Transexualidad, el desafío de construir una identidad

Actualizado
  • 24/04/2019 02:00
Creado
  • 24/04/2019 02:00
En un proceso con importantes implicaciones psicológicas, familiares, sociales y de debate en materia de derechos humanos, expertos indican que el acompañamiento psicoterapéutico es clave. Dos relatos en primera persona exponen vivencias y testimonios

¿Cómo se enfrenta la vida sin la aprobación social ante la propia identidad? Nacer con el condicionamiento anatómico de uno u otro sexo es uno de los grandes obstáculos de las personas transexuales. Aunque en 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó a la transexualidad de la lista de las enfermedades mentales, una posibilidad que llevaban años reclamando las asociaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), culturalmente sigue siendo un tema tabú.

Lo cierto es que la vida de muchos se ve impactada con las variables inmersas en esta realidad. Aquí algunas de las historias y visiones que dibujan las dificultades, las lágrimas, el drama y los triunfos de un proceso complejo y latente en la sociedad panameña.

CANDY

Candy González es la primera mujer transexual que logró cambiar su nombre oficialmente ante el Tribunal Electoral (TE), una realidad que le ayudó a integrarse socialmente. ‘Mi vida cambió muchísimo luego de obtener mi identificación legal y crear un hito en la lucha por los derechos humanos', comparte.

‘Mi proceso legal duró aproximadamente once meses. Mónica Sánchez, mi abogada, estuvo conmigo en todo momento subiendo y bajando escaleras, haciendo llamadas, en reuniones e investigaciones, logrando el primer gran objetivo'.

Revela que desde los tres años de edad ‘venía con comportamientos femeninos' y aunque sus padres intentaron ‘corregirlos', era inevitable. ‘Desde los 12 años inicié el tratamiento hormonal con el apoyo de mi familia, lo que me permitió frenar el desarrollo de los rasgos masculinos y lograr un desarrollo conforme a mi identidad', recuerda.

‘Nadie toma una decisión para vivir entre negativas y rechazos, señalamientos y ataques verbales o físicos; naces con ello y de ti depende transitar hacia el género con el que te sientes identificado; decidí hablar con mis padres a muy temprana edad y eso me ayudó a afianzar la seguridad y a enfrentar a la sociedad', acota.

La mujer que se desempeña en la conducción radial y televisiva asegura sentirse segura y en paz con su identidad y su cuerpo: ‘me siento completamente feliz conmigo misma'.

LOS GOLPES, LA CULTURA

‘La construcción de la identidad de género es un proceso dinámico y multifactorial de variables culturales, sociales e individuales',

DIMAS VILLARREAL

PSICÓLOGO

González rememora que la misoginia, el acoso sexual callejero, el machismo y la discriminación fueron los mayores obstáculos que enfrentó durante su camino a la transexualidad. ‘Luego de vivir oculta durante años, descubrí que soy humana, que valgo y puedo amar igual que los demás. Lo más fuerte fue imaginarme dos caminos de vida, uno de aceptación e inclusión y otro de rechazo total'.

Cuenta que historias como la suya ‘representan un porcentaje muy bajo en comparación con la realidad de otras chicas que enfrentan rechazo y que no tienen acceso a salud, educación, trabajo ni inclusión social'.

Sostiene que ‘Panamá es un país culturalmente tradicional y conservador, estos temas para muchos no deberían ni tocarse porque están mal vistos, a pesar de que hablamos de seres humanos que tienen derecho a hacer con su vida y su cuerpo lo que les dé la gana, siempre y cuando no dañen a terceros'.

‘La población transexual requiere una ley de cambio de nombre que le permita conseguir empleo y aportar más a la comunidad; en muchos casos, aunque se trate de profesionales, al momento de presentar documentos que no coinciden con la imagen, la empresas deciden no proceder con la contratación', explica.

‘Confío en que pronto entraremos en una nueva generación que comprenda esta situación; los jóvenes de ahora tienen más acceso a temas que al final debatirán y ese es un paso', enuncia.

UNA COLUMNA

‘La transexualidad es muy compleja, es algo que requiere tratamiento psicológico, tanto para el sujeto como para la familia',

ERNESTO GALÍNDEZ

PSICÓLOGO

Revela que el rol de su familia marcó pauta en la transición, ‘me apoyaron y los admiro por toda la valentía, la paciencia y el amor que mantuvieron en una sociedad como la nuestra, en la que es tan difícil tocar estos temas. Contar con ellos me ayudó a ser una mujer empoderada y a sentirme valorada'.

‘Todos asistimos a terapia psicológica para revertir el dolor, la ansiedad y unirnos más, comprendiendo todo lo que conlleva esta vida', agrega.

‘El rol de la familia es la base de todo; necesitas todo el cariño y amor que te puedan brindar para soportar las dificultades de lo que vendrá; solos no podemos', dice.

DIANA

Tiene 24 años y aspira contar con un documento de identidad que le dé libertad a su sueño de vivir a plenitud. Diana Teresa León encierra un transitar de dificultades. Cuenta que a los 6 años tuvo las primeras dudas con respecto a su identidad de género, ‘siempre sentí atracción hacia las actividades femeninas, pero por la falta de conocimientos y educación, la reprimí hasta los 14 años, cuando ya era muy evidente que mi comportamiento era distinto'.

‘Persiste un rechazo al cambio, a lo que es diferente, a la modernidad y a la aceptación de lo que no se comprende',

CELIA MORENO

DEFENSORA DDHH

‘Inicié mi tratamiento hormonal en 2018 con la supresión de testosterona y una pequeña dosis de progesterona recetada por un médico certificado, con resultados positivos, mas no deseados a largo plazo', explica.

Para León, la falta de educación sexual y los estereotipos en torno a la comunidad LGBT dificultan el proceso de aceptación familiar. Explica que la discriminación laboral y la falta de protección legal son grandes obstáculos. ‘Perdí a mi familia y mi trabajo; comenzar de cero es muy difícil más cuando nadie te enseña a vivir, a adaptarte a un nuevo estilo de vida de forma tan abrupta; de la noche a la mañana vivía en un depósito, limpiando basureros y casas, comiendo muy poco'.

‘Durante mi transición pasé a ser un preso de mi propia familia. Me espiaban, no podía salir con amigos, era constantemente acosado de manera verbal con términos como ‘mariquita'. Todo era muy pesado hasta que me fui'.

‘La falta de reconocimiento social hacia el sujeto trans agrede su autoimagen, su autoestima, su seguridad; lo hace más vulnerable a las agresiones múltiples', Celia Moreno.

‘Mi familia me llevó a varios psicólogos desde temprana edad; nunca recibí un diagnóstico y ya me había acostumbrado a no creer en ellos'. Cuenta que en ese camino, ‘me dedicaba a la actuación, el vedetismo, la comedia y la animación, una experiencia en la que la aceptación del público y el reconocimiento de mi trabajo llenaban el vacío que dejó mi familia'.

‘El rol de la familia es crucial para una transexualidad saludable, estamos hablando de inculcar valores y brindar apoyo emocional para estimular al individuo a mantener la educación escolar y universitaria. Si cuentas con aceptación familiar, la sociedad no podrá destruir el vínculo. Hoy estoy aquí gracias a que a través de mi trabajo y disciplina, logré que mi familia me diera la oportunidad de trabajar con ellos y retomar nuestro lazo afectivo, tras 11 años de rechazo'.

En medio de la tormenta, recalca que la única opción es aceptarse y ‘caminar en la dirección que dicta tu ser. Este es mi destino y lo que necesito para inspirar a otros jóvenes en mi situación'.

