Chile, entre dilemas sociales y una nueva ola de covid-19

Actualizado
  • 05/04/2021 00:00
Creado
  • 05/04/2021 00:00
El país sudamericano efectuó la mayor campaña de vacunación contra la covid-19 en la región, sin embargo, el regreso al confinamiento ha creado preocupación internacional.
Chile ha alcanzado el millón de casos activos de covid-19 tras el rebrote.

Chile se ha convertido en el único país de Latinoamérica en alcanzar un 35,55% de su población total (18,95 millones de personas, según datos del Banco Mundial hasta 2019) vacunada contra la covid-19, lo que ha flexibilizado las restricciones de movilización, recreación y comercio en el país.

La campaña masiva lo ha posicionado como el tercer país del mundo con una mayor efectividad de vacunación, por detrás de Israel, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido, según datos de la plataforma Our World in Data.

El Ministerio de Salud ha indicado que el sistema está al límite de su capacidad.

Aun con este pronóstico, los expertos en salud mundial señalaron que la población pudo haber caído en una falsa sensación de calma y ha bajado la guardia frente al virus, teniendo como resultado que actualmente Chile regresara al confinamiento, con cuarentenas totales los fines de semana.

Pese a que más de un tercio de su población ya ha sido vacunada, Chile está registrando cifras récord de nuevos casos de infecciones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La nueva serie de estrictas medidas de confinamiento ha afectado la movilidad de la población chilena y los nuevos casos han puesto al sistema de salud en su punto límite con la ocupación en las unidades de cuidados intensivos llegando a un 95% de su capacidad.

Más del 30% de los chilenos han sido vacunados.

“Tras la distribución de vacunas hay quienes dejan de cumplir medidas tales como el distanciamiento físico, la higiene de manos, la ventilación o evitar lugares concurridos, y todo eso tiene que continuar junto a la vacunación”, alertó en rueda de prensa la responsable de la unidad técnica anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove, reseñada por el medio británico BBC.

El pasado domingo, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, publicó un comunicado alertando sobre la situación de nuevos contagios en el país, al mismo tiempo que pidió al Congreso retrasar cinco semanas la votación prevista para principios de abril para elegir a los representantes que redactarán una nueva Constitución y a otros funcionarios. “Proteger la salud de todos nuestros compatriotas ha sido siempre nuestra primera prioridad”, comentó el mandatario en sus redes sociales, “y proteger la salud de nuestra democracia, cumplir compromiso y asegurar un proceso electoral democrático, participativo y seguro, lo es también”.

Un sistema que colapsa
Sebastián Piñera, presidente de Chile, pidió retrasar la votación para la nueva Constitución.

Con más de 7 mil nuevos casos de covid-19 en un día, el principal hospital de la ciudad de Valparaíso, el hospital Carlos Van Buren, confirmó al diario El Mostrador que debió habilitar un nuevo espacio para custodiar los cuerpos de fallecidos, dada la alta demanda de atención médica y una ocupación del 98% del espacio en la unidad de cuidados intensivos (UCI).

Asimismo, el reporte de circulación de variantes del SARS-CoV-2 en Chile, publicado el 12 de marzo y realizado por el Departamento de Epidemiología de Chile, arrojó que se detectaron casos activos de nuevas variantes procedentes de Brasil y Reino Unido.

En representación del cuerpo de profesionales de la salud, Francisca Crispi, presidenta regional en Santiago del Colegio Médico de Chile, afirmó a The New York Times que “entre el 20% y el 30% de los profesionales de la medicina en el país han pedido licencia porque están muy agotados”.

Enrique Paris, ministro de Salud de Chile.

“Muchos tienen problemas de salud mental e ideaciones suicidas”, añadió. “Nadie duda que el proceso de vacunación ha sido un gran éxito”, dijo. “Pero se transmitió un falso mensaje a la ciudadanía de que, como ya estamos vacunando, se acaba la pandemia”.

