Las librerías se estremecen, pero no se derrumban en medio de la pandemia

Actualizado
  • 29/06/2020 00:00
Creado
  • 29/06/2020 00:00
Pese a las puertas cerradas y libros que se acumulan en los estantes, las librerías se hallan en buen estado, algunas con innovaciones y otras con entregas a domicilio, de igual forma amparadas con el apoyo de instituciones públicas para superar el tiempo de sequía en ventas

Alrededor del mundo todo negocio “no esencial” ha cerrado sus puertas físicas, despachado a los clientes y enviado muchas notificaciones a sus colaboradores con respecto a las jugadas que se desarrollarán por el tiempo que dure la pandemia. Entre estos casos se destacan las librerías y las casas editoriales, las cuales luchan por seguir dando aliento a los escritores y demás involucrados en la cadena de producción, hasta los cajeros en las sucursales alrededor de las ciudades.

El interés por la lectura ha aumentado durante el confinamiento, con mayor cantidad de consumidores y promoción en redes sociales.

Desde España hasta Estados Unidos, y aún más cerca, en Ecuador y México, las librerías han estado luchando con uñas y dientes por sobrevivir a las dificultades económicas y culturales arrastradas por la crisis sanitaria. La historia se repite en cada ciudad y comunidad, los libros siguen en sus estantes o arrimados en cajas, impacientes por volver a las manos de los lectores, aunque con la tecnología de repartos a domicilio muchos han visto nuevos hogares.

Para la jefa de Mercadeo y Relaciones Públicas de las librerías El Hombre de la Mancha (librería en Panamá), Valentina Peña Velásquez, el desafío para volver a estar en pie como antes es hacer frente al panorama internacional donde las ventas han bajado, las puertas aún no abren, pero los libros deben seguir llegando a nuevos clientes. “El reto compete a las librerías en cuanto a la subsistencia económica y de visitantes, pero hemos implementado nuevas tecnologías digitales para mejorar la experiencia del consumidor online a través de nuestra página web oficial (elhombredelamancha.com) y nuestras redes sociales (@libreriaelhombredelamancha), ofreciendo un servicio de entrega a domicilio con mayor eficiencia y compromiso”, comentó Peña a La Estrella de Panamá.

Además, la ampliación del rango de envíos a las provincias del interior del país se alza como un resultado que aporta a la visión de la librería con sede en Panamá, que ha llegado hasta Bocas del Toro. “Como cualquier servicio, hemos tenido inconvenientes en urbanizaciones con baja seguridad, pero no han sucedido problemas graves y todas las entregas llegan a los consumidores”, aseguró, “esta situación nos ha forzado a digitalizarnos y aprender a estar rodeados de un sistema completamente cubierto en internet, lo que hace que nuestra clientela y colaboradores también se sumen a esta nueva ola que formará parte de nuestro nuevo estilo de vida. Estábamos acostumbrados a que los visitantes fueran a las tiendas y a las cafeterías incluidas, pero estamos apostando a la venta en línea que sea funcional para todo el país”.

Así mismo, asegura que las ventas en línea han robustecido el interés de la población hacia la literatura: “Lo hemos notado a través del flujo de venta y de acercamientos a nuestros canales digitales. Hay más tiempo libre y hay una necesidad de tener escapes positivos. Entre los géneros literarios que más nos han solicitado destacan: los romances, la literatura juvenil y de joven adulto, clásicos, además de emprendimiento y superación personal”, agregó.

¿Y los ebooks?

La popularidad de esta alternativa portátil de literatura ha tomado auge durante los últimos años, sin embargo, sigue siendo una minoría en Latinoamérica, pues aunque tuvo fuerza en Estados Unidos hace unos cinco o seis años, “en todo lo que es habla hispana, la venta era un porcentaje que no llegaba ni al 1%”, según explicó al diario El Universo, Susana Galarza, gerente general de la librería ecuatoriana Mr. Books.

En Latinoamérica el sector editorial espera volver a la estabilidad que poseía precovid, creando lazos regionales

“Las personas van a seguir amando la experiencia de tener un libro de portada dura y leerlo en casa”, respondió Peña. “El libro digital no es un reemplazo del libro físico, es una herramienta adicional que no se puede comparar, pero aún así ayuda a dejarnos ver que el libro como tal sigue siendo un producto indispensable en la vida de miles de personas. Pienso que cuando pase la pandemia las personas van a seguir adquiriendo libros físicos, y no va a pasar de moda”.

