La música clásica, un bálsamo para el alma

Actualizado
  • 01/04/2020 08:43
Creado
  • 01/04/2020 08:43
No hace milagros, pero según múltiples estudios, es útil para relajarse, recomendada en periodos de tensión y transmisora de emociones

En sociedades llenas de egoísmos, pesimismos, consumismo y afanes se requiere recordar constantemente el objetivo primordial de la vida: ser feliz y dar felicidad, y esto solo es posible si se logra apreciar los detalles positivos e importantes del ser: una sonrisa, un gesto amable, respirar, caminar…, si le hallamos el valor inmaterial a la existencia, y vivimos en él. 

Al escuchar y sentir la música clásica es posible sumergirse en un ambiente de esperanza, indispensable para sobrellevar los altibajos del día a día y no desviarse o regresar a la esencia de la vida.

Ricardo Risco Cortés, director asistente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Panamá en entrevista a La Estrella de Panamá recuerda con emoción cómo la música clásica influyó en una privada de libertad. “Dirigía un coro como invitado en México, el cual tenía el compromiso de hacer actividades sociales. Una de ellas era cantarle a reclusas de alto riesgo. Estaba trabajando una obra compleja y les dije a los directivos: ‘tengo este repertorio, de ir lo llevaría, no sé si para las reclusas sea adecuado, pero es lo que tengo.

Contó que los miembros del coro no querían el repertorio. Decían que había que llevarles canciones populares, pero llevé lo que tenía preparado. Lo cantamos. Cuando terminamos, una de las reclusas levantó la mano y dijo ‘yo estoy aquí porque asesiné a una persona y toda mi familia me ha abandonado, nadie me viene a visitar y para mí la vida dejó de tener sentido. Pensaba en suicidarme en estos días y ahorita que los escuché, sentí que Dios me habló, sentí que tengo que salir de aquí, que tengo una misión que cumplir. Ustedes cantaron como ángeles, vi la luz de Dios y ahora quiero estar viva para salir algún día de aquí y hacer cosas buenas”.

La música clásica se refiere a las composiciones musicales que abarcan el período llamado clasicismo musical, ubicado entre los años 1750 y 1820. Tres grandes compositores que caracterizan este periodo son: el austriaco Joseph Haydn (1732-1809), conocido como el “padre de la sinfonía” y el “padre del cuarteto de cuerda” gracias a sus importantes contribuciones a ambos géneros; Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), conocido principalmente por su prodigioso y temprano talento para la música y por la composición de más de 600 obras en 35 años de vida, y Ludwig van Beethoven (1770-1827), considerado uno de los compositores más importantes de la historia de la música.

Un estudio, dirigido por Chakravarthi Kanduri profesor de la Universidad de Helsinki, Finlandia, establece que escuchar música clásica con frecuencia aumenta la actividad de los genes implicados en la secreción de dopamina (neurotransmisor asociado a la felicidad), la neurotransmisión sináptica, el aprendizaje y la memoria.

Según la literatura mundial escuchar esta música ayuda a combatir el insomnio. La Universidad de Toronto asegura que “los ritmos y patrones tonales de este tipo de música crean un estado de ánimo meditativo y unas ondas cerebrales lentas”, lo cual contribuye a un sueño placentero.

La música clásica no hace milagros pero según múltiples estudios y los profesionales del tema es útil para relajarse, recomendable en periodos de estrés y transmisora de emociones. No vendría mal poner alguna pieza de los grandes compositores mientras se prepara para trabajar, echar una siesta o tomar una taza de té.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus