Sin hogar: la lucha por reducir el abandono de animales durante la pandemia

Actualizado
  • 22/04/2020 00:00
Creado
  • 22/04/2020 00:00
Miles de animales domésticos vagan por calles y barrios de Panamá día a día, pero una ola creciente de estos se ha presenciado desde el ataque del nuevo Covid-19. Fundaciones y rescatistas hacen un llamado de atención a la población para respetar las leyes contra el maltrato y aplicar la empatía en la adversidad
En Panamá, el número de perros y gatos que viven en las calles aumenta cada año.

La lucha contra el maltrato y el abandono de animales domésticos ha tenido un reciente auge debido a la crisis sanitaria mundial del Covid-19 que ha afectado a más de 2,467,715 de personas en todo el globo. Los animales no están exentos de estas afectaciones, pues, aunque no son transmisores del virus, han sufrido la expulsión de sus hogares, obligándolos a seguir sus caminos expuestos a las calles de barrios y ciudades.

En Panamá, el número de perros y gatos que viven en las calles aumenta cada año, ahora con una población sumida en las preocupaciones económicas, los animales domésticas han ocupado hasta la última posición en el pensamiento colectivo. “La sociedad panameña debe entender que debemos aprender a respetar la naturaleza, porque los jefes no somos nosotros, debemos ser empáticos y responsables con nuestras mascotas”, expresó la directora de la Fundación San Francisco de Asís (Fundasís), Elena Castejón a La Estrella de Panamá.

“Debemos reducir el abandono, que se multiplica día a día”, agregó. “Cuando salgamos de esta situación, debemos cambiar el chip en todo sentido, y tener en cuenta que los animales nos necesitan y tienen derechos tanto como nosotros: de libertad y protección”.

Contrario a la creencia popular, Panamá no tiene albergues donde los animales puedan ser internados para su adopción posterior, como explicó Castejón: “los albergues son insostenibles porque llevan a las personas a pensar que ahí pueden abandonar a sus mascotas sin consecuencias, cuando ese es parte del problema que debemos erradicar. Fundasís somos un centro de adopción, donde rehabilitamos y curamos a los animales para luego darlos en adopción a nuevas familias, verificadas a través de visitas y entrevistas antes de la entrega del perro o gato escogido”.

Repletos de trabajo y con menos manos que antes, Fundasís junto con otras asociaciones y rescatistas independientes se mantienen a flote por su amor por los animales y su pasión por ayudar a quienes más lo necesitan a pesar de las adversidades: “El reto de mantener los cuidados de la población animal que mantenemos crece cada vez más, porque la gente sigue abandonando a sus mascotas; deja a los cachorros en basureros o en inmediaciones del Metro, los cuales debemos aceptar en nuestro centro porque están en situación de emergencia extrema”, explicó Castejón. “En nuestro caso, solo aceptamos animales en grados de extrema emergencia como desnutrición, cachorros pequeños de perros o de gatos, animales atropellados, con lesiones severas, animales de salud delicada”, explicó.

Así mismo, Redna Jaén, directora del Club Amigos de los 4 Patas, indicó que el cuidado de los animales es un trabajo de 24 horas, “difícil en todo aspecto emocional, físico y económico”. “Como rescatistas independientes nunca es fácil, sin importar el momento, ya que hay animales que siempre necesitan nuestra ayuda en diferentes lugares, y no podemos evitar todos los casos de crueldad”. Tanto Castejón como Jaén coinciden en que se necesita una mayor colaboración por parte del Gobierno y los municipios para hacer funcionar efectivamente los castigos para quienes violen la Ley 70 del 12 de octubre de 2012 contra el maltrato animal.

“El día que las leyes funcionen efectivamente sobre la pena de castigo para quienes maltratan, se podrá ver un cambio y una esperanza para el país”, afirman las representantes. La oficina de Bienes Animal del Municipio de Panamá recoge datos positivos en su sitio web de su impacto en las comunidades, registrando un total de 2,132 denuncias, promediando 50 llamadas al mes, de las cuales se desestiman menos del 39% por ser en locaciones de difícil acceso.

