Grandes planes para la colección permanente del MAC Panamá

Actualizado
  • 04/09/2022 00:00
Creado
  • 04/09/2022 00:00
El Museo de Arte Contemporáneo está poniendo en orden su colección de obras para que esta se convierta eventualmente en una referencia no solo nacional sino regional
Las obras están en un proceso de catalogación.

Más allá de la propiedad que lo alberga, el activo más importante de un museo es la colección de obras que posea. Es lo que permite llevar un registro, si así se quiere llamar, de la evolución artística del país, si no de la región.

Por ello el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá está poniendo la lupa sobre su colección permanente , con miras a que esta crezca y permita abordar el trabajo artístico de nacionales y extranjeros bajo una mirada más profunda y profesional.

Y el hecho de que recientemente el Mac Panamá recibiera una importante donación de obras del maestro Julio Záchrisson, resalta la importancia de que la institución esté preparada para aprovechar al máximo esa colección.

“Idealmente el Museo tendrá algún día una colección que recorre el arte panameño y cualquier experto en el mundo que quiera estudiarlos aquí”, esta cita de la historiadora Mónica Kupfer, tuvimos a bien utilizarla en la nota que hace un par de semanas ponía de manifiesto la importancia de recibir una donación artística como la de Julio Záchrisson. Pero igualmente cabe aquí. La historiadora del arte quien ha tenido a su cargo la catalogación de la Colección permanente del MAC asegura que la institución se puede convertir en un centro de acopio de material relacionado con la historia artística panameña. Y aunque en esa colección, resalten las obras, pues hay que recordar que con cada una de ellas, debe venir información. Es la información que acompaña a la obra la que le otorga validez, valor y contexto. “Todo el mundo visualiza las exposiciones, pero no el trabajo de investigación que pueda haber sobre todo ese acervo que se conserva”, dijo también Kupfer en aquella ocasión.

La bóveda con la colección

Sin embargo, hay que tener presente que la colección de un museo no puede sostenerse solamente de donaciones. Y la principal razón es que una colección debe plantearse con objetivos claros y debe contar con un rumbo.

“Como a través de los años ha habido mucho cambio de personas encargadas, inevitablemente el rumbo no ha sido claro, pero yo diría y que ahora se está estableciendo con la ayuda de Juan [Canela, curador del museo] y de María Lucía [Alemán, directora ejecutiva], de crear una colección que tenga un enfoque”, afirma Kupfer.

La historiadora plantea a través de un ejemplo una posibilidad. “Si llegamos a tener un buen fondo de arte panameño, nuestra próxima frontera sería Centroamérica y el Caribe, para podernos convertir en una colección importante en cosas específicas y no una colección que tiene como un poquito de todo todo y no termina de establecerse”.

La colección permanente del MAC se ha ido conformando a lo largo del tiempo con donaciones de artistas que tuvieron una exposición en el museo, y justamente se invitaba a ese artista a exponer porque había un interés en que hubiese una obra de ese artista en la colección.

Dos obras de la colección permanente: Salutación al Pájaro Sagrado de Guillermo Trujillo y “Palmas de Ignacio Esplá,

Incluso en momentos muy difíciles en términos políticos y económicos, el MAC no dejó de funcionar.

A finales del año 1989, tanto Eduardo Navarro como Isabel De Obaldía presentaron exposiciones que manifestaban su repudio a la dictadura y los hechos que ocurrían en ese momento. “El hecho de que el Museo existe que la colección existe y que ha perdurado probablemente es el mayor piropo que le puedo dar, pero cuidarla no es fácil. Entonces siempre es un proyecto a largo plazo, sí.

Actualmente se están buscando nuevas maneras de enriquecer la colección, por ejemplo, comprando obra de los artistas. Un comité de adquisición debe ser el encargado de recaudar fondos para que se puedan comprar obras, que es lo que los artistas se merecen.

Grandes planes para la colección permanente del MAC Panamá

Panamá no ha sido el único país en formular una colección con obras donadas, En otros momentos de la historia este proceso no era ajeno en ningún lugar, pero los enfoques han ido cambiando. “El concepto artístico a nivel global se profesionaliza de alguna manera y ya se entiende que el ser artista es un trabajo y no es simplemente otra cosa. Los artistas ya no quieren dejarte una obra por exponer y eso es algo que sucede antes o después en todas partes, y por eso hay algunos vacíos generacionales y de formatos en la colección”, explica Juan Canela. “Y son esos vacíos los que queremos ir rellenando en adelante, como decía Mónica para hacer que la colección tenga un corazón de arte panameño fuerte donde esté todo lo que tiene que estar y a partir de ahí, ir creciendo a Centroamérica y Caribe, agrega.

