Conquista y leyenda: Santa María La Antigua

Actualizado
  • 09/09/2017 17:11
Creado
  • 09/09/2017 17:11
El profesor Francisco Herrera, de la Universidad de Sevilla, estuvo en el país impartiendo conferencias sobre la patrona de Panamá

Para el investigador Francisco Herrera en Panamá está ocurriendo un fenómeno especial, se está rescatando la devoción a Santa María La Antigua, una virgen que cayó en el olvido en el siglo XIX no solo en América, sino en Sevilla de donde es originaria.

“Fue una devoción muy importante en los siglos pasados, en Sevilla en primer lugar y luego en América. Hoy se ha enfriado por completo, en Sevilla es una virgen que tiene su tradición y un carácter legendario, pero que no se le rinde culto. Panamá ahora mismo es el abanderado para recuperar una vieja tradición que supuestamente ‘estaba muerta’ en España y América”, indica Herrera, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla.

Es así que desde hace más de una década, Panamá busca potenciar una imagen y un significado de tipo religioso de esta virgen como se hacía en los siglos del Barroco. “El significado será el que los panameños le quieran dar”, afirma.

Vuelta al inicio

La catedral de lo que hoy es Panamá Viejo se dedicó a Nuestra Señora de la Asunción y no a Santa María La Antigua como había ocurrido en Darién, donde tuvo lugar el primer asentamiento español en tierra firme.

La dedicación a la Virgen de La Antigua de ese primer poblado se debe a que Martín Fernández de Enciso y su grupo de exploradores habían pasado muchas penurias a lo largo de su empresa por tierra firme, al perder varios enfrentamientos con los indígenas del continente y no lograr establecer un asentamiento, explica Herrera.

Fernández de Enciso y sus hombres se establecieron en el golfo de Darién luego de doblegar a los indígenas del área. “Ellos se encomendaron a la Virgen de La Antigua y en agradecimiento fundaron Santa María La Antigua del Darién [1510], se creó un obispado [1513] y desde España se enviaron obispos”.

“En 1519, llega Pedrarias Dávila a Panamá. Él también era muy devoto de la Virgen de La Antigua y se encomienda a ella para ese viaje extremadamente peligroso y el éxito de la conquista”, dice el historiador de arte. “Él trae en su nave 43 estandartes o banderolas con imágenes de vírgenes castellanas, andaluzas y la central, La Antigua”.

Pedrarias muda la ciudad por encontrarse mejor situada no solo en lo defensivo, sino para las rutas comerciales, ya que por allí pasa la plata proveniente de Potosí, fundamental para la economía española y de Europa.

¿Por qué Pedrarias cambia el nombre de la ciudad a Nuestra Señora de Asunción? “Eso en cierto modo es un misterio”, dice Herrera. “Probablemente, porque una catedral no se funda con una advocación particular de la Virgen, sino en momentos capitales de la vida de la Virgen María como la asunción, que son nombres más genéricos”.

El profesor pone de ejemplo la Catedral de Sevilla, que se funda a principios de la Edad Media, en los tiempos de los visigodos en el siglo VI, y se hace en honor a Santa María, a una advocación más significativa de lo que es la grandeza de la Virgen.

Ahora, desde principios de los años 2000 la Catedral Metropolitana de Panamá se dedica a Santa María La Antigua. “Es algo excepcional”, afirma Herrera, “lo normal es que hubiera seguido dedicándose a la Asunción, pero es un hecho que va a impulsar la devoción a esa virgen con vocación muy americana”.

De hecho, en varios países de América hay imágenes de la Virgen de La Antigua, sin embargo el historiador de arte cree que el declive de su devoción en el siglo XIX responde al inicio de los movimientos independentistas y que de alguna manera afectaron su culto en Sevilla. Los ahora americanos “se centran en otras advocaciones, como la Virgen de Guadalupe, que se convierten en símbolo de la victoria de los criollos. Se pone énfasis en las patronas que han propiciado el éxito de los insurgentes y que han garantizado la independencia de la naciones americanas”.

La legendaria

“Su nombre lo dice todo, antiquísima, quiere decir que se remonta a los primeros tiempos del cristianismo. Es una imagen milagrosa, según los cronistas del siglo XVI y esa imagen remota se pintó en la primera catedral que hubo en Sevilla, después se derribó, pero se conservó el muro donde estaba. Cuando llegan los musulmanes, derriban esa iglesia primitiva y construyen una mezquita, y allí empiezan las leyendas”, cuenta Francisco Herrera, quien se entraba en Panamá para un congreso de la Conferencia Episcopal y que fue cancelado tras el fallo eléctrico en Atlapa.

Dice el mito que los musulmanes intentaron infructuosamente de borrarla, pero tras cada intento volvía a aparecer y era tal su esplendor que les hería la vista. Desesperados, construyeron un muro de piedra de sillar delante de la imagen de la Virgen de La Antigua y al día siguiente, mientras los musulmanes rezaban, el muro se vino abajo y mató a unos cuantos.

En 1248, Sevilla es reconquistada para los reinos cristianos por el rey Fernando III. “Este rey, otra leyenda, estaba en su tienda de campaña en el cerco de Sevilla, rodeando la ciudad para asaltarla, pero no podía porque Sevilla tenía las mejores fortificaciones del mundo islámico y la Europa cristiana. No sabía qué hacer y se le apareció la Virgen de La Antigua que le prometió ayuda si le rezaba. Uno ángeles, llevaron volando al rey para dejarlo dentro de la mezquita y rezarle la Virgen, quien le dijo que la conquista era cuestión de días y así fue. Esto no lo cuenta uno, sino varios cronistas de la época”, dice el especialista en Historia del Arte.

Estas historias son las que cimentan la devoción a una virgen que protege al pueblo de Sevilla de desastres y enfermedades, y es por ello que la Virgen de La Antigua fue el estandarte de la conquista y su imagen acompañó a las exploraciones españolas hacia el nuevo mundo, como un amuleto de buen augurio.

Posteriormente, explica Herrera, la mezquita convertida en catedral fue derribada para construir la catedral actual de Sevilla y se conservó el retablo de la virgen. Se ha comprobado por estudios científicos que la virgen fue pintada un siglo después de la reconquista de Sevilla, a finales del siglo XIV o principios del siglo XV, es una pintura al fresco y fue hecha por un pintor formado en los estilos pictóricos italianos de Siena y Florencia.

“Esa imagen de Santa María La Antigua guarda relación con la virgen bizantina medieval, a quien los bizantinos llamaban ‘la que señala el camino’ porque señalaba al niño [Jesús]. La Virgen de La Antigua no señala al niño, sino que sostiene una rosa blanca, pero el esquema es el mismo de esos viejos modelos de virgen”, dice el especialista.

La versión panameña de Santa María La Antigua es reciente, de 2013, y fue encomendada al escultor sevillano José Antonio Navarro Arteaga con las especificaciones dadas por la Arquidiócesis de Panamá. En esta escultura, indica Herrera, se cambió el color del manto, que en el retablo es blanco y aquí es celeste, tal vez con la intención de seguir la línea de la iconografía de las vírgenes posteriores, por ejemplo del Barroco.

La escultura panameña tiene un gran valor, pues en Sevilla no existe estatuas de ella, solo el retablo en la pared de la catedral y por obvias razones, no puede salir en procesión. Francisco Herrera esta mañana participaría de la procesión en el Casco Antiguo, pues sería la primera vez como sevillano que vería a Santa María La Antigua fuera del retablo y en por la calles del país que la ha acogido como patrona.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus