Aristides Rivas: 'El talento representa una mínima parte del éxito'

Actualizado
  • 21/03/2021 00:00
Creado
  • 21/03/2021 00:00
El cellista es uno de los invitados al IV Cello Fest, organizado por la Escuela de Violoncello de la Universidad de Panamá y la Fundación Sinfonía Concertante. Asegura que todos tenemos talento, pero algunos elementos son más determinantes en la carrera de un artista
Aristides Rivas

El mundo ha cambiado, nadie puede dudarlo y sobre todo en estos últimos dos años. Y a pesar de todas las dificultades que una pandemia puede haber generado, también ha representado nuevas oportunidades. La cuarta edición del Cello Fest, iniciativa de la escuela de Violoncello de la Universidad de Panamá y Funsincopa se llevará a cabo desde mañana 22 de marzo hasta el 28, ofreciendo 7 días de actividades para violonchelistas, entusiastas del instrumento y amantes de la música de todas las edades y niveles, a través de clases maestras, taller de luthería de cuerdas, taller de golpes de arco y vibrato, uso de plataformas, uso de equipamiento, taller de repertorio latinoamericano, taller uso de software, taller de presentación y uso del “Catálogo Sphinx” de Música Latinoamericana. También se desarrollarán ensambles de violoncello y recitales de estudiantes y profesores.

Debido a la situación especial que el mundo atraviesa, esta edición del festival se llevará a cabo en una combinación de actividades virtuales y presenciales con una amplia variedad de opciones de participación.

Y es justamente esta coyuntura la que ha facilitado la participación del venezolano Aristides Rivas, cellista invitado a esta cita artística y cultural y quien estará encargado de una de las clases maestras del festival.

“Es mi primera vez participando en el festival. Conocí al maestro Isaac Casal en el 2003, y desde entonces hemos estado en contacto y conociendo mucho de lo que está haciendo, incluyendo este festival. Habíamos hablado en los últimos tres años sobre la posibilidad de ir y nunca se dio, por diferentes motivos. Esta vez, aprovechando que lo virtual facilita algunas cosas, tuve la posibilidad de hacerlo”, cuenta el violoncelista.

Por Panamá estuvo hace ya más de 10 años y tenía muchas ganas de venir y compartir con los instrumentistas panameños algunas de sus experiencias como ha hecho en Cellistico, festival de Puerto Rico y otras citas similares incluso en Lituania, pero la pandemia dictó la pauta. “El último año he estado participando en muchos eventos porque la virtualidad te permite participar en festivales en Lituania, Perú o cualquier lugar, desde tu casa y aunque no esté en persona, estoy emocionado de poder compartir con los alumnos y con los otros maestros, muchos de ellos muy queridos amigos míos que van a ser parte del elenco de este festival”, asegura.

El violoncelo

¿Escogió Rivas el violoncelo o el instrumento lo escogió a él?, pues eso no está muy claro, según establece el músico. Sus inicios en la música fueron tocando el cuatro, instrumento folclórico de su país. Mi maestro de cuatro fue quien me llevó a uno de los núcleos del sistema de orquestas de Venezuela, él me enseñó todos los instrumentos, y confieso que cuando vi el violoncelo inmediatamente supe, a esa edad y con la convicción de un niño de esa edad, que ese era mi instrumento y que me quería dedicar a eso por el resto de mi vida y bueno, nadie me sacó de allí. Nadie me ha sacado todavía”, asegura.

De ese momento han pasado tres décadas y el sentimiento no ha cambiado para Rivas. “Es un instrumento que me llena de alegría cada vez que lo toco, conecta con mi alma y me ayuda a conectar con el alma de otros seres humanos”, afirma.

Para el cellista, “la música tiene esa posibilidad de abrir puertas, de conectar a la gente más allá de un simple entretenimiento; es algo que va mucho más profundo, más allá del intelecto y tengo ese privilegio, esa posibilidad que Dios medio de poder hacer esto como una carrera y lo sigo haciendo y me entusiasma mucho apoyar a cualquiera que quiera aprender”.

Sobre el repertorio del instrumento, renuncia a establecer algún favorito. “Es como preguntarle a mi mamá cuál de sus hijos es el favorito; cada obra te ofrece un mundo diferente, cada obra es una historia diferente y no hay historia más valiosa o más bonita que otras, simplemente son diferentes”, sostiene. Además, la forma en que se abordan puede cambiar con el tiempo. “Hay etapas de la vida que te preparan para entender cierta obra o composición y ciertas experiencias personales te ayudan a entender lo que una obra tiene para ofrecer. Yo me puedo enamorar de una obra que estoy aprendiendo, la toco y la guardo, pero cuando la vuelvo a tomar, años después, la experiencia puede ser distinta porque he cambiado como ser humano, la relación personal es otra con esa pieza. Es parte de la magia y la belleza de hacer esto, todo está en constante cambio: uno cambia como hombre, como artista, cambian tus valores y cuando te pones más viejo puedes ser más terco o más dulce… todo depende de qué uno decide fomentar”, analiza.