Chile también permitió la reapertura de gimnasios, iglesias, centros comerciales, restaurantes, y hasta casinos, de igual forma siguió con el plan de iniciar las clases el pasado 11 de marzo, pese a las precauciones de los expertos.

El ministro de Salud, Enrique París, defendió el sistema de permisos para vacacionar que se otorgó a los chilenos a inicio de año, pero reconoció que el gobierno debió haber sido más “enfático” al transmitir que el virus seguía siendo una gran amenaza. “El error quizá fue no haber tenido una comunicación de riesgo evidente para darle a la gente que tomó ese permiso la instrucción necesaria para que mantuviera en su lugar de vacaciones las medidas que mantenía en los lugares de origen”, dijo el ministro al Diario Libre.

Chile aprobó el uso de CoronaVac para su campaña.

La campaña de vacunación en el país se realiza bajo una alianza con el laboratorio CanSino para distribuir sus vacunas al mismo tiempo que las del conglomerado estadounidense-alemán Pfizer/BioNTech, del laboratorio chino Sinovac y del británico AstraZeneca. “Hemos llegado a un acuerdo con CanSino (...) que nos permite adquirir 1,8 millones de dosis adicionales de esta vacuna. CanSino es una vacuna de origen chino-canadiense, en base a tecnología de adenovirus humano, y tiene una particularidad, requiere una sola dosis”, dijo a EuroNews el presidente Piñera.

“La estrategia de disponer de la vacuna ha sido espectacular, pero fijémonos en los resultados, en la cantidad de personas que está sufriendo y muriendo. Teníamos todas las señales, correspondía decir que esto es grave, para que se tomen medidas personales. Desde el punto de vista sanitario es totalmente contraproducente transmitir un mensaje de éxito”, señaló al diario alemán DW, Ernesto Laval, ingeniero doctorado en educación y especialista en comunicación de datos.

Al ritmo de vacunación actual, Chile podría tener un 60% de su población vacunada en los próximos 67 días, según la plataforma Time to Herd, que rastrea la conversión de rebaño de inmunidad, pero esto no confirma una positiva reducción de casos activos. “Aún hay incógnitas sobre cómo se va a comportar la vacuna que estamos aplicando en Chile y falta la vigilancia de nuevas variantes”, observó Laval.

Además de los altos niveles de contagio, el país procedió a aprobar el uso de la vacuna Corona Vac, del laboratorio Sinovac, pero este aún no ha publicado el estudio final de fase tres que indica su efectividad , según informó DW. La más reciente información entregada por la PUC indica que, después de dos dosis, se encontraron anticuerpos en el 90% de los inoculados, pero no se sabe en qué nivel. Según informes preliminares, en Brasil habría registrado una eficacia de 50% y en Turquía de 83%.

“Me preocupa mucho la situación. A la vez que se está vacunando tenemos un aumento muy grande de contagios y esa combinación no es buena, porque hace que los virus tiendan a defenderse y a mutar. No me extrañaría que si la situación continúa así podamos tener una variante chilena”, alertó a DW la Dra. Muriel Ramírez, especialista en salud pública y epidemiología, y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte.

Asimismo, la especialista instó a la población chilena a no pensar que la “única solución a la pandemia son las vacunas, porque no lo son”, sino que se requiere de un sistema de salud y prevención con medidas de bioseguridad seguidas al pie de la letra por los pobladores. “Tiene que haber una mirada más social en la forma de enfrentar la epidemia y no solamente biomédica”, propuso la especialista.

El caso de Chile sirve como referencia para el resto de Latinoamérica; el camino es mantener estrictas medidas sanitarias y de bioseguridad, con políticas públicas acertadas en áreas urbanas y rurales dentro de los países.

“Nuestra tarea es educar, que sepan lo que hemos aprendido y en lo que hemos fallado. Somos un país que tiene recursos para gastar en esto, pero un país desigual. La salud pública demuestra que la prevención y la contención es más económica y salva vidas”, indicó al diario alemán la Dra. Sandra Cortés, salubrista y académica de la Facultad de medicina de la Universidad Católica.

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