La feria de La Chorrera, crónicas de una tradición histórica

Actualizado
  • 06/02/2022 00:00
Creado
  • 06/02/2022 00:00
Es difícil imaginar al distrito de La Chorrera sin su característica feria, un evento que cumple más de medio siglo, y cuya presencia la convierte en uno de referentes culturales más importantes en Panamá
Tras casi dos años de estar cerrada por la covid-19, la feria abrió sus puertas el pasado 26 de enero.

La Feria Internacional de La Chorrera es un punto de encuentro para la tradición y cultura del distrito que lleva este mismo nombre. Un evento en el que la gastronomía, bailes, arte e idiosincrasia del chorrerano se muestra en toda su riqueza.

Es difícil imaginar a este bello distrito sin esta característica actividad que lleva ya 61 ediciones, y cuya relevancia la convierte en uno de los puntos culturales más importantes del país.

Los pioneros

Durante la década de 1950 el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) creó los llamados Departamentos de Extensión Agrícola, cuya finalidad era enseñar a los agricultores de la época mejores técnicas para el desarrollo de su profesión. Dentro de este departamento también se desarrollaron los clubes 4-S (Sentimiento, Saber, Servicio y Salud), que para la época se encargaban de educar a los niños de escuelas y comunicades técnicas básicas de agricultura, mediante la creación de huertos. Así como los Clubes de Amas de Casa, que brindaban a las mujeres técnicas de cocina, confección de muebles con materiales comunitarios, a coser y a construir fogones sin humo, entre otras cosas.

Los orígenes de la feria se encuentran en los eventos agropecuarios de la década de 1950

El encargado del Departamento de Extensión Agrícola en La Chorrera, fue encabezado por el productor jamaiquino Adlinton Bogner, quien estableció el primer “Día de Logros” en la comunidad, en conjunto con el también productor Ramón Henríquez y la señora Honoria Pinilla.

El Día de Logros consistía en una jornada nacional en que todos los pobladores de las comunidades, miembros de los clubes 4-S participaban llevando todo lo realizado durante ese año en materia agrícola, agropecuaria y del hogar a un sitio concreto. Allí se exponía al resto de la comunidad. En aquella primera ocasión se realizó en el parque Tomás Martín Feuillet de ciudad de La Chorrera. La actividad, que se realizó en 1960 y congregó a más de 100 personas, fue la semilla inicial que se convertiría luego en la feria.

Un año después, los señores Víctor Young, Mario de Pascuale y Tomás Bendimburg, miembros de la comunidad; tuvieron la idea de utilizar el concepto del Día de Logros para la realización de la primera feria del distrito. La iniciativa fue aceptada por el Concejo Municipal, quien destino B/.1,500.00 balboas para el desarrollo de la misma. Inicialmente el entonces presidente de la República, Roberto Chiari no estaba muy convencido de la idea pero el alcalde Diógenes de la Cruz lo convenció de realizarla.

Se determinó que la feria se realizaría durante las festividades de San Francisco de Paula, Santo Patrono del distrito. Es por ello que el 2 de abril de 1961 en los terrenos de la Escuela República de Costa Rica bajo un torrencial aguacero, se llevó a oficialmente la primera edición de la feria, con una afluencia de cientos de personas que desafiaron la lluvia.

El evento se convirtió en uno de los centros culturales clave del distrito.

Su primer presidente fue el chorrerano Víctor Young, quien fue clave para el desarrollo del evento, mientras que la primera reina de la actividad fue Josefina Pulice. Es en este momento cuando se toma la decisión de confeccionar una bandera que representara a la actividad, labor que quedó a cargo de Didia Aguirre, quien según comenta fue apoyada por Young, Bendinburg, Yico Velásquez, Luis Días, Andrés Barría, Gladys de León y Lolo Ramos. Se tomó como base los colores de distrito (verde, rojo y amarillo).