Panamá no tiene albergues donde los animales puedan ser internados para su adopción.

Castejón confirmó que Fundasís ha cerrado sus puertas al público desde hace un mes, y que se han dedicado a cuidar a la población animal actual, que ronda los 422 perros y gatos bajo su techo; de igual manera, las ferias de adopción, jornadas de esterilización y servicios médicos se han suspendido. “Nos encontramos en la etapa de planificación para empezar con adopciones en línea, donde quienes deseen adoptar un gato o perro tendrán que rellenar un formulario y otras herramientas para que podamos saber que el animal llegará a una familia que podrá suplir sus necesidades emocionales y físicas en todo sentido”, indicó.

Muchos de los animales que las organizaciones de rescate no logran salvar, vagan por las calles de la ciudad y provincias, la mayoría se lleva el peor final: la muerte, natural o causada por inundaciones, incendios, o en el peor de los casos, por envenenamiento y maltrato humano. “Algo que la población debe entender es que los animales de la calle no vienen de la calle, todos tuvieron un hogar en algún momento y es importante volver a ese deseo de ayudar”, puntualizó Castejón.

“La palabra clave es: prevención”, aseguró, “no debemos humanizar a las mascotas, las amamos porque son parte de nuestra familia, pero no sienten el deseo de tener crías, simplemente responden a un ciclo reproductor, por lo que hay que esterilizar o castrar para evitar dar rienda suelta al abandono y la reproducción innecesaria que al final se vuelve un animal de la calle”.

Los gatos o perros tanto de raza como “criollos” sufren muchas veces de maltrato por negligencia. Fundasís recibe al menos 30 animales en situación de emergencia extrema al mes; de estos, cerca del mismo número de animales de la población existente son adoptados mensualmente, mientras que otro bajo porcentaje fallece por complicaciones de salud.

Para cambiar el destino de estos animales, la población no puede depender totalmente de las organizaciones rescatistas o centros de adopción, y se hace necesario tomar conciencia acerca de lo que está sucediendo y cambiar la mentalidad acerca de los animales. “Debemos tomar la prevención en serio”, enfatizó Castejón, “ y tener una cultura de denuncia activa, respetar las leyes que hay en contra del maltrato y abandono animal. Cada vez que sea testigo de maltrato o de un animal que está siendo abandonado, tomar la evidencia y llamar a la línea de denuncias del municipio (521-5105)”.

Contanto con un grupo de cuatro personas para cuidar y proteger a 422 animales en el centro de adopción, Fundasís se mantiene fuerte para lo que se avecine, sin embargo, hace un llamado de atención a la población para detener los abandonos en calles, parques y otros lugares, y en cambio comunicarse con las autoridades para recibir orientación acerca de cómo cuidar a sus mascotas sin necesidad de dejarlas a su suerte.

El Gobierno debe apoyar las esterilizaciones masivas; con el apoyo gubernamental podríamos hacer el doble de lo que actualmente llevamos a cabo y es para el bien de la población humana también, no solo de los animales”, afirmó Castejón, “con menos animales 'callejeros' se podrían evitar enfermedades, contaminación, y se conciencia a las personas sobre la compasión y la empatía, que son dos valores que nos hacen falta cada vez más”.

En momentos donde existe preocupación por el futuro nacional, no se deben descuidar las mascotas.

Las medidas de seguridad y los horarios de salida para hombres y mujeres, impuesto por el Ministerio de Salud (Minsa), han limitado a los voluntarios para brindar ayuda a los animales. “Muchos de nuestros voluntarios se manejan con sus propios recursos económicos para alimentar y salvar a diversos animales, así que ahora ha sido más difícil porque muchos han perdido sus empleos”, relató Jaén. “Hace un mes tenemos una campaña para recaudar fondos para enviar alimentos hasta Chiriquí, para quienes nos apoyan alimentando a animales en la calle”, añadió.

Jaén, quien se ha encargado del Club por más de 12 años, cuenta con un equipo de 30 personas voluntarias y asociados. Estos se encargan de diversos sectores de la ciudad, desde alimentar, servir de hogares temporales, rescatar animales en emergencia, jornadas de adopciones (que se llevan a cabo dos veces al mes desde hace cuatro años en el Discovery Center de Tumba Muerto) y recaudar fondos.

