La educación es el pilar para enfrentar nuevas epidemias, explica experto de AstraZeneca

Actualizado
  • 21/05/2022 00:00
Creado
  • 21/05/2022 00:00
Para el doctor Esteban Coto, director de Asuntos Médicos de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe, la humanidad no está exenta de nuevas epidemias por lo que fortalecer el conocimiento sobre posibles amenazas, con educación, es la vía para crear una estructura sólida y enfrentar escenarios adversos con éxito
Esteban Coto, director de Asuntos Médicos de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe

“Mientras más personas estén educadas sobre qué es un virus, una bacteria, una pandemia y cómo se controlan, más armas tendremos para evitarlos o para contenerlos rápidamente”, así lo remarca con temple el doctor Esteban Coto, director de Asuntos Médicos de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe, durante la entrevista para Espacio Gente. En esta entrega, el cardiólogo destaca que entre otros temas vinculados a la docencia, es necesario entender que los estilos de vida, por ejemplo, también son potenciales facilitadores de enfermedades, lo que “es una amenaza que se cierne y que puede empeorar tremendamente una pandemia”. Por otra parte, recuerda que “las epidemias de la peste bubónica, en la Edad Media, que borraron a las dos terceras partes de la población de Europa, fueron por la bacteria Yersinia pestis, que no es tan virulenta pero no existía un sistema de higiene pública, alcantarillado y control de infecciones que permitiera responder, y desafortunadamente, aunque esto sucedió en el siglo XVI, todavía en el siglo XXI tenemos comunidades prácticamente en la misma situación”. Antes de concluir, el doctor Coto hace un llamado a la prevención de otro gran enemigo silencioso como la hipertensión, que afecta a uno de cada cinco adultos; “es una pandemia y mata probablemente a más gente al año, y está en nuestras manos controlarla. Produce una carga de enfermedad, de sufrimiento y de discapacidad en pérdida de calidad de vida, tremenda”.

Me gustaría iniciar por el tema más cercano a todos, el coronavirus. Por acá tengo un gráfico de la OMS actualizado a mediados de abril, donde muestra un porcentaje interesante de la población de América Latina vacunada con el refuerzo. ¿Cómo ven desde AstraZeneca los retos por venir en materia de alcance, sobre todo en las poblaciones vulnerables?

Hemos colaborado de cerca con gobiernos e instituciones no gubernamentales para lograr que los esfuerzos dirigidos al control de la pandemia fueran exitosos; desafortunadamente, no todos los países tienen las mismas condiciones geográficas, culturales ni en la infraestructura del sistema de salud, lo que genera heterogeneidad. Esa es una de las razones por las que creemos en mantener la educación continua, para entender un virus que tiene 24 meses de estar con nosotros y para que la gente entienda lo que implican las amenazas, convivir con este, y completar los esquemas de vacunación es uno de los pilares fundamentales.

¿Qué cambió en la manera en la que se concebía la investigación médica, con la pandemia?

Somos una compañía científica que empuja los límites de la ciencia para obtener mejores resultados clínicos para los pacientes, dándoles vidas más largas y satisfactorias. La pandemia implicó múltiples retos para la investigación científica y una aceleración de la inversión, porque nos dimos cuenta como humanidad de lo relevante que era estudiar y entender. La cantidad de publicaciones que se obtuvieron en dos años, los procesos científicos abreviados y completos con revisión y análisis de las bases de datos clínicas de manera adecuada, implicaron una aceleración y una agilidad que tal vez no habíamos aprendido a desarrollar. En 2022, la investigación clínica es mucho más ágil, focalizada en responder las preguntas adecuadas para moverse rápidamente y dirigirnos mucho en qué es lo que realmente necesita la persona. Afortunadamente, en AstraZeneca esto no fue un cambio de mentalidad que vino solo con la pandemia; al ser una compañía plana con una comunicación horizontal, permite que podamos reaccionar e implementar investigación y responder las preguntas rápidamente.

En todo esto que menciona también entra en juego la generación de evidencias científicas. La farmacovigilancia es vital en la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro problema de salud relacionado con ellos, ¿cómo se articulan los esfuerzos de AstraZeneca en este campo?