De lo local a lo internacional

Para 1963 el número de personas que visitaba la feria ascendió hasta tal punto que fue necesario buscar un lugar más grande para su realización. Así es que el comité de la feria solicitó al Consejo Municipal un terreno propio que fuese la sede del evento. Mediante el Acuerdo N°11 del 21 de febrero de 1963, se declaró objeto de utilidad un lote de terreno municipal de 14 hectáreas cerca de la actual escuela Pedro Pablo Sánchez. En un principio se cercó con alambres de púas y se utilizaron ranchos de penca, paja, mangle y bambú para los pabellones de exhibición.

Años más tarde el Club de Leones toma el mando de la feria y deciden elevarla a un evento de carácter internacional, contando con la presencia de invitados de Honduras, Venezuela, Colombia, El Salvador y otras partes del mundo. Estos trayendo al distrito parte de sus trajes y tradiciones típicas, además de vender elementos tradicionales de sus países.

Según cuenta Ramón Henríquez, quien junto a su familia participo en varias áreas de la organización en esos primeros años de la feria, desde esa época ya era un evento que traía multitudes de otras partes del país, superando en varias ocasiones el aforo posible en el terreno. Es por ello que se comenzó la construcción de nuevos lugares y puestos dentro de la propiedad de la feria.

Un lugar para colocar el ganado, el pabellón cultural y una sala de eventos fueron parte de las primeras edificaciones realizadas en este sitio.

Por esas épocas el boleto de entrada rondaba los B/. 0.50 centavos, aunque variaba los fines de semana. Y entre las atracciones más comunes estaba un zoológico con tigres, leones, aves, monos y otros animales. Habían actividades bailables, un concurso de caballos de paso, venta de artesanías, plantas y hasta un espectáculo de paracaidismo brindado por militares estadounidenses. Y todo lo recolectado iba para el mejoramiento de la comunidad. Un ejemplo de esto, fue la dotación de ambulancias por parte del Club de Leones a los bomberos de La Chorrera.

Era del Patronato

En las décadas de 1980 se determinó ceder el control de la feria a un patronato establecido por las autoridades gubernamentales, el cual era establecido por un periodo de dos años. Henríquez, que había sido el representante del Ministerio de Salud dentro de este patronato, trabajó en la introducción de los vendedores de plantas dentro de la feria provenientes del Valle de Antón, a los cuales no se les cobraba el local, dado que eran traídos por el Mida.

Aunque confiesa que para esas épocas existía en parte de la comunidad un concepto negativo de las personas que conformaban el patronato, por considerar que utilizaban ese cargo para sacar rédito personal. Esto melló el amor de los chorreranos por la feria. “Había personas que hacían casas y se decían que era con plata de la feria”, eran algunos de los rumores que cuentan, recuerda Henríquez.

Es acá cuando se introdujeron los juegos mecánicos y se cambió la fecha de realización para evitar que se chocase con las otras ferias realizadas en el país.

Reinvención

Con la llegada del siglo XXI la feria estaba más que consolidada como un evento nacional, aunque se redujeron la cantidad de juegos mecánicos, se eliminó el espectáculo de paracaidismo y algunos de sus elementos internacionales. Para la década de 2010 el zoológico fue eliminado porque la Corte Suprema de Justicia dictaminó que el lugar no era adecuado para animales.

Sin embargo, las actividades bailables continuaron y La feria se convirtió en una parada obligada del circuito de ferias nacionales al momento de hablar de fiesta durante el verano para los jóvenes. Este 2022, luego de un periodo de inactividad por el covid-19 la feria celebra su edición 61, la feria reabrió sus puertas, marcada por un estrecho control de la vacunación y una constante presencia de seguridad. Pese a la pandemia, la feria continúa siendo el alma del distrito y Panamá Oeste, que se une a otros elementos representativos como el atractivo ecoturístico de El Chorro, la cumbia chorrerana o el tradicional chicheme. Partes invaluables de la cultura panameña.

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