La continuidad de los movimientos

Actualizado
  • 10/02/2019 01:00
Creado
  • 10/02/2019 01:00
La artista panameña, residente en Madrid hablar sobre a relación que hay entre el diseño y las artes plásticas. En los dos campos se trabaja con las formas, colores, expresiones, ilusiones y emociones

Conocí a Damaris Montiel Guevara en Madrid, a finales de los noventa, en una lectura literaria. Desde entonces, he seguido el trabajo de esta artista panameña residente en España. Tras ser maniquí de pasarela para renombrados modistos trabaja con fluidez la pintura, la escultura y el diseño de joyas, una actividad enriquecida por la continuidad de los movimientos que le ofrece la policromía de la vida y del arte. Entre sus exposiciones individuales y colectivas, se encuentran ‘Homoconsuptor', Museo Real Casa de la Moneda, Segovia, España (2017); ‘Erótica Vegetal', Jandequba Gallery, Gorinchem, Holanda. 2006; 1998 Gozando la Vida. Galería EEGEE3, Madrid.

LLEGASTE A MADRID EN LA DÉCADA QUE SE CONOCE COMO LA ‘MOVIDA MADRILEÑA'. ¿CÓMO LA VIVISTE?

‘Mi visión del mundo es tan real como imaginaria; el consuelo del arte es una visión esperanzada de la existencia',

DAMARIS MONTIEL GUEVARA

ARTISTA

Llegué a Madrid en el año 1979, en plena efervescencia de ‘la movida' o sea en el momento justo y en el sitio adecuado. No perdí tiempo, caí directamente entre los grupos más transgresores que pululaban en esos momentos en el ámbito de la moda, la música, la pintura o la literatura, entre otras expresiones artísticas. Yo llegaba fresquita y primitiva con ganas de comerme el mundo y dejarme moldear. Todos queríamos decir algo y tener nuestros quince minutos de gloria, como decía Andy Warhol. Nos rejuntábamos los unos con los otros y te decías éste es uno de los míos nada más vernos. Éramos como cuadros andantes y de ahí la frase ‘menudo cuadro estás hecho' y con toda la razón; era imaginación sin control. Mi archivo mental está repleto de innumerables anécdotas, para contarlas en un libro más adelante, quizás. Había derroche de energía regalada. De día se realizaba un duro trabajo, pero al llegar la noche, caías en otro planeta, ¡Oh Madrid me mata! Sí, señores, hubo que amarrarse bien los pantalones. Eran los tiempos de la droga dura en Europa. Pero no todo fue pasotismo, pues detrás había una realidad creativa importante de individuos con inquietudes reprimidas por el régimen franquista que al morir el dictador explosionó convirtiendo Madrid en un gran escenario donde cada uno era el director de su propia película. Yo aproveché mi exotismo caribeño para hacerme un hueco en la moda alternándolo con el diseño de joyas. Fue una gran oportunidad para mí, que no desaproveché.

¿CÓMO LLEGASTE A LA PINTURA, AL ARTE, A TU PERSONALIDAD ARTÍSTICA? ¿QUÉ HACES AHORA?

No sé si se llega o más bien lo llevas dentro esperando el momento oportuno para fluir. Mi madre era modista y yo, con seis añitos ya recogía los pedacitos de telas sobrantes para confeccionar molas. Soy autodidacta. Y sacar adelante algunas de las miles de ideas que fluyen por mi mente y equivocarme muchas veces, se vuelve un reto constante para mi personalidad enredadora. Soy una trabajadora del arte y cuando no estoy en una, estoy en otra, tocando varios palos a la vez, como solemos decir aquí en España. En el 2017 expuse por cuatro meses mi obra ‘Homoconsumptor' en el Museo de la Real Casa de la Moneda de Segovia. En estos momentos, preparo una obra para una próxima exposición; entre medias me dedico a confeccionar complementos de creador para mi firma Damacongo by Damaris que son piezas únicas hechas a mano. Upcycled con el reciclaje del plástico PET. Algunas piezas pueden observarse en la Galería Casa Congo de Portobelo, en Panamá.

¿CUÁL ES EL LUGAR DE LA MODA EN TU TRABAJO COMO ARTISTA?

DAMARIS MONTIEL

Como pintora y escultora ha realizado exposiciones individuales, entre ellas: 1994, ‘Memoria del Paraíso', Galería Plaza Marina (Madrid). 1998, ‘Gozando la Vida', Galería EEGEE3 (Madrid). 2002, ‘No todo es Pintura‘, Sala de Exposiciones, Caja de Extremadura (Cáceres). 2006, ‘Erótica Vegetal', Galería Atecovi (Madrid). 2010, ‘Erótica Vegetal', Jandequba Gallery, Gorinchem (Holanda). Desde la exposición en 1989 ‘Ollas de antes, Ollas de Arte', Centro Cultural Moncloa (Madrid), ha participado en muchas exposiciones colectivas.

Haber trabajado en la moda me ha dado la oportunidad de entender la relación que hay entre el diseño y las artes plásticas. En los dos campos se trabaja con las formas, colores, expresiones, ilusiones, emociones y, como soy creyente de lo no tangible, me gusta pensar que todo es magia. Mi visión del mundo es tan real como imaginaria; el consuelo del arte es una visión esperanzada de la existencia. Creo que en mi trabajo ofrezco una visión del mundo confiado pero no ingenuo, me parece que da cuenta del gozo de vivir.

HÁBLANOS UN POCO DEL BAYANO, UNA REGIÓN, UN RÍO, CON LA QUE TIENES UN VÍNCULO EMOCIONAL MUY FUERTE EN PANAMÁ. ¿HAS TRABAJADO ARTÍSTICAMENTE ESTA HERENCIA?

Algunas personas conocedoras de mi obra ven en ella una carga emocional y visual de mi Bayano, donde el curandero de la región era mi abuelo, ‘El fulo Guevara', que ponía en pie a ‘los picaos' de culebra. Mis hermanos y yo éramos niños de la ciudad que, al llegar las vacaciones, pasábamos tres meses en completa libertad disfrutando de esa exuberante vegetación en una naturaleza salvaje y rica en todos sus aspectos. Llevo impregnada la sensualidad de algunas formas o sus aristas puntiagudas. No me quedo con los comienzos ni con los finales; solo con la continuidad de los movimientos.

VIVIMOS EN UN MUNDO DE MIGRANTES Y MIGRACIONES. ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE ESTA REALIDAD EN EL PRESENTE?

Vivimos en un mundo caótico donde cualquier fenómeno tiene el poder de desencadenar acontecimientos irreversibles. Imagino que las causas que tuvo el hombre del Paleolítico para emigrar no son muy diferentes de las de ahora y es la supervivencia, con el agravante actual de los poderes mundiales que controlan este Caos Global.

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