Las excusas como camino al fracaso

Actualizado
  • 29/05/2021 00:00
Creado
  • 29/05/2021 00:00
Con demasiada frecuencia aceptamos nuestras excusas como razones por las que no podemos lograr lo que nos propusimos y, en lugar de buscar alternativas, nos damos por vencidos
Todo está al paso de una decisión.

Cuando no ofrecemos nada más que excusas en nuestras vidas, no estamos siendo honestos con nadie, principalmente con nosotros mismos.

Puede que estés tan acostumbrado a dar explicaciones de porqué no hiciste tal o cual cosa, que creas que eso no es dar excusas. Las excusas pueden parecer razones racionales, y pueden verse como motivos para que no hagamos algo.

Con demasiada frecuencia aceptamos nuestras excusas como razones por las que no podemos lograr lo que nos propusimos y, en lugar de buscar alternativas, nos damos por vencidos. ¿Te suena familiar?

Analizando la diferencia entre quienes son maestros de las excusas y quienes no, he podido notar que quienes hacen sin excusas, logran metas, se equivocan y continúan, son quienes se responsabilizan por su vida y no esperan nada de otras personas.

Al contrario, los que siempre tienen un “lo que pasa es que...” suelen hacer malas elecciones, no logran avanzar, se creen lo que se cuentan. Y estarán rodeados de personas iguales.

Estas personas pueden ser anclas en la vida de las personas que sí quieren hacer. Cuando quieras comprender por qué alguien no te contrató, o por qué no te han elegido para algo, piensa si hay algo que puedes mejorar en ti.

No siempre va a ser así, pero da una mirada crítica y amorosa sobre ti mismo, analiza si hay algo que pudiste mejorar, y cámbialo.

Por qué no ser honestos. Tal vez por ser amables nos ofrecemos a hacer algo con una persona, ya sea en el trabajo o en el juego, pero luego lo postergamos. Esto desvía nuestra energía para mantener la verdad a distancia mientras continuamos con una falsedad.

Pero cuando podemos asumir la responsabilidad de nuestros sentimientos y expresarlos honestamente, con gentileza, la otra persona es libre de encontrar a alguien que sea más adecuado para acompañarlos mientras nosotros somos libres de perseguir las cosas que nos gustan. Cuando podemos hacer esto, nuestra energía se puede invertir en construir mejores vidas y relaciones.

Hay otra forma en que las excusas nos roban la energía, y está en el poder de nuestros pensamientos y palabras. Si nos encontramos en una situación, por ejemplo, en la que se nos pide una contribución financiera, pero usamos la excusa de que no podemos pagarla, creamos y atraemos carencias y limitaciones a nuestras vidas.

Lo mismo ocurre con cosas como fingir que no se siente bien o cualquier otra declaración falsa. Cuando podamos comprometernos con nuestras prioridades, asumir la responsabilidad de nuestras elecciones y comunicarlas honestamente a los demás, no habrá necesidad de poner excusas y tendremos mucha más energía para dedicarnos a todas las cosas que amamos.

Conferencista y coach
Lo Nuevo
comments powered by Disqus