Coiba, de infierno a paraíso

Durante la época de la dictadura, las prístinas aguas de Coiba eran recorridas con la vista de los presos en la Colonia Penal. Hoy son visitadas por turistas nacionales y extranjeros que se sumergen en sus claras aguas y que mediante actividades como el buceo y snorke l observan la fauna marina nadando libremente en su hábitat. Desde septiembre, es posible avistar a las majestuosas ballenas que hacen gala de su grandeza y gracia. Con todo, el Ministerio de Ambiente busca exaltar la isla como destino ecoturístico.

Coiba no es sólo mar. Tiene muchísimos senderos verdes donde, al caminar, puedes olvidarte que realmente estás rodeado de agua ya, que sientes estar en medio de la selva. Ese sentimiento se agudiza al escuchar los monos aulladores y al pisar con cuidado evitando la mordedura de alguna serpiente. Caminando tienes la probabilidad de ver monos cariblancos, ñeques, aves de distintos tipos, puedes sumergirte en las cálidas aguas de pozos termales y arribar a miradores desde donde se obtiene una hermosa vista panorámica. Además, por supuesto, de avistar ballenas, delfines y conocer a Tito, el cocodrilo ‘mascota' del lugar. Todo esto con la tranquilidad de que podrás pernoctar en un sitio limpio, con ropa de cama, luz eléctrica en la noche, aire acondicionado y baños internos.