Economía creativa, el desafío de ver el arte como un motor económico

A juicio del consultor de Economía Creativa, Gerardo Neugovsen, la aprobación de la Ley 424, que promueve la cultura, educación y emprendimiento, mediante la economía creativa, es un síntoma de que el país está comprendiendo que la cultura es una herramienta para el desarrollo económico.

“Esto nos permite repensar el concepto tradicional de la cultura, para dejar de verlo como las tradiciones y costumbres de un lugar y comenzar a contemplarla como una actividad económica”, dijo, durante el foro “Diálogos de la Gestión Cultural”, que se desarrolló hace unas semanas.

El diputado Gabriel Silva, quien impulsó el desarrollo y aprobación de la Ley, explicó que la idea de la iniciativa es crear un plan nacional de economía creativa, que permita generar incentivos tributarios para el sector, la promoción de las actividades culturales en el extranjero, la capacitación y entrenamiento técnico de los artistas, la creación de distritos creativos a nivel nacional e inclusive, la inclusión de asignaturas relacionadas con esta economía en el curriculum escolar.

“Se busca crear más becas por mérito, a nivel de doctorado, maestrías y licenciaturas, en programas relacionados con las industrias creativas”, alegó Silva, en redes sociales, quien detalló que está industria abarca el teatro, el cine, la danza, la pintura, la gastronomía, el diseño, la creación de videojuegos y las áreas de ciencia innovación y tecnología.

“Esta ley tiene el potencial de crear cientos de miles de nuevos empleos y de mostrarle al mundo que en Panamá hay mucho talento y creatividad”, ponderó.

En este contexto, Neugovsen reconoció que todavía queda mucho trabajo por delante, ya que, esta rama de la economía no es muy entendida por la población. “En Panamá se tiene la creencia de que la cultura es un gasto, porque, se piensa que solo sirve para dar entretenimiento cuando no se hacen cosas productivas. La realidad es que es en sí misma una actividad productiva”, analizó.

El especialista ve en esta nueva legislación una herramienta para combatir ese prejuicio, dado que en su artículo 2 señala que se impulsará la educación respecto a este tema, en la ciudadanía, al declararla como una actividad de interés social.

“La cultura es un sector productivo y eso no debe verse como un desmedro de lo que abarca, sino que le permite a quienes se dedican a ella vivir dignamente”, señaló.

Es por eso que Neugovsen destacó que ya se está trabajando en equipo para organizar estrategias que le permitan a la ciudanía entender que, al igual que pagan por ir a ver una película de Hollywood, pueden hacerlo para apoyar a los artistas locales.