Óscar se reinventa

HOLLYWOOD. Todo el mundo quiere saber quién va a ganar el Óscar. Pero cada vez menos gente resiste, frente al televisor, las horas ete...

HOLLYWOOD. Todo el mundo quiere saber quién va a ganar el Óscar. Pero cada vez menos gente resiste, frente al televisor, las horas eternas que dura la ceremonia de entrega.

Sí, el premio más famoso del planeta es, también, un programa interminable que ha ido perdiendo rating con el paso de los años. Y esa verdad ha llevado al grupo de profesionales que lo produce, los ejecutivos de la cadena ABC sumados a los representantes de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood, a tomar la valiente decisión de reinventarse el espectáculo.

Según se dice, el próximo domingo 22 de febrero el espectador no se descubrirá a sí mismo cabeceando, en la entrada de la madrugada.

A cargo de la transmisión estarán, por primera vez, los realizadores del largometraje Dreamgirls: el productor Lawrence Mark y el director Bill Condon. Y, aunque lo único que se han atrevido a declarar ha sido "estén alerta, nominados, cualquier cosa puede pasar", desde ya hay varias señales de que la de este año sí será una ceremonia diferente.

Se sabe, para empezar, que el presentador del evento no será un comediante cínico de aquellos, sino un actor acostumbrado a los espectáculos teatrales: el actor australiano Hugh Jackman.

Se ha oído que se le hará, a lo largo de la noche, un homenaje al ninguneado género de la comedia.

El clímax de la noche del Óscar solía ser la entrega del premio a la mejor película del año. Pero llegar a él costaba horas y horas de homenajes y de premios que les interesaban a muy pocos, y que al fin podían irse a dormir.

Los productores de este año han prometido que todo eso cambiará. Son conscientes de que el mundo está en vilo por cuenta de la crisis económica. Saben que la gente necesita un programa de televisión que entrega, que despierte las emociones. ©PUBLICACIONES SEMANA

Lo Nuevo