Entre pinos y lavanda de Santiago de Chile a Valparaíso

Actualizado
  • 08/04/2023 00:00
Creado
  • 08/04/2023 00:00
Durante los días de otoño, el país del sur ofrece recorridos por su historia, arte, vegetación, playas y miradores que cautivan a los visitantes
A minutos de la capital de la región, está Viña del Mar, una ciudad costera con jardines y playas.

El sol de verano en Santiago de Chile ilumina la Plaza de Armas. Fuentes de agua, vegetación, aves, vendedores ambulantes y una brisa fresca se mimetizan con ella. Alrededor, sitios para conocer la historia del país sureño: el Museo Histórico Nacional, la Catedral y la oficina de Correos; para llegar a ellos solo hay que atravesar el tráfico silencioso —no es común que los chilenos hagan sonar las bocinas de sus autos—.

La arquitectura traslada a los visitantes a los siglos XVIII y XIX, a pesar de que los monumentos y edificios han sido remodelados en diversas ocasiones, el concepto europeo permanece.

Al entrar a la Catedral Metropolitana de Santiago es inevitable levantar la mirada, el techo tiene forma de cúpula e imágenes bíblicas. Es inmensa, acogedora, elegante. Es la sede de la Arquidiócesis de Santiago de Chile y principal templo de la iglesia católica en el país. El conjunto está conformado por el Palacio arzobispal, la Parroquia del Sagrario y el templo. Todos estos edificios son considerados monumentos nacionales. Además, muchos templos precedieron al actual, ha tenido que ser restaurado tras incendios y terremotos, el que existe hoy es el quinto levantado en el lugar.

El Palacio de la Moneda fue inaugurado en 1805.

A unos metros de la Catedral se ubica el Museo de Historia, invita a un viaje al pasado. En su interior exhibe una colección patrimonial compuesta por muebles, trajes, pinturas, monedas, fotografías, armas, objetos relacionados con la comunicación, entre otros.

A un costado de la Plaza de Armas está la oficina central de correos, cuenta con un museo postal. El primer edificio fue construido en 1882 por el arquitecto Ricardo Brown, sobre los cimientos del antiguo Palacio de los Gobernadores, que fue dañado por un incendio en 1881. En el año 1908, el arquitecto Ramón Feherman transformó la fachada y adoptó un estilo francés.

Desde la Plaza se puede llegar caminando a otros monumentos del centro de la ciudad, entre ellos, el Palacio de la Moneda, inaugurado en 1805.

Al entrar a la Catedral Metropolitana de Santiago es inevitable levantar la mirada y observar las obras de arte en el techo.
Santiago desde las alturas

El Parque Metropolitano de Santiago es el más grande la ciudad. Conocido como el Cerro San Cristóbal, el pulmón natural ofrece un contacto con la naturaleza desde las alturas. Se puede subir desde diferentes puntos y de varias formas. Si el plan es aprovechar para hacer algo de actividad física, se puede subir a pie durante una hora aproximadamente. También, hay un teleférico, un funicular y buses turísticos que cobran alrededor de dos mil pesos chilenos ($2,46) por persona.

Por la entrada de Pedro de Valdivia, se encuentra el Jardín Japonés, un regalo de la comunidad japonesa por los 100 años de relación comercial entre ambos países, por lo que también lo llaman Jardín de la Amistad. El espacio de contemplación incluye estanques, puentes, canales y caídas de agua que se engrana con los bambúes, cerezos, rocas y flores.

El Puerto de Valparaiso es el terminal marítimo con mayor llegada de pasajeros del país.

En la cima del Cerro espera imponente una estatua de la Inmaculada Concepción de color blanco. Además, hay un santuario y un anfiteatro para oficiar misas. Antes de llegar a la Virgen, hay diversos comercios que ofrecen venta de souvenirs, alimentos y bebidas a los visitantes.

Otra opción para ver la ciudad desde las alturas es visitar el mirador Sky Costanera, ubicado en la Gran Torre de Santiago. Es el rascacielos más alto de Sudamérica, un edificio de 300 metros de altura y 62 pisos, fue inaugurado en el año 2012. En el lugar realizan degustaciones de vinos y el costo de la entrada oscila entre los 20 dólares.

De Santiago a Valparaíso
Para cerrar el día con broche de oro, la recomendación es ir a la Dunas de Concón y contemplar el atardecer.

El cielo nublado, el mar, la arquitectura influenciada por la migración española del siglo XIX, árboles que adornan las calles y la brisa fría reciben a los visitantes en Valparaíso, a una hora y media aproximadamente de la capital. La región abarca desde la costa del Pacífico hasta la cordillera de los Andes y se ubica en la zona central del país.

Su capital, que lleva el mismo nombre, es una ciudad portuaria. El Puerto de Valparaíso es el terminal marítimo con mayor llegada de pasajeros del país y el segundo con más movimiento de contenedores. Frente a él, se encuentra el Monumento a los Héroes. También, hay tiendas de artesanías, ofrecen paseos en lanchas y otras actividades.

A minutos de la capital, está Viña del Mar, una ciudad costera con jardines y playas. Es conocida por el festival que realizan cada año desde la Quinta Vergara, un lugar que se puede visitar sin costo. Es un parque con jardines cargados de pinos, el anfiteatro y la casa hacen parte del sitio. La mansión ahora es un museo.

Una parada infaltable es el reloj de flores, construido en 1962, especialmente para la Copa Mundial de Fútbol de ese año. Está ubicado frente a la playa Caleta Abarca, a los pies del Cerro Castillo, en la rotonda que une las vías hacia Valparaíso.

Para cerrar el día con broche de oro, la recomendación es ir a las Dunas de Concón y contemplar el atardecer. Las personas las suben descalzos para sentir la arena fría en los pies. Una vez arriba, se sientan en silencio a observar las playas de Viña, el centro de Valparaíso y a lo lejos el Puerto de la región.

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