¡La música no puede parar!

Actualizado
  • 09/01/2022 00:00
Creado
  • 09/01/2022 00:00
La 'Dama del Jazz', Idania Dowman está convencida de que la música es una gran medicina para el alma. Por ello, anima a todos a contagiarse de la alegría que nos proporciona el Panama Jazz Festival. Dowman ofrecerá su concierto el martes 11 de enero
¡La música no puede parar!

Para Idania Dowman, 'La Dama del Jazz', estar en un escenario es una celebración, es una fiesta personal con todo el que asiste a escuchar sus interpretaciones. Y participar en el Panama Jazz Festival “es una triple alegría”, dice con entusiasmo en entrevista a La Estrella de Panamá. “Primero, porque es un género muy de mi

cultura; segundo, porque Panamá ha sabido decir 'me gusta el jazz y lo voy a disfrutar' a vox populi y tercero, porque es un momento en el que puedes compartir con tantas generaciones juntas, tantas energías juntas, ver muchachos con hambre de

querer ejecutar, aprender… tener ese contacto con artistas de mayor trayectoria... conocer sobre otros géneros, otros países, es conocer, compartir, incluso ofrecerte un futuro profesional a través de una beca. Es una fiesta muy linda”, asegura. “Para mí, es como si fuera un diciembre”, agrega.

En la edición XIX del Panama Jazz Festival, Dowman ofrecerá un concierto en el Teatro Ateneo la noche del martes 11 de enero. “Aparte de mucha alegría y esas ganas de compartir la magia de la música con mi gente, como siempre, este año voy a compartir un proyecto de interacción e inclusión generacional”, cuenta. “La mayoría de las veces he estado con mi grupo básico que es The Emotions, pero esta vez quise aportar a esa inclusión. Tengo a un Lloyd Gallimore de Los Beachers interactuando con Eric Blanquicet en la percusión…” y antes de continuar revelando su alineación de músicos, recapacita y dice “no voy a decir toda la sorpresa, los voy a dejar picados...”.

Lo que sí confirma es que, durante su espacio en escena, el público podrá disfrutar de un repertorio cargado en fusiones de soul con jazz, negroide con jazz y claro, complacerá a sus fanáticos con temas de su producción Al desnudo, lanzado a través de las plataformas de streaming en el año 2020.

“La idea es hacer en una hora un pequeño recorrido de fusiones de corrientes nuestras, que mi público se sienta identificado con esas canciones que no se olvidan y con las nuevas producciones mías que han sido bien aceptadas gracias a Dios”, destaca.

Música en pandemia

Al desnudo en una producción que consta de ocho temas que hacen un recorrido por diversos géneros musicales pero que guardan una misma esencia. Dowman me pregunta cuál de los temas de su producción me gustó más. Le confieso que “Lypso Jazz” una pegajosa fusión de calypso, jazz y música creole de salón. “¡Sí!”, exclama, “es que el calypso lo tenemos todos en las venas”, y a pesar de lo que muchos piensan, es un género que puede mantener su actualidad. “Hice este tema para demostrar a los muchachos que se puede hacer un calypso moderno, contemporáneo solo hay que fusionar algunas cositas ricas”, dice con picardía.

Al desnudo surge como un proyecto que llegó a cubrir la falta de escenario que generaron las medidas de confinamiento. “Empiezas a desarrollar otras cosas. El tiempo, para tantos compromisos -Gracias a Dios- era muy corto, tenía que hacer las cosas de a poquito… pero cuando llegó la pandemia pude sentarme y decir, puedo hacer un video, plantear cómo lo quiero y cómo lo transmito a la gente. También pude acercarme más al público a través de las redes sociales. Tuve mucho acercamiento, sobre todo por Instagram”, indica.

Además pudo apoyar algunos proyectos como Mi Cultura en Casa. “La música, el

entretenimiento es muy importante, es una medicina fuerte, eso ayudó mucho y me alegro de haber sido parte de este programa, independientemente de cómo algunas personas lo hayan percibido. Fue un programa hermoso y lo aplaudo. Ojalá que más adelante se pueda seguir haciendo, porque tuve muy buen feedback de la gente, la gente me escribía preguntando qué más va a pasar este viernes?”, recuerda.

Y es que, según la intérprete, “el panameño es alegría y cuando le das un poquito de eso él se recarga”, insiste.

