Niños panameños aprenden jugando Panamá en 100 pasos

Actualizado
  • 26/09/2021 00:00
Creado
  • 26/09/2021 00:00
Un juego de mesa creado por Camila Díaz Guardia y sus amigos demuestra que es mucho más fácil aprender de una forma divertida. Contestando correctamente una serie de preguntas y con algo de suerte, se puede llegar a
Los conocimientos de nuestro país se pueden afianzar mediante el juego.

Como a todo adolescente, Camila Díaz Guardia se sentía como gato enjaulado dentro de su casa durante aquellos meses de cuarentena. Sus actividades se redujeron a los encuentros virtuales con familiares, amigos y claro, para las clases, una solución momentánea en medio de la crisis de salud generada por la pandemia de covid-19.

A pesar de todo, Camila gozaba de un ben espacio en casa y las facilidades tecnológicas para poder atender sus obligaciones como estudiante y seguir adelante con su educación. Pero estaba consciente de que esto no era así para todo el mundo.

“Estaba preocupada por la educación que están teniendo los niños debido a la pandemia, una educación a través de la radio o por un teléfono celular, y si para mí es difícil concentrarme, llegó un momento en el que ya no podía concentrarme para nada, me pregunté cómo estos niños escuchando una radio se iba a poder concentrar”, comenta Camila.

Entrega de juegos en Pedasí

En momentos en que es difícil mantener la mente serena y en que muy pocos se empeñan en la formalidad de los estudios y nadie quiere hacer tareas, la estudiante de secundaria pensaba que debería haber alguna forma en que los niños pudiesen seguir aprendiendo, de una forma divertida y en la que no fuese necesario el uso de tecnologías. Así, sería accesible a todos.

Después de algún tiempo dando vueltas a la idea, Camila reclutó a algunos amigos cercanos para empezar a trabajar en un proyecto educativo y lúdico. Cuando las medidas de confinamiento empezaron a suavizar, el grupo de chicos se pudo reunir y decidieron poner manos a la obra para crear Panamá en 100 pasos, un juego de mesa inspirado en Escaleras y toboganes, pero cuyo final no depende solo de la suerte del jugador al tirar los dados. El avance en el tablero dependerá más bien de si el jugador responde bien una pregunta de trivia.

Son 100 pasos pues el tablero está dividido en 100 cuadrantes y la meta es llegar al extremo superior del tablero, en este caso, la copa de un frondoso árbol Panamá, logrando los puntos de las preguntas respondidas correctamente y aprovechando alguna de las sogas por donde se puede tomar atajos. Pero también habrá que tener cuidado si en el camino aparece una serpiente que hará que el jugador deba descender. “Si caes en la cola de la soga, puedes subir hasta el principio de la soga. Y si caes en la cabeza de la serpiente tienes que bajar hasta la cola”, explica.

El objetivo es llegar a la copa del árbol Panamá, respondiendo las preguntas.

Una caja colorida contiene un tablero, fichas hasta para ocho jugadores, una carta-invitación que anima a los niños a jugar y a aprender, junto con las instrucciones y dos juegos de tarjetas con preguntas y tres opciones de respuestas. Cada pregunta representa un número de pasos que se pueden adelantar.

“El juego básicamente consiste en responder las preguntas que están en cada una de las tarjetas. Para ello tienes tres posibles respuestas. La información la obtuvimos de libros de tercero y quinto grado de primaria”, detalla.

Algunas preguntas son de cultura general, español y ciencias sociales: historia y geografía y cultura del país. La intención es que el juego alcance a grupos de niños de estos niveles.

Camila Díaz Guardia

Cada nivel cuenta con unas 60 tarjetas, calculadas para se pueda llegar hasta la copa del árbol y ganar la partida.

“Inicialmente no sabíamos qué queríamos hacer. Empezamos por estudiar un poco las características de los juegos de mesa que conocíamos, buscamos en internet y vimos cual creímos que funcionara mejor para hacer algo educativo. Rayamos mucho papel hasta que nos decidimos por una combinación entre 'Chutes and ladders' y preguntas con tarjetas como el juego 'Sorry' ó 'Trivia”, menciona.

Para seleccionar las preguntas, a los chicos les correspondió estudiar. Adquirieron y revisaron los libros que actualmente utilizan los módulos escolares de esos niveles y seleccionaron algunas preguntas que pudiesen ser utilizadas. “Buscamos algo que nos pareciera muy bueno y que aportara valor al juego”, dice. “ preguntas con información que los niños debían saber, información que les resulte útil el resto de su vida”, agrega.

Familias completas acudieron a buscar su juego en la comunidad de Pedasí

En el proceso, se preguntaron por qué en algunos casos la información existente aparecía de forma complicada, poco amigable, no adecuada para el nivel o hasta poco relevante. Pero en otros casos, no encontraron datos que consideraban, debían estar allí, o una información muy simplificada. Luego de deliberar y seleccionar, las preguntas para los dos niveles estuvieron listas.

“Demoramos unos cuatro meses haciendo este trabajo porque no podíamos vernos tan seguido y queríamos hacerlo juntos”, recuerda Camila. Y claro, era importante también tener la oportunidad de compartir. “Cuando empezamos a hacer esto, teníamo casi medio año de no vernos”, resalta.

El siguiente paso fue materializar el juego de mesa y hacerlo llegar a diferentes comunidades. La primera tirada de los juegos se realizó con aportes familiares. Posteriormente se han hecho campañas para recoger algunos fondos a través de redes sociales. A través de fundaciones y agrupaciones vecinales Panamá en 100 pasos ha llegado a diversas comunidades de la capital y el interior de la república.

Niños de la comunidad de Pedasí aprenden a jugar Panamá en 100 pasos

Los primeros se distribuyeron a través del Banco General, que atiende la comunidad de Burunga. Desgraciadamente fue cuando la pandemia estaba en un momento complicado, “no pudimos hacer las entregas personalmente pero llevamos los juegos para que los pudiesen distribuir”, cuenta Camila quien ha ido personalmente a distribuir los juegos en un centro de atención a niños en riesgo social en Mañanitas, en Pedasí, Penonomé, Vaquilla,Chiguirí Arriba, Churuquita Grande y en La Soledad de Olá. Próximamente se hará entrega en Los Destiladeros.

A la fecha se han entregado alrededor de 400 juegos, uno por familia. Con los enlaces que se han establecido en las comunidades se hace la consulta sobre cuántos se necesitarán aproximadamente.

Camila se siente orgullosa y a la vez agradecida de la acogida que el juego ha tenido en los lugares donde se ha distribuido. Y aunque este año finaliza la secundaria y partirá fuera del país a continuar su educación universitaria, piensa dejar encaminado su proyecto para que continúe.

“He conversado con la directora de mi escuela y hemos decidido establecer una agrupación para que los estudiantes que están dispuestos a trabajar en continuar este proyecto, lo puedan hacer y siga adelante”, dice.

Además de continuar distribuyendo el juego, está la posibilidad de trabajar juegos de tarjetas con preguntas para más niveles o hacer juegos con temáticas diferentes, incluyendo la educación sexual.

“Quiero seguir trabajando en el juego y ver hasta dónde se puede expandir. Estoy feliz de que Panamá en 100 pasos se haya podido repartir y que a los niños les haya gustado; los he visto disfrutando con el juego. Con que un niño haya abierto el juego y jugado con su familia siento que cumplí mi misión”, concluye.

En el sitio www.100pasos.com, obtenga más información de este juego y cómo puede apoyar para que llegue a más comunidades apartadas.

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