“Nuestro proceso de rescate de los animales sin hogar contempla sacarlos de la calle, enviarlos a una recuperación total en hogares temporales, su esterilización y controles médicos, para luego darlo en adopción a una familia”, explicó. “Lo más importante es la esterilización, por lo que trabajamos con la comunidad para que nos avisen si existe una camada de perros o colonia de gatos que necesiten esterilización, principalmente cachorros o animales jóvenes que no pueden defenderse en la calle y probablemente mueran sin nuestra ayuda”.

El Club Amigos de las 4 Patas se maneja con un sistema de hogares temporales, así las personas voluntarias cubren al animal de tres semanas a un mes en sus casas hasta que se pueda dar en adopción. “Es una labor titánica, porque nunca se detiene, todos los días encontramos casos cada vez peores”, enfatizó Jaén. “Si tuviéramos apoyo gubernamental y organización puntual, podríamos llegar a hacer cosas más grandes y beneficiosas para la población, así como crear proyectos de conciencia en la sociedad”, dijo.

Dentro de la visión de Jaén se encuentra educar a la población acerca de la ley en contra del maltrato, y el Departamento de Bienestar Animal, así como llevar conciencia a los jueces de paz: “Hay que hacer mucho esfuerzo para que entiendan que los animales tienen derecho a seguridad y protección también. Que conozcan las leyes que se aprobaron para amparar a estos animales. Hay mucho que hacer, y se necesita la disposición gubernamental para hacer una diferencia más marcada”.

Pero Castejón y Jaén no están solas en este proceso de sanidad de la sociedad y salvación de los animales. Actualmente, en Panamá existe un grupo que reúne a fundaciones y asociaciones en todo el país para realizar un llamado de atención al gobierno para la protección de animales. “Un gran logro para nosotros fueron las modificaciones de la Ley 70 y la apertura del Departamento de Bienestar Animal, luego de años de lucha invisible por ser escuchados por el gobierno”, expresó Jaén.

Asociaciones piden al Gobierno mayor atención en cuanto a la protección animal.

La Ley 70 en su capítulo VI artículo 15 detalla las faltas y sanciones desde: Causar lesiones o la muerte a un animal doméstico previsto en el numeral 1 del artículo (se exceptúan de esta norma la eutanasia, la muerte por sacrificio de emergencia y de animales de granja o producción para consumo), la muerte o lesión grave por actos de crueldad causada a un animal doméstico utilizado como mascota será sancionada según lo establecido en el artículo 421 del Código Penal; practicar o propiciar actos de zoofilia; abandonar a un animal doméstico; no proveer alimento o agua a un animal doméstico o proveer poca cantidad y baja calidad; mantener a un animal doméstico, deliberada o negligentemente, en condiciones higiénicas sanitarias inadecuadas, no proveer tratamiento médico veterinario en caso de ser necesario, y no protegerlo contra las inclemencias del tiempo; mantener los animales domésticos en jaulas inadecuadas según su especie y tamaño.

Al reconocer una situación de maltrato se debe llevar a cabo la denuncia, que puede ser anónima, para alertar a las autoridades y garantizar su ayuda. “Trabajamos con la policía ecológica que nos acompaña a visitar las comunidades y tratar los casos de denuncia”, dijo Jaén, “damos asesoría a las familias, educándolas y dándoles consejos sobre la correcta manutención del animal. No es necesariamente llevarse el animal y ya, sino concienciar a las personas. En casos de gran emergencia, sí se extrae el animal del entorno peligroso de la vivienda donde se encuentra”.

Cuando existe preocupación por el futuro nacional, no se debe descuidar a las mascotas y los animales que se encuentran en las calles, ya que es primordial para evitar el auge de nuevas generaciones de perros o gatos en situaciones de emergencia sanitaria extrema. “La manera en que tratamos a nuestros animales es lo que habla de nosotros como sociedad, y ya es momento de cambiar de forma significativa”, aseguró Jaén.

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