EXPLORACIÓN

‘Cuando sales a la calle, todavía hay quienes no aceptan tu identidad de género. Si ven que eres mujer, se refieren a ti como hombre',

VENUS TEJADA

DIRECTORA APPT

Dimas Villarreal, psicólogo clínico, explica que la identidad de género es la identificación en base a la referencia interna que se tiene de la cultura, la sociedad, los roles o estereotipos según el propio sexo y el género. ‘Entre los 18 meses y los 3 años, el niño empieza a desarrollarla, pero es después de culminar la adolescencia, entre los 18 y los 19 años, que la consolida'.

Explica que elementos neurobiológicos, genéticos, hormonales, sociales, culturales, psicológicos y antropológicos inciden en el condicionamiento de la identidad de género; además, ‘es el resultado de un proceso de exploración desde los primeros años hasta finalizar la adolescencia, en el que también inciden los tabúes y prejuicios de la sociedad'.

El especialista considera que ‘la infancia es la entrada a la exploración y el descubrimiento, pero la construcción de la identidad de género es un proceso dinámico y multifactorial que contiene variables culturales, sociales e individuales'.

‘La construcción y reconstrucción de la propia identidad' es el mayor desafío de una persona trans, ya que ‘tiene que pasar de saber quién cree ser a convertirse en lo que es en realidad', asevera.

Villarreal considera que ‘el cambio de sexo no sucede de la noche a la mañana, es un proceso que muchas veces se inicia con pequeños cambios en entornos en los que el individuo se siente seguro; posteriormente, es posible que se adopte el aspecto del sexo deseado a través de la vestimenta, así como un nombre o apodo; algunos pueden buscar tratamientos hormonales, de la mano de especialistas'.

El psicólogo argumenta que el soporte psicoterapéutico es fundamental; la intervención ‘se basa en la escucha y en el acompañamiento para lograr la propia aceptación' y destaca que la falta de reconocimiento social puede impactar hasta el punto de que el individuo transexual tenga pensamientos o intentos de suicidio, ‘por lo que es fundamental contar con una buena red de amigos y familiares'.

SIN DECISIONES A LA LIGERA

Ernesto Galíndez, psicólogo clínico, puntualiza que una persona transexual atraviesa por la ruptura de la identidad de sexo con la que nació.

Un asunto que ‘lleva una gran connotación, implica castraciones, evaluaciones, enjuiciamiento y procesos familiares importantes'.

‘La transexualidad es muy compleja, es algo que requiere tratamiento psicológico, tanto para el sujeto como para la familia, y jamás se puede tomar a priori', recalca.

Se trata de ‘un proceso drástico y bien agresivo, tanto a nivel social como personal; es una realidad movilizante'.

‘Nadie toma una decisión para vivir entre negativas y rechazos, señalamientos y ataques verbales o físicos',

CANDY GONZÁLEZ

TESTIMONIO

‘Hay mucha gente que apoya al transexual desde que tiene 12 o 13 años porque siempre se ha sentido niña o niño y en realidad, el proceso es mucho más complicado. La transexualidad no puede ser tomada de buenas a primeras; algunos por el proceso fálico o de castración al asumir el otro género, no reciben una evaluación psicológica previa y es muy importante asumir por qué sienten lo que sienten, que no se trate nada más de intereses o gustos'.

Asegura que debe profundizarse en cuanto a qué es lo que realmente considera esa persona para sentirse transexual e insiste en la idea de que ‘lo importante antes de someterse a tratamientos de hormonas o alguna operación quirúrgica, es llevar un acompañamiento terapéutico para saber si en realidad es lo que el individuo desea'.

‘También tenemos que empezar a ver que hay muchas madres que quieren apoyar, pero vale preguntarse hasta qué punto el muchacho está asumiendo el deseo inconsciente de la madre, de querer o una niña o es él quien desea ser mujer', apunta.

Aunado a ello, ‘el apoyo familiar es importantísimo y hay muchas cosas que están asociadas; en uno de los casos que traté, ocurrió la ruptura familiar a través del divorcio porque mientras la madre apoyaba, el padre estaba aferrado a la idea de tener un varón', recuerda.

¿DISCRIMINACIÓN?

