Elon Musk y la novela judicial en contra de Twitter

Una transacción tecnológica no siempre sale de la mejor manera y un ejemplo de esta premisa es la venta frustrada de Twitter hacia al multimillonario Elon Musk.

Por la suma de $44,000 millones, el mencionado empresario quien también es el director ejecutivo de la empresa Tesla y la compañía de la red social Twitter, habían pactado la venta de esta última para que Musk sea el nuevo dueño de la red social.

Dentro de este acuerdo, el empresario había solicitado que la compañía Twitter le proporcionara toda la información sobre las cuentas fantasmas y números de bots que están en la red social, premisa que según el empresario, Twitter no cumplió por lo que se negó finalmente a proseguir con la negociación.

Sin embargo, del otro lado de la moneda, Twitter manifiesta su descontento por la manera en que se suscitaron las cosas y afirma que fue Musk quien violó su acuerdo de compra al retirarse de la negociación.

Según reseña la cadena televisiva CNN, en la demanda interpuesta por Twitter, compuesta por 62 páginas, se resaltó que el 9 de abril del presente año (día en que Musk anunció su deseo de comprar la red social), le envió un mensaje de texto a Bret Taylor, presidente de la junta directiva de Twitter con lo siguiente: “La purga de usuarios falsos de la plataforma tenía que hacerse en el contexto de una empresa privada porque creía que haría que los números parecieran terribles”.

En los documentos de la demanda también se menciona que Musk lanzó su oferta inicial “sin buscar ninguna representación de Twitter con respecto a sus estimaciones de spam o cuentas falsas”.

Con el paso de los días, al empresario le generó preocupación que los bots y usuarios fantasmas representarían un 5% del total de los usuarios de la plataforma. Al surgir esta desconfianza, Musk y representantes de Twitter sostuvieron una reunión para tratar el tema.

Como se explica en la denuncia, Twitter le hizo saber a Musk que el proceso de estimación de spam implica un muestreo diario de un conjunto total de unas 9,000 cuentas por trimestre que se revisan manualmente. A pesar de esto, la plataforma se reservó el derecho de determinar si era razonable o no este tipo de información.

En la denuncia se detalla que “en una conversación del 30 de junio con Ned Segal, director financiero de Twitter, Musk reconoció que no había leído el resumen detallado del proceso de muestreo de Twitter proporcionado en mayo. Una vez más, Segal se ofreció a pasar tiempo con Musk y revisar el resumen detallado del proceso de muestreo de Twitter, como el equipo de Twitter había hecho con los asesores de Musk. Esa reunión nunca se produjo a pesar de los múltiples intentos de Twitter”.

Un tiempo atrás, luego de conocer la postura de Twitter, Musk lanzó que podría desarrollar una red social que le haría una competencia directa a Twitter.

En la demanda se declara que el pasado 26 de marzo Jack Dorsey, fundador de Twitter y Musk se reunieron para discutir el futuro de las redes sociales y si habría una posibilidad de que Musk formara parte de la junta directiva de Twitter.

El multimillonario le hizo saber al fundador que había tres opciones en la mesa. La primera sería acceder a que él fuese parte de la nómina de directivos, la otra pasaría por convertir a Twitter en una empresa privada y por último, crear un competidor hacia Twitter.

“Poco después, Musk dijo al director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, y al presidente de la junta directiva de Twitter, Bret Taylor, que tenía en mente tres opciones en relación con Twitter: unirse a su consejo, hacer que la empresa sea privada o crear un competidor”, según establece el texto de la demanda.

Otro de los puntos en los que existió un desacuerdo fue en el tema de los empleados. Twitter había puesto como parte del acuerdo de venta que ellos, sin el consentimiento de Musk, tendrían el poder de contratar o despedir a empleados.

De acuerdo con el periódico español El País, el próximo 13 de septiembre accionistas de Twitter someterán a una votación la oferta propuesta por Musk, a pesar de que el próximo mes de octubre se celebre el juicio de ambas partes.

Musk ya ha tomado también cartas en el asunto para protegerse de la demanda y posible derrota ante Twitter. El magante vendió acciones de Tesla por un valor de $6,900 millones. Antes de esto, ya había puesto en venta acciones de su compañía por un valor de $8,500 millones para afrontar la operación de compra de Twitter. El multimillonario todavía posee 155 millones de acciones valoradas en $130,000 millones.

La novela está aún lejos de acabar, pero cada vez más se destapan los puntos clave de la negociación y lo que podría pasar en el futuro tanto de la red social como de Elon Musk.