Se reinventan

Sin descartar los nuevos planes de la empresa para continuar siendo un espacio cultural abierto a las diversas expresiones artísticas dentro de la literatura, Peña indicó que en los pasados tres meses de cuarentena, desde que cerraron sus puertas físicas al público, “el enfoque se ha reforzado a promover la lectura en casa”. “Ahora que no podemos estar juntos en un mismo espacio, estamos planeando para celebrar nuestro vigésimo aniversario con conversatorios virtuales acompañado de escritores nacionales e internacionales para llegar a los hogares de los lectores”, indicó.

“Con la nueva modalidad de la Feria Internacional del Libro de Panamá (Filpa) que vendrá este agosto, se están llevando a cabo conversaciones con la Cámara Panameña del Libro (Capali) para realizar todas las actividades por medio de salas de Zoom y otros espacios virtuales que nos permitan alcanzar nuevas audiencias”, avanzó.

Por su parte, Patricia Carrasco, directora cultural de la Cámara Panameña del Libro (Capali), explicó a este diario que es necesario que los líderes y autoridades nacionales comprendan los desafíos que se ciernen sobre el sector literario, que ha debido aprender a ser resiliente y fortalecerse al igual que “cualquier otra empresa o sector nacional”. “Hemos utilizado la velocidad de las redes sociales para ser la voz de aliento que mantenga la relevancia de la lectura –que también funciona como apoyo emocional para las personas– durante la cuarentena”, indicó.

FIL 2020

A solo dos meses de presentar la primera edición de la Feria Internacional del Libro de Panamá, el trabajo entre librerías y Capali se ha intensificado, así como los proyectos que entrelazan a la oenegé y MiCultura. “Hemos trabajado con todo lo que tenemos y decidimos que seguiríamos adelante con el proyecto virtual de la feria con ajustes y optimismo”, explicó. “Resaltando el programa cultural con conversatorios y foros a cargo de profesionales que se llevarán a cabo en Zoom, además tendremos la primera sala 3-D donde las personas podrán entrar con avatar y estar en este espacio e interactuar con otros lectores y visitantes así como con escritores”.

El recorrido dentro de la sala interactiva presentará varias librerías enlazadas con espacios virtuales que redireccionarán a los visitantes a sus plataformas de ventas digitales y a los libros que estarán promocionando para la venta. Esta nueva modalidad implementada por Capali recaerá completamente en la conexión a través de internet, pero la desventaja recae en la reducción de tiempos para los escritores, sin embargo, Carrasco aseguró: “Planeamos que cada escritor pueda promocionar sus nuevas obras y que los visitantes puedan ir a sus cuentas de Instagram u otras redes sociales para que los conozcan y puedan adquirir otras de sus obras. La visibilidad y el enlace con la población es importante para mantener la pasión por la lectura y la cultura panameña”.

La Feria Internacional del Libro de Panamá se llevará a cabo del 13 al 16 de agosto de 2020, de manera virtual.

Carrasco destacó que la organización ha volcado sus esfuerzos a dar una mano amiga a las librerías y escritores con comunicación constante, junto con MiCultura, para mejorar la gestión de la reapertura de las librerías físicas en el país. “El Ministerio de Cultura siempre ha estado muy atento con respecto al desarrollo y planeación de la feria, lo que nos alivia. Pero aún hace falta mucho que hacer para llegar a una estabilidad como la que había precovid”, puntualizó.

Con buena cara frente al cambio inminente que vendrá para las librerías y el sector editorial panameño, tanto Carrasco como Peña identifican la importancia de mantener a la población inmersa en los nuevos proyectos que se desarrollan para su beneficio y disfrute. “Las librerías son hogares para muchos escritores nacionales y para los demás actores que trabajan para hacer posible que cada ciudadano pueda tener una copia de un libro original en sus manos”, aseguró Carrasco. “Son un pilar fundamental del sector cultural de Panamá; dejarlas morir sería lo mismo que derrumbar museos o teatros, porque se perdería un gran archivo de riqueza de conocimientos y pensamientos únicos que nos ayudan a ser mejores; simplemente no podemos perderlas”.

De igual manera, Peña reflexiona: “Las librerías son una herramienta fundamental dentro del desarrollo cultural y educativo de Panamá y de cualquier país. El rol que juega para los jóvenes y niños es impresionante porque les permite adquirir conocimientos que en los colegios no podrían tener”. Además, incentiva a los padres de familia a que: “ahora, más que nunca, deben tomar mayor conciencia de crear un hábito a la lectura y formar a los pequeños de manera instructiva desde casa, porque este nuevo estilo de vida será con lo que las nuevas generaciones crecerán. Y nosotros, como librerías, debemos prepararnos para ayudar a la educación cultural y llegar a cada rincón del país”.

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