Adana y su carnaval de la naranja

Actualizado
  • 17/04/2022 00:00
Creado
  • 17/04/2022 00:00
Una visita a la décima edición de este encuentro gastronómico y turístico ofreció la oportunidad de visitar una ciudad plena tanto en historia como en mitología. La quinta ciudad más poblada de Turquía ha desarrollado las industrias cementera, textil y del cuero
Puente Tasköprü

Todos los años, cuando florecen los naranjos e impregnan el aire con ese maravilloso aroma a cítrico, en Adana se celebra el “Orange Blossom Carnival”. En lo particular tenía mucha curiosidad por conocer esta importante ciudad porque una serie turca que se llama “Tierra amarga” se desarrolla en uno de sus distritos, el de Çukurova, y me llamaba mucho la atención un puente de piedra peatonal que se mostraba.

Aproveché la invitación para asistir al décimo carnaval que allí se realizó, no sólo para evaluar el impacto que una posible participación de Panamá en los “stands” que se levantaron en el Atatürk Park, sino valorar la parada con carros alegóricos (no tan decorados como los nuestros) y demás actividades. Se estima que este año visitaron Adana en los días del carnaval un millón y medio de personas, especialmente de países europeos vecinos.

Adana es la capital de la provincia homónima, la quinta ciudad más poblada de Turquía (unos 3 millones de habitantes) después de Estambul, Ankara, Esmirna y Bursa, y es muy productiva en diferentes industrias, como la cementera, la textil y el cuero. Se nota el dinamismo de la ciudad, localizada a 30 km de la costa mediterránea, y a la que atraviesa el bellísimo río Seyhan, que también fue escenario de un desfile acuático.

Exhibiciones en el Carnaval de la Naranja

La llanura de Çukurova es una tierra muy fértil, lo que hace que sea una de las zonas más productivas del país. Desde la ciudad y cruzando esta llanura, por el oeste, la carretera desde Tarso se adentra en las faldas de los montes Tauro. Desde allí se atraviesan las famosas puertas Cilicias, tal como lo han hecho muchos ejércitos desde los inicios de la historia, y se continua por la llanura de Anatolia.

Adana es de origen hitita, Adaniya de Kizzuwatna. En la Ilíada de Homero aparece como Adana. En la época helenista se llegó a conocer como Antiochia. Se le menciona también como Coa y todo apunta que fue el lugar donde el rey Salomón obtuvo miles de caballos para sus faenas (según la Biblia). Hay una leyenda que dice que Adanus y Sarus, hijos de Urano, llegaron cerca del río Seyhan y fundaron allí la ciudad. Otra leyenda atribuye a que Adad (Tesup), dios hitita de los truenos que vivía en el bosque, la nombró como se le conoce hoy día. De lo que no hay duda es que se han encontrado muchos restos hititas en el área y esto acerca un poco más a la leyenda de que el dios de los truenos fue la causa de las torrenciales lluvias que enriquecieron la tierra y han producido un terreno fértil. Por tal razón, era muy respetado y querido por los pobladores. En su honor, la región recibió el nombre de Uru Adaniyya, “la región de Ada”.

A través de los siglos varios han sido los nombres que ha ostentado: Adanos, Ta Adana, Uru Adaniya, Erdene, Edene, Ezene, Batana, Atana, Azana, Addane.

Degustaciones de productos 'slow food'
Su historia

Geográficamente muy cerca de Tarso, su historia está muy ligada a esta localidad que era la metrópoli de la zona y, debido a su ubicación, se encontraba en la encrucijada de varias rutas comerciales importantes que conectaban el sur de Anatolia con Siria y la región de Ponto, lo que nos remonta a mínimo la Edad de Bronce y de repente hasta antes. Hay muchas versiones de quién fundó Tarso, una de las más interesantes que fue el mítico Perseo. Es importante para la historia porque en el año 41 a.C. Marco Antonio, emperador romano, estableció su cuartel allí y convocó a Cleopatra mediante varias misivas, que ella rechazó. Mandó entonces a Quinto Delio para que la convenciera, a lo que finalmente accedió, y navegó por el río Kydnos hasta Tarso.

Mezquita Sabanci

Tarso fue siempre un importante centro cultural, fundamentalmente en el campo de la filosofía. Dos importantes personalidades nacieron allí: el filósofo Antípatro, de tendencia estoica y el apóstol Pablo, lo que lo convierte en un lugar de peregrinación. Allí también están enterrados el corazón y las entrañas de Federico I Barbarroja, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que se ahogó en combate en las aguas del río hoy llamado Göksu.

