'El cuaderno de Tomy', la historia de una madre que despierta gratitud

Actualizado
  • 26/11/2020 00:00
Creado
  • 26/11/2020 00:00
La nueva cinta argentina dentro del catálogo de Netflix, retrata la travesía de una madre que lucha para vivir un día más por su hijo, y a quien enseña que con “pasión y amor” se puede superar cualquier obstáculo en la vida
Los temas de familia, muerte y compasión se ven reflejados en la actuación de Esteban Lamothe, quien agrega valor a la historia de Vázquez con un acompañamiento fiel.

La muerte suele llegar en momentos inesperados –aunque uno piense que lo está esperando–, y sin importar la edad de quien la enfrente, el impacto sigue siendo un golpe fuerte para quienes quedan en el plano mortal, acompañados de los recuerdos y las lecciones aprendidas. Para María 'Marie' Vázquez, el cáncer de ovario y útero le dio la oportunidad de dejar a su hijo Nippur, de tres años, un legado basado en el amor y la perseverancia por encima del dolor.

En El cuaderno de Tomy conocemos a María (interpretada por Valeria Bertucelli), quien cuenta la historia de la verdadera Marie a través del lente del director argentino Carlos Sorin, con tonos de humor sobrepuestos a la tristeza general que transmite la mirada de los personajes principales y secundarios. En 2014, Marie Vázquez fue diagnosticada con cáncer de ovario y a finales de marzo de 2015 fue internada en el hospital, donde empezó a escribir en un cuaderno sus memorias y mensajes para su único hijo Nippur.

En la cinta, Tomy es quien toma el lugar de Nippur, siendo la luz en la vida de Marie y quien se ve en el centro de la historia, aunque sea un niño pequeño que probablemente no entenderá que sucedió con su madre hasta leer el propio libro. La historia, tomada del libro El cuaderno de Nippur, publicado en diciembre de 2015, retrata la viralización del estado de Vázquez, quien a través de su cuenta de Twitter (@kireinatatemono) contó a sus seguidores –sin dirigirse a nadie en particular– el proceso de sus pensamientos desde su cama de hospital.

“Me voy a morir. Nadie sabe cuándo será. Podría ser mañana. Es una pena porque tengo varios chistes buenos guardados”, escribió Vázquez en su cuenta personal. Con sarcasmo y sentido del humor honesto, Vázquez se enfrenta a una explosión de atención mediática desde publicaciones en el Clarín, hasta entrevistas en televisión, lo que deja una pregunta colgando: ¿Es realmente bueno contar cosas que deberían conocer las personas a puertas cerradas?

Los protagonistas, Bertucelli y Esteban Lamothe (que hace del esposo, Sebastián Corona), muestran un matrimonio enternecedor y fuerte en medio de la adversidad que viven día a día, reflejo de las palabras que escribió Vázquez en el propio cuaderno de su hijo. Con ambición, Sorín retrata una realidad que solemos ignorar, los pasos hacia el final de la vida también son parte de esta y la verdad de Marie se dibuja con cada escena de recuerdos y una banda sonora acertada que transmite emociones crudas a través de la pantalla.

En medio del tema de la muerte, también se toca lo referente a la eutanasia, que llega en las sombras que oculta María bajo su almohada durante la cinta. También es una realidad, aunque no encaje con la visión de muchos occidentales, pero que sí encaja con la personalidad de Vázquez y da una profundidad emocional al resto de la hora con 23 minutos que dura en total el filme.

En declaraciones a la agencia EFE, Lamothe aseguró que el cuaderno es “un acto de amor infinito”, y añadió que “hacer esta película me conectó con algo que está alrededor nuestro, que los occidentales negamos, que es la muerte. No la incorporamos nunca como parte de la vida, como si no fuese seguro que todos nos vamos a morir. Hay que empezar a pensar en eso de otra manera”.

Durante un 2020 rocoso y miles de vidas que han dejado nuestro plano, ver una película como El cuaderno de Tomy se hace difícil, pero con una vena terapéutica, pues nos recuerda que “nadie se va antes de tiempo” y que lo más complejo de la vida es aprender a aceptar lo que llegue a suceder mientras estemos vivos. El uso del material de Vázquez da una reflexión amplia a la interpretación, pero no deja de lado el sacrificio de una madre que da una sonrisa aunque por dentro sienta dolor, lo que es una imagen universal y capaz de conmover a cualquier hijo.

Disponible en la plataforma de streaming Netflix, la cinta muestra una cara del cine latinoamericano que se destaca por ser identificable a través de las culturas y acentos, sin importar de donde seamos, la esencia de lo marcado por Sorín y Vázquez se mantiene como el hilo conductor que hace recordar experiencias y sacar sonrisas de donde no sabíamos que las teníamos.

La cinta está disponible en el catálogo de Netflix.

“Nada dura para siempre (...), pero yo estaré en tu corazón hasta que tú tampoco dures para siempre, pero estés en otros corazones, y así nada muere nunca. Y todo siempre sigue”, las últimas palabras de Vázquez que resuenan en la habitación esterilizada, en medio de un abrazo que nos hace entender y aceptar, sollozar o sonreír, pero causa algo que nos remueve y eso es lo que todo legado debe hacer.

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