La generación de evidencia es cualquier actividad que nos permite recoger datos, analizarlos y llegar a conclusiones a través de ellos. Los estudios clínicos son la forma más clásica de generar evidencia; sin embargo, se genera de múltiples maneras como bases de datos, reportes de casos, recolección de cohortes en los hospitales, información epidemiológica y un pilar para nosotros es la evidencia del mundo real y hemos dirigido muchos esfuerzos a esta, porque creemos que es la que más ayudará en la toma de decisiones en los sistemas públicos de salud, y de hecho, uno de nuestros objetivos es que seamos socios estratégicos de los proveedores de salud. Por otra parte, la farmacovigilancia es una actividad que las compañías farmacéuticas tenemos altamente regulada, porque es la raíz de muchas de las cosas que aprendemos de efectos adversos y del balance costo-beneficio de las drogas, ¿por qué es tan regulada y dura tanto tiempo? Porque nos permite entender en el mundo real, con grandes números de pacientes, qué sucede con las intervenciones farmacológicas y hay ciertas drogas, históricamente, que han producido efectos adversos muy severos pero raros, en el orden de un caso por varios millones de administraciones y esto no se obtiene en un estudio clínico porque no tiene millones de participantes, sino de 5 mil a 20 mil participantes. Entonces, el sistema de farmacovigilancia está articulado con los gobiernos porque tienen sus propios sistemas de farmacovigilancia mandatorios y obligatorios, y nosotros, al mismo tiempo vamos reportando y viendo si hay señales de interés como accidentes estadísticos, donde se agrupan dos o tres casos que no vuelven a aparecer nunca más. Es una actividad fascinante, súper técnica, y tenemos a un mánager dedicado solo a esto en la región y es quien se articula con las dependencias de los ministerios de salud que controlan la vigilancia.

A finales de 2021, Sarah Gilbert, creadora de la vacuna Oxford-AstraZeneca, mencionó en entrevista con BBC que: “Esta no será la última vez que un virus amenace nuestras vidas y nuestros medios de subsistencia. La verdad es que el próximo podría ser peor. Podría ser más contagioso o letal o ambos”. Aquí entran en juego las variantes y su resistencia a las vacunas. ¿Cómo prepararnos para prevenir?

La educación es un pilar. Mientras más personas estén educadas sobre qué es un virus, una bacteria, una pandemia y cómo se controlan, más armas tendremos para evitarlos o para contenerlos rápidamente. Hay un libro que parece una novela de terror cuando se lee, pero realmente tiene una narrativa científica, se llama 'The Next Pandemic', salió hace cuatro o cinco años y describe los posibles escenarios de una pandemia global, y uno es parecido al que tenemos ahora, con un virus respiratorio altamente contagioso, que muta rápidamente y que puede alcanzar niveles de difusión exponenciales por la interconectividad global; pero también habla de otros escenarios, como una bacteria muy resistente que no responde a ningún antibiótico del todo y, de hecho, desafortunadamente hay algunos casos de Staphylococcus aureus, resistente a la meticilina y no hay con qué quitarla, ya no existen antibióticos que le hagan nada a esa bacteria y esa es otra amenaza que tenemos; entender los estilos de vida como potenciales facilitadores de enfermedades o de empeorarlas, también es una amenaza que se cierne y que puede empeorar tremendamente una pandemia. Las epidemias de la peste bubónica, en la Edad media, que borraron a las dos terceras partes de la población de Europa, fueron por la bacteria Yersinia pestis, que no es tan virulenta pero no existía un sistema de higiene pública, alcantarillado y control de infecciones que permitiera responder, y desafortunadamente, aunque esto sucedió en el siglo XVI, todavía en el siglo XXI tenemos comunidades prácticamente en la misma situación. Entonces... educación a las personas sobre qué es una infección, qué es higiene, cómo curarse, cómo prevenir y en el caso específico que nos atañe cómo son los virus, y a lo que se refería la Dra. Gilbert debemos entender para qué es una vacuna, cuál es su objetivo... el miedo siempre tiene su raíz en lo desconocido y muchas de las personas que se oponen a las vacunas tienen miedo o desconocimiento, y es muy comprensible si uno ve que es desarrollado un producto tecnológico tan complejo como una vacuna en tiempo corto, si no les explican cómo se hace, y cuando uno accede a la información entiende que las plataformas adenovíricas existen desde hace 15 años y que se probaron con el ébola y con el virus respiratorio del medio oriente... todo esto es educación y prepara a la gente. Las variantes que usted mencionaba ahora, son en gran medida adaptaciones del virus la inmunidad que encuentran las personas, y en aquellas que tienen poca inmunidad, el virus tiene muchas oportunidades de variar, y adaptarse para ser más infeccioso; por eso es muy importante hacer una inmunidad fuerte, aparte de los sistemas de salud que contengan y que mantengan a las personas más fuertes y preparadas.

La Dra. Larisa Ramírez, directora médica de AstraZeneca en Latinoamérica, mencionaba en nuestra entrevista que Latinoamérica también está liderando en términos de generación de información y de datos a nivel global; y tenemos ejemplos de mucha importancia que vienen de Brasil, Chile, Colombia y Argentina que reiteran la eficacia de estudios anteriores y confirman la efectividad de la vacuna en más de un 90%.

Los estudios clínicos con respecto a la vacuna han dado resultados intermedios que necesitábamos entender, pero los estudios siguen, porque tenemos que aprender más; muchos han tenido seguimiento y van reportando cohortes de datos conforme van avanzando y reafirmamos lo que ya sabemos, que las vacunas son seguras y efectivas. Todos los estudios son diferentes porque todos los sistemas de salud son distintos; y en general apuntan hacia las mismas conclusiones.

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