Ambas ciudades, Adana y Tarso se comunican por el río Seyhan y están distantes unos 40 kilómetros una de otra. Su historia tiene más de 3,000 años, gracias al descubrimiento en la región de restos de ocupaciones humanas del Paleolítico. Son consideradas las ciudades más antiguas de la región de Cilicia. No hay duda de que fueron importantes en la época del imperio hitita, desde el año 1335 a.C. Al caer éste, las invasiones que provinieron desde el oeste produjeron pequeños reinos que fueron habitando la productiva llanura, entre los que se cuentan los asirios, el reino de Cilicia, los persas, el omnipresente Alejandro Magno (333 a.C.), los seléucidas y los piratas de Cilicia y Pompeyo.

Durante el reinado de este último, la ciudad fue utilizada como cárcel para los piratas de Cilicia. Posteriormente era una parada obligatoria de los romanos que se dirigían al este. Tras la invasión del poderoso Imperio Romano, la zona pasó a ser parte del Imperio Bizantino. Se le atribuye al emperador Juliano, el Apóstata, el desarrollo que experimentó la región. De allí que se construyeron grandes puentes, caminos, edificios oficiales y sistemas de riego y se levantaron haciendas, convirtiendo a Adana y su vecina Cilicia (a unos 50 kilómetros) en los centros de comercio más desarrollados e importantes de la región.

La torre “Buyuksaat”, replicada con naranjas.
El carnaval y sus atracciones

La agenda era muy atractiva pues incluía, además de las cenas de rigor, una degustación de productos hechos con naranjas, especialmente de los que siguen la tendencia del “slow food”. Esta exhibición fue el punto de partida de lo que se desarrolló y contó con la presencia del Ministro de Cultura y Turismo. Las decoraciones y todo lo que se ofrecía era confeccionado con naranjas y había verdaderas obras de arte y todo el mundo llevaba coronas de flores. En la tarde fue el desfile y el concierto de inauguración, en los cuales el entusiasmo era contagioso a pesar de la torrencial lluvia. Mientras tanto, se seguían dando las exhibiciones de los diferentes países, empresas y grupos en el Atatürk Park y el Merkez Park. El domingo fue el desfile acuático, que no tiene nada que pedirle a los se realizan en Penonomé para nuestros carnavales, y llevaban música y tiraban fuegos artificiales. Ese día el tiempo estuvo soleado y esplendoroso. La visita a los stands fue exhaustiva, culminando con una muestra en la galería de arte conmemorativa por los 75 años del ayuntamiento de Adana.

Adana y su carnaval de la naranja

Sobre el movimiento “slow food”, (en español comida lenta), cuyo símbolo es un caracol, es una tendencia a nivel internacional que promueve una nueva filosofía que combina el placer y los conocimientos. Trata de salvaguardar las tradiciones gastronómicas regionales, con sus productos y métodos de cultivo, cuidando de que sean lo más naturales posibles, libres de pesticidas y orientado a lo orgánico.

Fue fundado en 1986 por el italiano Carlo Petrini y está presente en más de 150 países. Organiza ferias muy importantes en todo el mundo, pero el más importante es el denominado “Arca del gusto”, un censo de productos alimenticios locales amenazados de extinción y darles valor de manera sostenible.

Adana y su carnaval de la naranja

Adana y su carnaval Orange Blossom fue una agradable experiencia que, debido a que este año el mes sagrado de los musulmanes, el Ramadán, empezó el 2 de abril, se celebró en marzo, pero en años anteriores se ha celebrado durante abril. Referentes de la ciudad son la vieja torre del reloj, el más alto de Turquía con 32 metros de altura, sobre una base de prisma cuadrado, que lo comenzó Ziya Pasha y fue terminado en 1882, también llamada “Buyuksaat”, que fue reproducida con naranjas para la ocasión, la mezquita Sabanci, que es la mezquita más grande de Turquía y el maravilloso puente de piedra Tasköprü, construido hace 1,600 años, con tecnología avanzada y los conocimientos de ingeniería de la época. Tiene veintiún arcos bajo los cuales cruzan las embarcaciones en el río Seyhan, 310 metros de largo y es uno de los símbolos de Adana.

Los puentes unen a personas, ciudades y países desde la antigüedad... Son testigo de muchas guerras, muchas separaciones y muchos reencuentros en ríos tranquilos o en cascada...

Lo Nuevo
comments powered by Disqus