Venus Tejada, directora de la Asociación Panameña de Personas Trans (APPT), una organización con personería jurídica de carácter social y sin fines de lucro, considera que en Panamá existe un condicionamiento social al rechazo de las personas transexuales. ‘Cuando sales a la calle, todavía hay quienes no aceptan tu identidad de género. Si ven que eres mujer, se refieren a ti como hombre'.

Un escenario en el que se vulnera ‘el derecho a ser quien soy y expresarme tal como deseo, excluye a la persona de recibir una educación de calidad, un empleo y vivienda digna, incluso atención médica sin discriminación', refiere.

Según la directiva de APPT, Panamá precisa la creación de una ley de identidad de género y el reemplazo del término sexo por género, en la cédula de identidad personal.

Expone que actualmente el proceso para el cambio de nombre, en el caso de una persona transexual, consiste en llevar una prueba documental que sustente que el solicitante ha utilizado su nombre, por lo menos durante cinco años. ‘Hemos luchado por tener un espacio en la sociedad y visibilizarnos. Además, a través de APPT hemos ejecutado diversos proyectos dirigidos a beneficiar y empoderar a la comunidad trans, ya que somos parte de la nación y tenemos derechos iguales a todos'.

‘El rol de la familia es crucial para una transexualidad saludable, estamos hablando de inculcar valores y brindar apoyo',

DIANA LEÓN

TESTIMONIO

Celia Moreno, activista de derechos humanos y doctora en Ciencias Políticas, manifiesta que en el Istmo ‘persiste un rechazo al cambio, a lo que es diferente, a la modernidad y a la aceptación de lo que no se comprende; es una cuestión de educación en torno al tema'.

‘Cuando no se acepta la transexualidad y no existen leyes en donde se proteja la expresión del género, si la apariencia de la persona no concuerda con el sexo y el nombre que tienen los documentos legales, puede darse un rechazo a sus derechos fundamentales y, de hecho, les cuesta más encontrar trabajo e inscribirse en la universidad', apunta.

La activista de DDHH reconoce que ‘el acceso a la educación y al trabajo no debe depender de la subjetividad; los derechos son inalienables e inherentes a la dignidad humana'.

‘La falta de reconocimiento social hacia el sujeto trans agrede su autoimagen, su autoestima, su seguridad; lo hace más vulnerable a las agresiones múltiples; algunos son arrestados e incluso abusados sexualmente, y nadie se preocupa ni hace nada al respecto', asegura.

Moreno puntualiza que ha habido un avance ‘en el reconocimiento de una comunidad que ha sido marginada durante mucho tiempo; logramos contrarrestar la desinformación de los medios de comunicación, hemos cambiado la imagen de aquellos que solían ser mostrados como locos o locas, consiguiendo que la población vea la diversidad compuesta por profesionales que se reivindican; no es un capricho, es una realidad social que afecta todos los derechos de una parte importante de la población'.

‘La transexualidad no puede ser tomada de buenas a primeras. Algunos, por el proceso fálico o de castración al asumir el otro género, no reciben una evaluación psicológica previa y es muy importante asumir por qué sienten lo que sienten, que no se trate nada más de intereses o gustos', Ernesto Galíndez.

‘En los últimos años se han reforzado las organizaciones que defienden los derechos de los transexuales, visibilizando la población que estaba confundida, angustiada, atravesando depresión y trastornos de ansiedad y que no entendía su situación; ahora tienen un lugar para hablar con quienes comparten su posición. Hemos tratado de organizarnos para darles apoyo jurídico y psicológico, aunque no siempre se logre, vamos por el camino de la reivindicación de los derechos. Necesitamos una ley contra toda forma de discriminación', expone.

Sobre el Gobierno y las instituciones, la también filósofa asevera que la Defensoría del Pueblo debería contar con una unidad que se encargue de proteger los derechos de la diversidad sexual. Además, ve prudente la promoción de campañas de concienciación hacia esta comunidad, ‘con charlas y capacitaciones para que la gente comprenda este grupo social'.

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