La cuarentena fue un momento difícil, sobre todo para los colegas músicos. “Dios me permitió ayudar a colegas y no colegas mientras se pudo. Todos vivimos situaciones muy fuertes y eso ha hecho que mantenga mi filosofía de vida, que es que hay que vivir cada día como si fuera el último, hacer y dar lo mejor de ti cada día, decir una palabra bonita a quien tengas al lado tuyo, porque esa palabra, esa sonrisa ese guiño de ojo le va a servir para levantar ánimo. En una situación tan complicada y difícil, hay que buscar el lado positivo de las cosas”, declara.

Porque en todo hay enseñanza, un lado positivo. Aunque una pandemia nos ha traído desgracias, “estamos aprendiendo que somos humanos, que somos carne, somo débiles, estamos hoy, mañana no sabemos, así que cada día tenemos que dar lo mejor de nosotros. Tener tiempo de calidad con nuestros seres queridos y verdaderas amistades y simplemente hacer como digo yo, crear momentos 'polaroid',momentos inolvidables.

Dowman invita a todos a buscar siempre el lado positivo de las cosas, a no quedarse en el lamento, porque hay que seguir subsistiendo y “los que estamos aquí tenemos que apoyarnos, cubrirnos, protegernos para que podamos sobrevivir a esto que es una prueba no de país, es mundial”. Y aunque va a tomar tiempo, considera la cantante, “yo sé que los tiempos buenos van a regresar”.

Poco a poco la escena musical está regresando, “algunos locales están apoyando a los músicos, claro, todo dentro de las normativas de la bioseguridad; formatos pequeños: duetos o tríos dependiendo del tamaño de los locales y si son agrupaciones más grandes, se presentan en espacios abiertos. Hay que cerciorarse de que las personas tengan su mascarilla, que el público mantenga su distancia, ahí va, poco a poco, sé que las cosas van a ir mejorando. Creo que la música no puede parar la música es un alivio, es un oasis en el desierto”, sostiene.

Mientras, el trabajo no cesa. Se sigue escribiendo, componiendo, preparando videos. El más reciente fue justamente el de “Lypso Jazz”, que tuvo como escenario un islote en el archipiélago de Las Perlas, de acuerdo con Dowman, un lugar mágico. “Me sentí sexy, fue buenísimo y hasta descubrí una parte de Panamá que no conocía. Panamá tiene lugares divinos”, asevera.

Y fuera de los escenarios y las cámaras también hay proyectos. “Quiero trabajar mucho con los muchachos, que conozcan la historia musical de Panamá. Nuestro país tiene una historia muy rica y que no es conocida por los jóvenes; en otros países todos hablan de sus héroes musicales, todos conocen su historia, pero aquí preguntas sobre un cantante de otro ámbito y no lo conocen”, lamenta. “No es culpa de ellos, es de nosotros que no les hemos dado la información para que conozcan su historia”, agrega. Este proyecto de hacer más cercana la historia musical, Dowman piensa desarrollarlo a través de redes sociales como Instagram.

Como un aporte a los niños del área de Rio Abajo y Parque Lefevre, Dowman planifica desarrollar un programa que haga posible la interacción de estos con artistas de diversas disciplinas, incluyendo la música. “La idea es que una o dos veces al mes se haga una matinée, una interacción musical y que los chicos tengan la oportunidad de conversar con estas figuras, que les puedan preguntar cosas, que conozcan al artista, pero también al ser humano”, explica. “Que se entusiasmen e inspiren, pero que también se den cuenta de que todos somos humanos y que debemos trabajar, esforzarnos para lograr nuestros sueños y nuestros ideales”.

Por lo pronto, La Dama del Jazz se prepara para su participación en el Panama Jazz Festival, que arranca el lunes 10 a la 1:00 pm con una clínica sobre la presencia de la mujer panameña en la historia musical de Panamá. “De eso no se habla y hay muchas féminas que han hecho sus aportes a la historia musical del país. Y el martes en la noche, es el concierto”.

Dowman quiere incentivar al público a que apoye y asista a las actividades del Panama Jazz Festival. “Tenemos uno de los grandes festivales latinoamericanos aquí en casa y de Europa la gente se esfuerza en venir. Hay que aprovechar este espacio en que podemos ver, escuchar, conocer y aprender de grandes artistas que estarán aquí y hasta, ¿por qué no?, poder obtener becas de estudio. Otros países quisieran tener estas oportunidades y nosotros las tenemos. Aprovechen, que Danilo abrió la puerta para todos nosotros, y hay que disfrutarlo y aprovecharlo. Es una fiesta nuestra, una fiesta panameña”, concluye.

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