El periodismo es un VIRUS

Actualizado
  • 15/05/2011 02:00
Creado
  • 15/05/2011 02:00
Para Carlos Mesa, periodista, escritor, historiador y ex presidente de Bolivia, temeridad y responsabilidad son los dos ejes sobre los q...

Para Carlos Mesa, periodista, escritor, historiador y ex presidente de Bolivia, temeridad y responsabilidad son los dos ejes sobre los que debe balancearse el ejercicio del periodismo frente a fenómenos como la corrupción, el narcotráfico, la violencia organizada y la política. A su juicio, expresado en entrevista con Facetas, el periodismo es un virus que va más allá de los riesgos a los que pudiera enfrentarse el periodista. Mesa estuvo en Panamá presidiendo el jurado calificador de la XV versión del Premio Nacional de Periodistas convocado por el Fórum de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información.

El ex presidente boliviano se dedicó durante un cuarto de siglo al periodismo antes de ser elegido como vicepresidente de su país junto a Gonzalo Sánchez de Lozada, y presidente, tras la renuncia de éste al cargo debido a la presión popular. Mesa ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión y ha sido uno de los socios mayoritarios y director de una de las televisoras más influyentes de su país. A un año y ocho meses de ocupar la presidencia de Bolivia se vio obligado a renunciar ante una profunda crisis social, política y económica desatada meses atrás debido a una polémica ley de hidrocarburos. El actual presidente de Bolivia, Evo Morales, fue uno de los principales opositores a dicha ley.

¿CÓMO DEBEN MANEJARSE LOS MEDIOS FRENTE A FENÓMENOS COMO LA CORRUPCIÓN, NARCOTRÁFICO, ETC?

No hay una receta específica. Debe ser un ejercicio de responsabilidad y de temeridad que parecen dos cosas contradictorias pero no lo son en el fondo. Responsabilidad porque en cualquier contexto y en la situación más extrema no puedes perder de vista el papel que te toca jugar. Temeridad en la medida en que hay ciertos fenómenos que están acercándose cada vez más a la violencia directa contra los periodistas. Hoy un periodista está en la mira como un ciudadano común y la violencia contra ellos sobre todo del narcotráfico y la corrupción, ha ido creciendo, por lo tanto ahí debe manejarse la temeridad combinada con la responsabilidad. Y tercero en torno al periodismo como riesgo: no convertirlo en una acción de victimización, es decir los periodistas comienzan a ser víctimas y se victimizan y eso no puede ser. El periodismo en determinado momento se convierte en una acción que es como la de un militar en campaña, está cumpliendo su labor y hay ciertos tipos de periodismo en que los riesgos nos están llevando a ese extremo.

¿SI NO SOY CAPAZ DE MANEJARLO ABANDONO LA PROFESIÓN?

¿Quien puede dar una garantía absoluta de q ue si cubres una noticia vinculada a un tema de alto riesgo no pones en riesgo tu vida? ¿El medio? Ni tu conciencia. Si el periodista considera que puede estar en riesgo su vida tiene la opción, el derecho de no hacerlo. Esto es muy difícil de medir. El periodismo además es una especie de virus que uno tiene adentro y que está más allá de los riesgos que puedan plantearse. Habrá que analizarlo en los casos en que se está produciendo dramáticamente.

¿CÓMO EVITAR SESGAR POLÍTICAMENTE LA INFORMACIÓN CON TU POSTURA PERSONAL?

Tanto el medio como el periodista tienen el derecho de escoger una preferencia política, a lo que no tienen derecho es a convertir el medio en un mecanismo de difusión de sus ideas exclusivamente y de sesgar la información vinculada a un candidato. Este es un elemento que podrá parecer ingenuo pero que es una regla de oro. Un medio puede decir en un editorial que prefiere a tal candidato porque mejor expresa los intereses del país, pero en ningún caso podrá hacer cobertura informativa preferente sobre ese candidato. Y un periodista no podrá ni deberá, aprovechando la información, sesgar la noticia en función de sus propios intereses. La información debe ser información y la opinión debe ser opinión.

¿CÓMO AFECTAN A LOS MEDIOS TRADICIONALES FENÓMENOS COMO LA CRISIS ECONÓMICA Y LA TECNOLOGÍA?

S e debe entender que los acontecimientos ocurren independientemente de la postura que uno tenga frente a ellos. Estamos viviendo una de las revoluciones más profundas en la tecnología vinculada a los medios de masas y la comunicación. Eso se va a llevar por delante a varios métodos y varios soportes tradicionales de comunicación, entre los cuales están los medios de masas, ya los periódicos empiezan a tener dificultades y las van a tener no solamente porque el papel sea más caro o porque la distribución sea más compleja, si no porque la mente de los niños y los jóvenes ya no es adecuada a la forma en que escribimos, a la extensión de los escritos, al papel como un elemento – que a quienes estamos en su historia nos parece más maravilloso –. La información ya no es un monopolio de los grandes medios, está en manos de todos, lo cual no es una idealización democratista de lo que está pasando porque también hay manejo, manipulación y control, pero indudablemente puedes transmitir en el twitter en 140 caracteres algo que millones de personas van a leer y puedes desarrollar a través del facebook redes de comunicación y de interés e incluso de acción política – como se ha visto en la revolución árabe – que eran impensables. Hay que adecuarse a un nuevo momento de la historia que va acabar con soportes tradicionales y algunas profesiones.

¿DESAPARECERÁN LOS MEDIOS IMPRESOS?

No, no creo que el libro desaparezca, pero creo que dentro de diez años de cada 10 personas que han leído algo probablemente 8 lo habrán hecho en un soporte electrónico y dos en un soporte tradicional, hoy es al revés. Los periódicos tienen que buscar nuevos espacios y probablemente tendrán que restringirse, las revistas semanales están empezando a tener serias crisis. De pronto un periódico grande va a tener un 90% de sus ingresos por la vía del internet y un 10% por la impresa y algunos no harán ya versión impresa, ésta será una sofisticación, toda ciudad tendrá su periódico impreso pero ya no habrá 10 ni 15 periódicos por ciudad.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LATINOAMÉRICA Y BOLIVIA?

Estamos en un momento complejo en el que en algunos países, debido a la característica autoritaria de sus gobiernos, que si bien viven en democracia y se mueven en parámetros numéricamente democráticos, ejercen presión sobre los medios de comunicación. Es evidente que en el caso de Venezuela hay dificultades para el desarrollo de la libertad de expresión, pero cómo se maneja esa libertad de expresión también se debe tomar en cuenta, es decir ¿es democrático llevar adelante una campaña política militante en contra de un gobierno independientemente de las buenas o malas razones que tengas para ello? También los excesos de los poderosos medios de comunicación de varios países han llevado a respuestas excesivas de determinados gobiernos. Yo diría, sin embargo, que en términos generales en América Latina vivimos en libertad de expresión, hay una razonable relación de respeto entre poder y medios de comunicación, que a su vez también son poder. Hay otra cuestión que se está haciendo fundamental y es si deben o no regularse los medios a través de leyes estatales, hace diez años probablemente nadie lo hubiera planteado, hoy todavía hay sectores que creen que cualquier tipo de legislación a los medios los restringe y hay sectores que creen que los medios necesitan regularse y que la autoregulación no es suficiente. Yo creo que hay que empezar a definir cuáles son los temas en que se puede regular, cuáles autoregular y cuáles los temas intocables que tienen que ver con la esencia misma de la libertad de expresión. En Bolivia se vive un nivel razonable de libertad de expresión, yo no podría decir que se la restringe. Puede haber alguna presión indirecta pero no es comparativamente significativa como para decir que no existe.

¿QUÉ TUVO QUE SACRIFICAR EN LA TRANSICIÓN DE PERIODISTA A PRESIDENTE?

Ejercer el periodismo durante un cuarto de siglo me dio poder, me convirtió en una persona ‘importante’. Quiero decir que si yo no hubiese estado en el espacio periodístico relevante en que estaba quizás nunca me hubieran invitado a hacer política. Yo no busqué hacer política, yo no hice del periodismo una plataforma para saltar a la candidatura, a mí literalmente la política me encontró. En el momento en que yo decidí hacer política y me presenté como candidato decidí renunciar a hacer periodismo hasta el día que dejé la presidencia, que fue un periodo de varios años. Yo era accionista mayoritario de un canal de televisión y dejé la dirección y la presidencia del directorio e hice el máximo esfuerzo porque mi canal fuese neutro. Tuve que vender el canal de televisión, es decir al revés de lo que suele suceder con quienes ejercen la presidencia que fortalecen los bienes que poseen o adquieren nuevos.

¿UN EXPRESIDENTE PUEDE VOLVER AL PERIODISMO?

Cuando dejé la presidencia tomé la decisión – de la cual me arrepiento – de no volver a hacer periodismo para que no se interpretase que quería recuperar una plataforma política a partir de mi aparición en pantalla y fue un error, eso generó una discontinuidad en mi profesión original. Debí haber vuelto al periodismo inmediatamente de haber dejado la presidencia, hoy que no tengo un medio es muy difícil conseguir un espacio salvo una columna y el blog. Hay mucha susceptibilidad, posibles empleadores se niegan a darme un espacio porque creen que podría hacer política o ellos podrían meterse en un problema con el gobierno, porque no tengo buena relación con él y por ambas razones he quedado sin poder hacer lo que me gustaría que es periodismo como lo hacía antes.

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