Aplicación oportuna de insulina

L a Organización Mundial de la Salud prevé que las muertes por diabetes aumentarán en un 50% en los próximos diez años si no se toman las medidas preventivas a tiempo. Tanto así, que actualmente es la cuarta causa de mortalidad en algunos países. Por ello, Ego consultó al médico endocrinólogo costarricense José Guillermo Jiménez, quien participó en el Simposio de Diabetes organizado en Panamá.

¿Qué es la diabetes y qué recomiendan las nuevas guías en torno a la aplicación de insulina?

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por la elevación de azúcar en la sangre. Hay dos tipos de diabéticos: los de tipo 1 que encierra a los jóvenes y los de tipo 2 (adultos y obesos). Las nuevas guías recomiendan el uso oportuno de insulina para normalizar el azúcar lo más rápido posible, y así darle mayor período de vida a las células del organismo productoras de insulina.

¿Desde qué edad se puede empezar a aplicar los tratamientos de insulina?

El tratamiento se puede aplicar desde que el médico especialista lo recomiende y lo crea necesario.

¿Qué relación guarda la aplicación de insulina y las complicaciones que suelen aparecer en la enfermedad?

La relación está en que si se suministra insulina de manera oportuna se puede reducir en un 50% las complicaciones de la enfermedad como ceguera, complicaciones renales y microvasculares (retinopatía, nefropatía y neuropatía).

Actualmente tenemos en el mercado dos tipos de insulina; la tradicional o humana y la análoga. ¿Qué beneficios tiene la aplicación de insulina análoga sobre las tradicionales?

El beneficio es considerable porque las análogas como la Glargina y la Gluglisina sostienen los niveles de azúcar y ayudan al páncreas a desarrollar su propia insulina. No producen ansiedad, hipoglicemias, palpitaciones ni sudoraciones. Además, desde hace cinco años están presentes en el mercado.

Por el contrario las insulinas tradicionales como el NPH sí producen síntomas como los anteriores y conllevan a que el paciente suba de peso y presente mayores complicaciones como estado de coma y la muerte.

¿Reemplazarían las insulinas análogas a las tradicionales en un futuro?

Por supuesto, porque con las insulinas análogas el paciente tendría menos complicaciones si siguiera el tratamiento de forma constante. Es fundamental considerar las insulinas de mayor calidad y más predecibles en su acción.

¿Por qué usted recomendaría a un paciente cambiarse de la insulina tradicional a la análoga?

Porque la insulina corriente humana NPH tiene más procesos hipoglicémicos, los pacientes requieren más insulina y por ende suben de peso, se sienten controlados, sufren de fluctuaciones en la glucosa, entre otros síntomas desencadenantes.

Pero, utilizando las insulinas análogas el paciente obtiene mayores resultados, se siente mejor, además se reducen los síntomas y se mantienen estables los niveles de azúcar.

¿Produce algún riesgo suspender el tratamiento con insulina humana e iniciar de inmediato el de insulina análoga?

Ninguno. el médico sabe hacer la conversión, usualmente se cambia por las mismas unidades que se tenía de dos dosis de insulina NPH o una sola dosis de insulina glargina análoga. Es un cambio normal y no conlleva ningún problema.

¿Qué dicen las estadísticas en cuanto a la incidencia de casos de diabetes en Latinoamérica?

Desafortunadamente en el mundo entero habrá un aumento en la proliferación de la diabetes debido a la obesidad. Esto es un problema de salud pública que debería ser evaluado para diseñar estrategias de prevención de la enfermedad.

¿Cómo podríamos reducir los casos de diabetes en la región?

Reduciremos los casos de diabetes en la medida que aumentemos las actividades físicas, consumamos menos grasas saturadas y carbohidratos.

¿Cuáles son los mitos en torno al tratamiento con insulina?

Entre los principales mitos tenemos: me deja ciego, me hago dependiente de insulina, me puedo complicar y me cortarían una pierna.

Desde la primera aplicación de insulina análoga ¿cuándo pueden empezar a verse los resultados?

Se empiezan a notar en una o dos semanas y se logra estabilizar al paciente.