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- 29/01/2022 00:00

Puede que te parezca extraño, pero para poder continuar aprendiendo, necesitamos “desaprender”. Te explico con un ejemplo: hazte la idea que quieres llenar una jarra de agua, el problema es que la jarra ya está llena. ¿Qué harías?
Obviamente, tienes que vaciarla primero para poder volver a llenarla. Este proceso tenemos que aplicárnoslo también.
En nuestra vida vamos adquiriendo un montón de aprendizajes, por lo que observamos o por nuestras propias experiencias, y así vamos formando nuestras experiencias.
Aprendemos de los errores de los demás, así como de los aciertos; sin embargo, tememos equivocarnos, cometer nuestros errores, nos preocupa ser criticados. El caso es que si nuestras vidas están llenas de todo esto, ¿cómo vamos a conseguir algo nuevo o diferente? Hay que vaciar la jarra, porque no sabemos con lo que se llenó, tampoco dejar que otros llenen nuestras jarras. Pregúntate: ¿Quién llena nuestra jarra?.
El año 2022 necesita personas como tú, que estás leyendo esta columna, porque algo dentro de ti está despertando, está cambiando. Tú eres quien decidirá qué pasos deseas dar en 2022; trabaja tu presente y tu futuro llegará solo.
Busca desaprender, enfocando en crear nuevas metas de dos tipos; una enfocada al logro, y otra enfocada al hábito. Empieza definiendo tu meta de logro, incluyendo una fecha límite. Por ejemplo, empezar mis próximos estudios para el 30 de marzo, aumentar la facturación de mi negocio en un 10% para el segundo trimestre de 2022, leer tres libros por semana.
En cambio, las metas por hábito incluyen una actividad continuada, por ejemplo, jugar tenis dos veces por semana, comenzando el 1 de enero de 2022; llamar a cinco clientes prospectos cada semana empezando el 1 de enero de 2022; escribir 500 palabras diarias para mi próximo libro, comenzando el 1 de enero de 2022.
Puede que digas, “estoy cómodo ahora, empiezo luego”, y es que debemos vaciar la jarra, y aceptar la incomodidad porque nos acerca al crecimiento; nos hace desear algo más y nos obliga a cambiar, estirarnos y adaptarnos. Todos tenemos sueños de un 2022 mejor, hagámoslo, y seamos nosotros quienes llenemos nuestras jarras.
Hasta la próxima, guerrera, guerrero.