Canela considera que mirando y entendiendo la colección, “te das cuenta que tiene una capacidad muy fuerte de convertirse en una colección muy importante en la región, porque primero, no hay tantas; segundo, hay artistas latinoamericanos importantes, te encuentras cosas que te sorprendentes y dándole una dirección se puede convertir fácilmente en una referencia”.

Investigación y Catalogación

Para comprender las posibilidades que ofrece la colección es importante entender el origen de cada una de sus obras. “ Uno de los objetivos de la investigación era encontrar el origen de las obras de la colección, el estado de las obras y también la organización de los archivos históricos del museo. Se hizo un trabajo cercano con la Biblioteca Nacional de entender que se necesitaban cajas libres de ácido como se debían organizar y otorgar a cada artista presente en la colección una carpeta. La información debió ser homologada, cosa que se logró con el apoyo de una buena cantidad de personas. Al día de hoy cada carpeta cuenta con una biografía, artículos publicados y catálogos de exposiciones”, detalla Kupfer.

Con los catálogos de exposiciones se ha podido establecer la fecha de adquisición de las obras de la colección, reportes de la condición de la obra y establecer la prioridad de las restauraciones necesarias.

Paralelamente se ha estado alimentando una hoja de cálculo con la información de las exposiciones que ha albergado el MAC.

“Hemos podido saber que, por ejemplo, el museo ha tenido más de 800 exposiciones desde sus inicios y sabemos que hay más. Pudimos digitalizar más de 200 catálogos de exposiciones que están en la página web ahora por década y Mónica produjo un documento inmenso que funciona como una radiografía: cuáles décadas están, qué formatos están, quienes no están, y quienes quizás pueden estar. Ese informe lo compartimos con la directiva”, comenta Canela.

En diversas reuniones se han ido poniendo en claro algunos puntos que hay que considerar para que la colección permanente tenga consistencia: Hemos tenido que definir cuáles iban a ser los propósitos y entrelazarlos con la misión del museo que es de ofrecer oportunidades de aprendizaje, formación e intercambio a través de expresiones artísticas contemporáneas. De allí, miramos cuáles son las expresiones artísticas contemporáneas que no faltan,los artistas que nos faltan. Nos falta mostrar la pluralidad de culturas que conforman el país. Fue un trabajo muy pensado”, afirma Kupfer.

“Vinculamos la misión con la colección, miramos cuál es el propósito de la colección y nos toca luchar para sacar adelante nuestro programa de adquisición que es invitar a un grupo de personas a que hagan un aporte anual y ese aporte, al 100%, se utilizará para la compra de obra. Juan investiga a partir de lo que Mónica produjo para determinar qué va a presentarle al comité de adquisición, que él sugiere que debe entrar a la colección y estas personas tienen un poder de voto. Ya tuvimos el primero y fue muy emocionante”, cuenta María Lucía Alemán. “Ya vamos a tener la segunda sesión en diciembre, van a ser dos anuales, nuestro trabajo es hacer seguir creciendo ese grupo de personas, entusiasmándolos para que podamos seguir activamente adquiriendo lo que sentimos que necesita la colección”, agrega.

El trabajo no ha terminado, quedan todavía pendientes, para completar la catalogación y diagnóstico de las obras, pero ya se está cada vez más cerca de contar con un acervo completamente identificado, mantenido y en franco crecimiento, que sea una muestra del recorrido artístico que ha tenido el país.

“Al final esto a 60 años de de vida y de resistencia ha sido gracias a la labor de tantas personas que han estado cerca del museo y que han dado todo, muchas veces en condiciones poco adecuadas porque faltaba gente para poder trabajar la colección de una forma profesional. El reto que seguimos teniendo es que la gente entienda lo importante que es ese acervo de de obras que hay en la colección del museo y que se entienda el trabajo que se requiere para que esto funcione de verdad de una forma profesional”, sostiene Canela.

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