¿Valen la pena las reuniones en la empresa familiar?

Actualizado
  • 17/10/2020 00:00
Creado
  • 17/10/2020 00:00
Una reunión familiar puede ser formal o informal, llevada a cabo alrededor de la mesa después de comer, o durante otro tiempo acordado

Recuerdo cuando muchos años atrás incentivé las reuniones en nuestra empresa. Eso fue algo que aprendí al trabajar para las transnacionales: reuniones de seguimiento, metas y evaluación de desempeño. Comencé convocando a mi padre y hermano, ofreciéndoles galletas y soda para el break. No había un horario definido: yo la proponía y nos reuníamos. Me encargaba de dirigir la reunión, que terminaba siendo un monólogo, pues ellos no hablaban, solo escuchaban. Sin embargo, fue una práctica que poco a poco se institucionalizó en el negocio.

Una buena forma de iniciar a la familia en los oficios regulares es la reunión familiar. Una reunión familiar puede ser formal o informal, llevada a cabo alrededor de la mesa después de comer, o durante otro tiempo acordado. Es indispensable que todos los miembros de la familia estén presentes, excepto, claro está, los niños pequeños.

En este tipo de reunión, los miembros pueden establecer reglas justas y consecuencias por acciones u omisiones específicas, compartir preocupaciones, resolver conflictos, hacer planes para contratación o salida de familiares de la empresa, vacaciones, etc.

El clima debiera ser tan relajado, que incluso pueda haber actividades de diversión como juegos, etc. Una buena amiga, fundadora de su empresa familiar, me dijo una vez: “Yo repaso semanalmente las actividades haciendo reuniones; también celebramos triunfos con las reuniones, y finalizamos siempre con una oración”.

Pudiera ser que no logres hacerlas semanalmente como mi amiga; si es difícil convocar a todos a una reunión, imagínate hacerlo cada semana.

No planifiques tanto, la frecuencia puede ser semanal, mensual o trimestral. Si resulta difícil hacerlo, no te rindas. Lo importante no es cumplir con un itinerario rígido para celebrar las reuniones, sino desarrollar, además de los puntos mencionados con anterioridad, un centro de conversación en el que se discutan puntos importantes de tu empresa familiar: lo que se quiere hacer juntos, cómo está funcionando la empresa y cuáles cambios podrían hacerse para que el negocio de la familia funcione mejor.

¡Recuerda! La reunión familiar es una herramienta para mejorar tu empresa, y no otra carga.

Lo más probable es que tengas dificultades al comienzo, por lo que debes ir preparado. Yo comenzaba diciendo: “Esta reunión es para hablar cosas positivas para la empresa”.

Al finalizar, establezcan la fecha para la próxima reunión. Es importante crear el hábito de fijarla y que esté separada en la agenda de cada asistente.

Hasta la próxima, recuerda seguirme @papasakellariou.

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