‘El cuerpo no le miente al cuerpo'

  • 17/03/2019 01:00
Nelson Hernández, especialista en análisis del lenguaje no verbal, explica cómo la observación de algunos indicadores y del contexto, permite dar una lectura más precisa al discurso de las figuras políticas

Ver más allá de lo explícito y analizar detenidamente lo que nadie se detiene a observar, es un ejercicio más que necesario para leer tras las líneas de un discurso. Y en Panamá, a menos de dos meses para elegir al responsable de ocupar la silla presidencial y su vicepresidentes vale la pena cuestionar: ¿cómo preparar al electorado para ejercer un voto consciente?

Sobre los candidatos a la Vicepresidencia de la República y en el marco del debate efectuado el pasado martes, La Estrella de Panamá conversó con Nelson Hernández, catedrático certificado como ‘Micro Expressions Practitioner' por el Center of Body Language, quien considera que todos los participantes se mostraron ‘confiados en lo que estaban diciendo, con la seguridad de desenvolverse frente al podio, sin dudas o temor; con deseos de hablar'.

Antes, durante y después de las campañas, la batalla discursiva de los aspirantes a cargos políticos es inminente. Y lo que hay detrás de aquello que resulta obvio, como la evaluación del lenguaje no verbal, es clave para establecer juicios de valor concretos que estimulen una toma de decisión racional y consciente. De hecho, el profesor de Psicología en la Universidad de Los Ángeles, California, Albert Mehrabian, estableció a través de sus estudios en la década de los 60, que el 7% de la comunicación es verbal, el 38% se fundamenta en cómo se dicen las cosas (tono, matices y otras variables) y el 55% en el lenguaje corporal (señales y gestos).

Desde su experiencia, Hernández explica que existen formas para deducir cómo miente un hombre y cómo miente una mujer, por particularidades en cada sexo. Sin embargo, todo depende del contexto, así que es necesario contemplar factores como el entorno, la temperatura, las enfermedades y las características físicas del emisor del mensaje.

Para el elector, las falsas promesas son la mayor preocupación. ‘Ni un aparato como el polígrafo ni una persona perfectamente entrenada, pueden descubrir la mentira porque es complicada'.

Un viejo mito señala que cuando la gente miente, no hace contacto visual, la realidad, es que, cuando un sujeto no habla con la verdad, ‘mira al otro a los ojos de manera fija, prácticamente sin parpadear, porque debe estar seguro de que el otro le está creyendo', detalla.

‘La mentira es un cuento que expone a una persona que está vulnerable mientras la cuenta; su torrente sanguíneo se dispara con adrenalina, los latidos se aceleran y las manos se tornan frías o sudorosas ya que la sangre fluye desde las extremidades hacia órganos como el corazón y los pulmones; por algo cuando una persona está tensa o nerviosa, baja la temperatura de sus manos', remarca.

OTROS ELEMENTOS

De acuerdo con Hernández, observar los puntos de anclaje es importante, ‘una persona que miente, posiciona sus pies en dirección hacia una puerta, mostrando su deseo de huir'. ‘El cuerpo no le miente al cuerpo', ya que ‘el subconsciente trabaja más rápido que el consciente' y esta es una regla de oro después de analizar el contexto.

‘La mentira es un cuento que expone a una persona, que está vulnerable mientras la cuenta; como está expuesta, su torrente sanguíneo se dispara con adrenalina, los latidos se aceleran y las manos se tornan frías o sudorosas ya que la sangre fluye desde las extremidades hacia órganos como el corazón y los pulmones',

NELSON HERNÁNDEZ,

EXPERTO EN EL ANÁLISIS DEL LENGUAJE NO VERBAL.

La posición de las manos cruzadas, puede denotar ansiedad o inseguridad, sin embargo, el cruzar los brazos y expresar rechazo es solo un mito.

Según Hernández, el rostro cuenta con 43 músculos que generan movimientos pequeños, cuya duración es de un cuarto de segundo; debido a que el cuerpo no tiene total control sobre ellos, se dejan ver siete emociones básicas (ira, felicidad, tristeza, desprecio, asco, miedo y sorpresa) antes de que la persona esté consciente de ellas.

Agrega que ‘es necesario encontrar secuencias o agrupaciones de gestos o situaciones para llegar a una conclusión' y que comúnmente, el equipo de expertos que evalúa la comunicación no verbal, consta de profesionales que analizan las microexpresiones faciales, el lenguaje corporal, la proxémica, la paralingüística, la kinésica y la grafología.

¿INCONGRUENCIAS?

A nivel verbal y discursivo, Hernández destaca que hay diferentes signos de inseguridad o inconsistencias entre lo que se dice y se piensa. ‘Si usted formula una pregunta a un candidato político y este responde con la misma pregunta, le está pidiendo segundos al cerebro para generar una respuesta', sustenta.

La evasión, es otro aspecto que suelen mostrar con frecuencia; ‘huyo de la respuesta, me voy a otro tema y varío el contexto de la pregunta'. Los políticos, en cualquier parte del mundo tienden a atacar cuando no pueden defender sus verdades o a mostrar los silencios prolongados.

De acuerdo con una publicación de la BBC y una serie de estudios llevados a cabo por la universidad de Viena, las manos reflejan elementos importantes de la personalidad. Incluso inciden en la percepción de la altura. Lo cierto es que algunos gestos de confianza retroalimentan el cerebro y hacen que las personas se sientan más asertivas antes de hablar en público.

ESTUDIO

Por el contrario, ‘una persona segura o dominante generalmente está erguida, da la mano con seguridad, no tiene miedo a acercarse a otros, posee un lenguaje corporal directo, franco y fuerte', aclara. Generalmente ‘no utiliza muletillas en su discurso, habla sin titubeos', agrega.

Observar, escuchar y analizar las respuestas de los políticos, prestando especial atención al ‘cómo' va ejecutar su oferta es un aspecto que vale la pena considerar para establecer principios conscientes que permitan emitir un voto racional.

Cuando el candidato explica ‘cómo realizará sus proyectos, presenta un mejor discurso: más completo y convincente. Mientras no exista el cómo, no se llegará al electorado'.

Luis Ramírez, psicólogo clínico, añade que el votante está en una gran desventaja frente a la preparación estratégica de los aspirantes a cargos públicos.

‘Es interesante que los ciudadanos detallen cuidadosamente rasgos que reflejen ansiedad como el sudor, conductas repetitivas, morderse las uñas... más allá de los ademanes del discurso', puntualiza.

Además, Ramírez enfatiza que los rasgos de las personalidades intolerantes, se evidencian en aquellos que no aceptan las críticas, con señales como fruncir el ceño, elevar el tono de voz, contestar en forma agresiva, cerrar los puños y apretar los dientes.

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