero nos enfrentamos a un problema grave y es el del neoliberalismo que se vuelve voraz y caníbal. En el caso del cine se evidencia a través del monopolio de los dueños de salas que no les interesa la producción nacional o internacional de calidad, recostándose en Hollywood que le vende paquetes. Quien pierde ante esta realidad es el público que no podrá disfrutar habitualmente del cine uruguayo, Hindú, japonés', denuncia Alcázar.

Preocupado pero optimista agrega, ‘ante esto debemos crear salas latinoamericanas y de calidad en todo el mundo y los cines comerciales que sigan con su negocio', propone el actor mexicano que llama a América Latina ‘un gran país', haciendo de este lema, su forma de vida, pues tiene proyectos laborales en su natal México, Guatemala, Colombia, El Salvador y muy al norte, en Canadá. Para Damián Alcázar ‘hay que estar abierto pero ser muy selectivo'.

Acompañando a Alcázar, está Celso García director de la película, La línea amarilla , ópera prima que cuenta la historia de cinco trabajadores que tienen la responsabilidad de colocar la línea que divide la ida y la vuelta en la ruta.

‘En el caso de México hay una nueva camada de directores que queremos contar otro tipo de historias reales. Estamos acostumbrados a las historias de violencia, de narcotráfico y de corrupción; está bien que existan estás películas pero se trata de que haya diversidad en el cine y mostrar la realidad del ser humano', aportó García.

Desde su perspectiva de cineasta y con 39 años, considera que habían estado muy abandonadas estas narraciones cotidianas, de personas buenas, que no buscan el mal y que intentan sobrevivir y merecen un lugar en la audiencia y en los festivales.

‘Desde hace unos años están rondando entre festivales las historias de un niño genio mexicano, de un hombre obeso que intenta tener movilidad, de unos hombres pintando una raya amarilla y más. El cine mexicano se están abriendo a la variedad de historias y los celebramos todos ', diagnóstica García.

En ese camino, el realizador Celso García trabaja en lo que será su segundo largometraje llamado, Terciopelo , la historia de la mexicana Julia Pastrana que nació en 1854 en el estado de Sinaloa y sufría de una enfermedad llamada hipertricosis, que ocasionaba que todo su cuerpo estuviera cubierto de pelo. La mujer fue exhibida por todos los circos del mundo como ‘una mujer simio'.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus