Los últimos días de Chávez en una novela ganadora

Actualizado
  • 15/08/2016 02:00
Creado
  • 15/08/2016 02:00
Con el título de su obra, el también poeta y cuentista alude a la consigna izquierdista del Ché Guevara y Fidel Castro de los años sesenta

Hugo Chávez se está muriendo de cáncer. En algún rincón de Caracas, el oncólogo retirado Miguel Sanabria intenta mantener el balance en su vida, rodeado por el antichavismo extremo de su esposa Beatriz y el radicalismo pro-revolucionario de su hermano Antonio y su sobrino Vladimir, quien forma parte de un equipo cercano al presidente.

En otro punto de la ciudad, una niña de nueve años vive entre las cuatro paredes de su apartamento, enjaulada por la paranoia que absorbe a su madre a raíz de la violencia callejera. A través de un computador y su conexión al Internet, la pequeña intenta escapar de su encierro físico desde el chat virtual en que conoce a su novio.

ALBERTO BARRERA TYSZKA

‘‘En el fondo, todos los personajes están enfrentados a dilemas morales que tienen que ver con la supervivencia'

ESCRITOR

Así nos introduce el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka a su última novela, Patria o muerte , ganadora del Premio Tusquets Editores de Novela 2015. Esta se presentará durante la XII Feria Internacional del Libro en Panamá, el viernes 19 de agosto, a las 7:00 p.m. en el Salón Boquete del Centro de Convenciones Atlapa.

EXPLORACIONES

El autor confiesa que por medio de la literatura intentó comprender una situación que no se sabía explicar: la complejidad de la sociedad venezolana durante los últimos días del expresidente.

La enfermedad del hombre todopoderoso del país y la opacidad con la que se manejó, se convirtieron en un arco narrativo, el hilo conductor para su historia.

‘Justamente cuando Chávez se ha logrado convertir en el eje de una sociedad y habla desde la eternidad, se aparece lo único con lo que él no contaba: el cuerpo', detalla Barrera Tyszka.

A través de distintos personajes ficticios y sus experiencias —algunas inverosímiles, pero basadas en la realidad—, esta novela coral nos arrastra hasta la intimidad de un país atento al devenir de un líder carismático.

Acompañamos a un grupo de personas de existencias muy variadas, que lucha por sobrevivir en medio del caos y la incertidumbre. Sus posiciones políticas ya no tienen relevancia, solo sus decisiones.

‘El juicio que hay sobre ellos ya no es por su opción política, sino que depende de cómo se comportan, cómo interactúan', expresa el escritor. ‘De repente, descubren que siendo opuestos políticamente son más cercanos de lo que pensaban, están unidos en la lucha'.

‘Y en el fondo', dice, ‘todos los personajes están enfrentados a dilemas morales que tienen que ver con la supervivencia'.

UN CARISMA EXCEPCIONAL

El también ganador del Premio Herralde de Novela en 2006 por La enfermedad , admite un interés por explorar el carisma de Chávez desde diferentes perspectivas. Entre ellas, la chavista y la de la mirada extranjera.

‘¿Por qué hubo un sector grande del país que se fascinó con este hombre y cómo logró que se engancharan con él, incluso los que lo odiaban de manera feroz?', intentaba explicarse el escritor con este acercamiento.

Aún así, los personajes principales de Patria o muerte son ‘escuálidos' —término que adoptó y popularizó el expresidente para referirse a sus detractores—, y Barrera Tyszka solo intenta mostrarnos la percepción popular con algunos personajes secundarios.

Esto no llena el vacío que se siente por la ausencia de un protagonista de la clase obrera. Uno que confíe firmemente en la figura y los ideales de Chávez.

En este sentido, conocemos solo superficialmente a La Tierrúa, a Mildred y a Virginia, mujeres de bajo estrato social que ‘invaden' el apartamento de Andreína, una venezolana de clase acomodada que las contrata para ahuyentar a sus inquilinos, quienes se rehusan a devolverle la propiedad .

Por su convivencia diaria con ellas durante la ‘invasión' a su apartamento, Andreína descubre que comparte semejanzas con aquellas ‘chavistas' que tienen pasados muy disímiles al suyo.

Por otro lado, para ensayar sobre el carisma desde la visión extranjera, el novelista utiliza a Madeleine Butler, una periodista estadounidense obsesionada con este aspecto del líder suramericano, al punto de que se muda a Venezuela para intentar comprenderlo.

‘Me permitía una mirada distinta y más cándida sobre el carisma', detalla Barrera Tyszka.

LA POLARIZACIÓN CHAVISTA

Con el título de su obra, el también poeta y cuentista alude a la consigna izquierdista del Ché Guevara y Fidel Castro de los años sesenta.

Aunque el difunto líder venezolano la retomó y creó su propia versión, el autor destaca que esta le permite insinuar las realidades antagónicas que predominaban en el país bajo su mando.

‘Era una reducción de la realidad: estás conmigo o estás contra mí. Como si no hubiese nada más en la vida', sostiene Barrera Tyszka. ‘Los venezolanos nacimos para muchas más cosas que para atacar o defender a un gobierno, pero este tipo de procesos polarizantes reducen la realidad a consignas como esta'.

Quizás el ejemplo más importante de esta polarización en la novela es el de la familia Sanabria. La esposa del oncólogo le desea la muerte al mandatario, algo que causa tensiones en el hogar del médico, quien rechaza este tipo de actitudes. Por otro lado, también discute constantemente con su hermano, quien defiende el régimen hasta en lo indefendible.

‘Hubo un tiempo en que la contaminación política invadió incluso la intimidad: parejas, familias, relaciones amistosas', señala.

LA VENEZUELA ACTUAL

Con la muerte de Chávez se cierra el ciclo narrativo en Patria o muerte y quedan suspendidos los destinos de cada personaje.

Tres años después de aquel día, el país está sumido en una crisis aún mayor, que incluso ha logrado devorarse la polarización.

‘Venezuela vive una crisis económica brutal como consecuencia de todo lo que hizo Chávez', sostiene Barrera Tyszka. ‘Es tan fuerte que ya no importa si eres chavista o no, todos están jodidos'.

Por otra parte, la ausencia de Chávez causó un sentimiento de orfandad, hasta entre quienes no lo apoyaban.

‘Maduro nunca podrá ocupar ese lugar', expone el novelista. ‘Él está allí para gestionar un fracaso —el del modelo chavista—, pero sin poder echarle la culpa a Chávez'.

En cuanto a la literatura, admite que aunque en un momento hubo mucha diversidad literaria en Venezuela, cada vez se ve una narrativa más pendiente de los procesos políticos.

‘El gobierno, la corrupción y la violencia están cada vez más presentes en la literatura venezolana', concluye. ‘Es una forma que tienen los países de reconocerse, pronunciarse y tratar de comprenderse'.

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