Hacia una representación más diversa en la cobertura mediática

Actualizado
  • 25/06/2023 00:00
Creado
  • 25/06/2023 00:00
La creencia generalizada de que el sexo al nacer y la identidad de género deben coincidir, podría afectar tanto la presentación de los planes de gobierno como la elaboración de políticas públicas pensadas desde el respeto y el acceso real a los derechos humanos y civiles de todas las personas en su diversidad, ya que no somos iguales
Hacia una representación más diversa en la cobertura mediática

En Panamá, es común la confusión entre el sexo biológico y el género construido socialmente y en algunos casos se presentan como sinónimos en los contenidos mediáticos. Un sector de la población ve el mundo bajo un sistema binario, sin distinguir la diversidad de identidades y expresiones de género, simplificándolo a dos categorías: mujer/femenino y hombre/masculino. Esta creencia generalizada de que el sexo al nacer y la identidad de género deben coincidir, podría afectar tanto la presentación de los planes de gobierno como la elaboración de políticas públicas pensadas desde el respeto y el acceso real a los derechos humanos y civiles de todas las personas en su diversidad, ya que no somos iguales. Somos diferentes y eso no se traduce en vivir situaciones de desigualdad. Al promover la participación política de las personas, no se suele considerar la estigmatización por su orientación sexual y/o expresión de género.

En ese sentido, los medios de comunicación actúan como mediadores de la realidad, ya que no podemos tener una visión completa de lo que sucede más allá. Sólo conocemos lo que ocurre aquí y ahora y por lo general creemos que lo que nos dicen es verdad.

Surge un conflicto en la interpretación de lo que constituye la “verdad”, ya que sólo al cambiar de canal o periódico es otra representación. Conocer la ideología desde la cual los medios desarrollan sus contenidos, los intereses que persiguen, a quién rinden cuentas, si son oficialistas o de oposición, entre otras cosas, nos ayuda a descubrir sus fines.

Se pueden observar diferencias significativas en el tratamiento y enfoque de las noticias según el sexo. Aporto ejemplos de ello. En una noticia protagonizada por una diputada, se destacaba su vida personal, su pasado como modelo y su figura en la televisión. Quien escribía la nota especulaba sobre un posible embarazo y daba más relevancia a aspectos no relacionados con el cargo político que ocupaba. Esto refleja una tendencia a centrarse en la vida privada de las mujeres políticas y reducir su importancia a su apariencia física o vida familiar, en lugar de destacar sus logros y acciones en el ámbito público, como se observa en investigaciones académicas sobre este tema.

Por otro lado, en una noticia protagonizada por un diputado, se destacaba que es un personaje con poca experiencia en la política debido a su edad, y se cuestionaba su orientación sexual debido a su apoyo al matrimonio igualitario. Además, se utilizaron publicaciones de sus redes sociales como fuente para demostrar su heterosexualidad. Se abordan prejuicios y discriminación en la sociedad, atacando al político por su orientación sexual. Aún en nuestro país, se vulneran los derechos de las personas LGTBIQ+, se le niega el derecho al matrimonio civil y no se reconoce la unión de personas del mismo sexo, tema que se discute desde una perspectiva heteronormativa. Esta noticia también refleja el adultocentrismo en la política, al relacionar la juventud con la falta de experiencia, algo que probablemente no se mencionaría si fuera un político más experimentado, hallazgo que también coincide con otras investigaciones.

En general, estos análisis muestran una tendencia a centrarse en aspectos personales y estereotipos de género cuando se trata de mujeres en cargos políticos, y se resaltan prejuicios relacionados con la orientación sexual cuando se trata de hombres en el mismo perfil. Esto refleja otro desafío que enfrentan tanto mujeres como hombres en el ámbito político y su repercusión mediática, porque en algunos casos se observa que, más que favorecer un partido o corriente ideológica, los medios reflejan una tendencia sexista.

Por ello, considero de gran importancia advertir estos sesgos en la cobertura que se encuentran solapados en las actitudes, valores y características presentes en las opiniones y relatos reproducidos a través de los medios de comunicación, muchas veces incorporados de forma inconsciente y no intencionada.

Se insta a abordar esta forma sutil pero efectiva de violencia que se sostiene simbólicamente en todos los escenarios posibles, con el fin de generar un cambio positivo en el abordaje de los acontecimientos que son noticia. Propongo apoyar nuestra iniciativa de establecer un observatorio de violencia mediática que contribuya a identificar cómo se transmiten o reproducen estereotipos sexistas desde los medios de comunicación.

Al mismo tiempo, este observatorio podría brindar recomendaciones generadas a partir de la participación de una audiencia que ya se viene sensibilizado, que reconoce su derecho a ser protegida de la discriminación y la representación negativa, tanto para las mujeres y hombres como para grupos vulnerables de la sociedad.

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