Con respecto a su clase maestra, esta es muy específica: golpes de arco y el vibrato. “Cada instrumento tiene diferentes formas de ser ejecutado, es como la dicción, mientras en un idioma debes pronunciar la erre con la lengua, en otro, tienes que hacerlo con la garganta”, ejemplifica. En el caso del cello, el golpe de arco y el vibrato son esenciales, es la dicción del instrumento, son herramientas que te ayudan a generar ciertos sonidos que al final te llevan a expresar una frase musical, una idea, un sentimiento, una emoción; son herramientas esenciales a la hora de ejecutar. Tuve la suerte de tener maestros que me lo explicaran muy bien, y a mí me apasiona hablar a profundidad de estas herramientas”, asevera.

Ensamble de cellos presentado en una de las salas del Biomuseo
El maestro, el instrumentista

Y es que Rivas se dedica a la enseñanza del instrumento en la Universidad Bautista de California. “Mi posición es como maestro en la universidad, mi responsabilidad es dictar clases de violoncello pero trabajo también con cuartetos de cámara, tríos y es interesante porque tengo la oportunidad de traer talentos para que estudien y se desarrollen en esta universidad. Para mí es un honor ser parte de esta formación.

Como instrumentista, el venezolano ha tenido la oportunidad de presentarse en importantes escenarios y trabajar en producciones musicales.

“He tenido mucha suerte”, dice. “ Ha habido gente que me ha ayudado, que vio algo en mí y eso, combinado con muchas ganas de hacer las cosas, con mucho amor, me ha abierto las puertas”, confirma.

Entre aquellas experiencias que considera únicas, está la de haber tocado junto al Maestro Paquito De Rivera. “Es una leyenda viviente y tener la posibilidad no solo de escucharlo tocar sino estar sentado al lado de él, al mismo nivel, tocando música de cámara y viajando, es una experiencia que me cambió la vida, me sirvió mucho para seguir adelante y para aprender. Para mantener la mente abierta, sin límites”, comenta. De acuerdo con el músico, en vez de enfocarse en una meta se puede poner más energía al camino, al día a día.

Aunque de formación clásica, Rivas tuvo la oportunidad de formar parte del quinteto de jazz de Julian Lage, junto al percusionista colombiano Tupac Mantilla, el bajista peruano Jorge Roeder y el saxofonista Dan Blake. “Tuve la oportunidad de componer, de hacer arreglos, de ejercitar mi mente y creatividad de una manera que la música clásica no me lo había exigido todavía. Y fue muy interesante. Al año de haber empezado el proyecto grabamos un disco que fue nominado para un Grammy. No fuimos a la ceremonia, estábamos en Alemania en un festival. No ganamos el Gammy pero fuimos a los más grandes festivales de Jazz en Estados Unidos y Europa. Estar en ese ambiente fue algo mágico, ha sido parte muy importante de mi formación, de lo que soy ahora como músico, me ayudó a tener una mente más abierta sobre quién soy yo y qué enfoque o interpretación darle a la música clásica. Creo que el estar en ese ambiente me hizo un mejor músico clásico, algo que no había esperado.

Talento y oportunidades

Para Rivas, el talento no es una determinante en el éxito de un músico. “Creo que todos tenemos talento y lo que no se toma mucho en cuenta son otras cosas que están detrás de un artista exitoso. El talento para mí es un porcentaje muy pequeño, lo que sí cuenta y no todos tenemos es el acceso, el apoyo a crecer. Este apoyo puede ser moral, por parte de la familia o el maestro, puede ser apoyo financiero, para un instrumento, o las clases; el acceso a una beca...”, opina.

Y, ¿cuál es el consejo más valioso que le daría a un estudiante? “Una de las cosas más difíciles de enseñar no tiene nada que ver con el arte, pero todo o mucho depende de eso: valores, disciplina, crear buenos hábitos de estudio, de concentración, entrenar la mente, aprender a estudiar”, porque no se trata solo practicar, sino aprender a hacerlo bien. Es un proceso que hay que cultivar poco a poco y que depende del estudiante. “El maestro solo te puede dar la dirección, pero el trabajo es de cada individuo. La mentalidad es lo más difícil de cultivar. La disciplina, el trabajo y la constancia son lo más importante que alguien puede tener para lograr cualquier cosa”, concluye.

Cuarta edición del Cello Fest
Actividades académicas y artísticas

Los recitales se desarrollarán los días 24, 25, 26, 27 y 28 de marzo a las 7:00 pm y serán transmitidos en la cuenta oficial de Facebook de “Universidad de Panamá Cello Studio” y puntualmente el Recital de Ensamble del miércoles 24 de marzo será transmitido por Somos Cultura 247, en TV 46 Cable Onda, 35 Cable & Wireless , Radio 88.9 FM y redes sociales @somoscultura.

Los interesados en participar en estas actividades pueden encontrar la información detallada en www.funsincopa.org y en sus redes sociales @funsincopa en instagram y facebook o escribir a info@funisncopa.org

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