Aportes de la comunidad china a Panamá

Actualizado
  • 14/06/2018 02:00
Creado
  • 14/06/2018 02:00
Tras un año de relaciones diplomáticas entre Panamá y China, personajes chinos, afincados en el país, relatan sus aportes

Soy descendiente de chinos por mis líneas paterna y materna. Por parte de mi padre, Yao (Yau) Kah Shung, y de mi abuelo materno Ho Cho Kai desciende un sutil hilo histórico que conecta a mi familia con el nacimiento de la República de Panamá. De ahí el interés por las diferentes etapas históricas de China.

He escrito numerosas investigaciones, ensayos y artículos sobre el gigante asiático y sus grandes aportes a Panamá y viceversa. El primer contacto entre la República Popular China y Panamá lo realicé como embajador especial por instrucciones del Canciller de la Dignidad, Juan Antonio Tack, quien me pidió atendiera y acompañara al embajador de China Popular, Huang Hua, durante la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en marzo de 1973, en Panamá. Desde entonces he estado en contacto con China a través de la agencia Xinhua y la oficina permanente de relaciones comerciales de China con Panamá, hasta el establecimiento de relaciones diplomáticas formales el año pasado.

‘Las relaciones con China Popular abren un vasto abanico de oportunidades para nuestro país que pueden coadyuvar a nuestro desarrollo justo, incluyente y participativo',

JULIO YAO

ANALISTA INTERNACIONAL

Formo parte del grupo de panameños que más ha colaborado en la amistad chino-panameña. La comunidad china ha influido en todos los aspectos del desarrollo de Panamá, desde la agricultura y el comercio —que han sido su fuerte— hasta su cultura, gastronomía, literatura, economía, historia, política, salud, abogacía, ciencias, comunicaciones y diplomacia.

El propio canciller Tack, quien rechazó la presidencia de la República que le ofreció el general Omar Torrijos por humildad, era hijo de un chino cuyo apellido original era Tang. Yo fui el asesor personal de Tack durante las negociaciones del Tratado del Canal Torrijos-Carter de 1977 y en ese carácter redacté la Declaración Conjunta Tack-Kissinger de 1974, base del convenio.

RELACIÓN CON CHINA

Es el más trascendental paso geopolítico que ha realizado Panamá desde 1977, a pesar de nuestra temblorosa política exterior, porque expresa y fortalece nuestra independencia de la potencia dominante. Las relaciones con China Popular abren un vasto abanico de oportunidades para nuestro país, que pueden coadyuvar a nuestro desarrollo justo, incluyente y participativo.

Lo más importante: la República Popular China puede ayudar a que nuestra posición estratégica contribuya a beneficiar al mundo, sin perjuicios ni discriminaciones para nadie. La China puede ayudarnos a perfeccionar la neutralidad del Canal de Panamá, hoy interferida por tutelajes impuestos sin nuestro consentimiento. La China Popular, que no ha suscrito aún el Protocolo de Adhesión al Tratado de Neutralidad, puede hacerlo con una reserva clave que estipule, por ejemplo: ‘La República Popular China accede a este protocolo en el entendimiento de que ningún Estado o potencia puede intervenir en Panamá por las razones que sean, sin el consentimiento expreso de Panamá, el único soberano en su territorio'.

Panamá puede y debe aceptar la moneda china. Debe aceptar una canasta de monedas extranjeras de circulación internacional.

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