92 años de labor académica en pro del idioma

Actualizado
  • 11/05/2018 02:01
Creado
  • 11/05/2018 02:01
Fundada en 1926, la Academia Panameña de la Lengua ha acogido a defensores y estudiosos de la lengua. En el mundo de la mensajería instantánea y las redes sociales, encara el reto de preservar el idioma

La Academia Panameña de la Lengua (APL) abrió sus puertas un 12 de mayo de 1926. Su primer director, Samuel Lewis García de Paredes, fue designado por la Real Academia Española.

Este sábado, la APL cumplirá 92 años en su labor de defender y promover la literatura en Panamá.

Margarita Vásquez Quirós, actual directora de la Academia, manifiesta que el mayor logro alcanzado por esta institución tras su fundación es su dedicación al estudio de la lengua. La entidad se ha consagrado a actividades varias: estudio de la lengua, investigación, observación de las corrientes lingüísticas y literarias, conservación del patrimonio, extensión del conocimiento y la cultura, intervención tecnológica, etc.

Asimismo, se ha producido un estrechamiento de los vínculos de trabajo entre los académicos, sobre todo en el marco del intercambio con las 23 academias hermanas que existen a nivel mundial.

Durante este 2018, la Academia Panameña de la Lengua se dedicó a reorganizar varios proyectos, trabajando sobre la marcha en presentaciones de libros, firma de convenios, preparación de ediciones, de conferencias para traductores, seminarios para los funcionarios de instituciones, etc.

Los meses de febrero, marzo y abril fueron consagrados al rejuvenecimiento de la biblioteca, al funcionamiento de la web, las redes sociales y las respuestas a consultas.

La APL se destaca, además, por promover el intercambio de experiencias y conocimiento entre intelectuales procedentes de España, Cuba, Costa Rica, Estados Unidos, México, Nicaragua, Honduras, Marruecos, Colombia, Argentina, entre otros.

EL FUTURO DE LA ACADEMIA

Existe un debate en cuanto al tema de que si la tecnología llegó para fortalecer o debilitar a la literatura y la lingüística. ‘Si fuera futuróloga, me pondría de acuerdo con quienes otean el futuro rodeado de esperanza, aunque inmerso en un caos. ¿Que hoy estamos llenos de peligros? Sí. Pero en tanto podamos, usemos la tecnología para mejorar nuestros espacios y nuestras formas de vida', apunta Vásquez Quirós.

‘La educación debe enseñar a tomar las decisiones, debe mostrar al ser humano la forma de autogestionarse para llevar una vida buena. Que nadie los arrastre',

MARGARITA VÁSQUEZ QUIRÓS

El gran reto que enfrenta la APL es tener la capacidad de trasladar a la web la información de la biblioteca, en un periodo que va desde 1926 hasta el centenario que se aproxima en el 2026. Actualmente, publica una columna semanal titulada ‘La voz de la Academia', que aborda temas que han sido consultados en el seno de la entidad.

La señora Quirós cree aún en la autogestión de cada individuo. Recalca que ‘cada persona debe participar en las decisiones que tome para vivir. Y la educación debe, precisamente, enseñar a tomar las decisiones... La educación debe mostrar al ser humano la forma de autogestionarse para llevar una vida buena. Que nadie los arrastre', apunta la también escritora.

LOS IMPERDIBLES

Como muestra de sus noventa y dos años, la APL brindó algunas recomendaciones de los libros que no hay que dejar de leer en esta vida. Para un niño de nueve años: Las doce hazañas de Hércules , del brasileño Monteiro Lobato. Al terminar la lectura, se habrá entrado al mundo completo de la mitología griega y se conocerá a los grandes monstruos y seres fantásticos de la antigüedad: la Hidra de Lerna, el minotauro de Creta, el vellocino de oro de Jasón... En fin, un mundo donde los dioses expresan emociones humanas: celos, envidia, generosidad.

Otra lectura recomendada es el libro Las gracias y desgracias de Chico Perico , del panameño Carlos Francisco Chang Marín. El mismo trata de responder a la pregunta de cómo se siente un infante que ha sido separado de su madre y de sus abuelos durante los primeros años de su vida. ¿Cómo es que logra sobreponerse y vivir en medio de la dureza manifiesta de la naturaleza humana, en comparación con la naturaleza animal?

Para los jóvenes, existen obras como El reino de este mundo , de Alejo Carpentier. ¿Cuál es este reino? La respuesta la encontrará el lector al seguir la huella de Ti Noel y la historia de Haití. También están las novelas de Juan Rulfo Pedro Páramo y El llano en llamas .

Si de un profesional se trata, la academia sugiere lecturas como El ahogado , de Tristán Solarte; El señor de las lluvias y el viento , de la doctora Rosa María Britton, Don Quijote de la Mancha , de Miguel de Cervantes Saavedra; y La Odisea , de Homero. Para los adultos mayores están las páginas de La Tregua, de Mario Benedetti.

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