La paternidad participativa en el desarrollo infantil

Actualizado
  • 05/07/2017 02:03
Creado
  • 05/07/2017 02:03
Profesional e informe realizado en América Latine y El Caribe señalan los beneficios de la participación del padre en la crianza de los hijos

Las investigaciones confirman cada vez más que cuando los roles de hombres y mujeres son convergentes o intercambiables, la participación de los padres incide en los hijos del mismo modo que la de las madres.

Según el informe ‘El estado de la paternidad en América Latina y el Caribe', presentado por la campaña de paternidad MenCare, como regla general, todo padre, como toda madre y cualquier otra persona que ofrece cuidado de calidad, es de importancia única para los niños.

‘La figura del padre en la crianza de sus hijos es importante, yo diría que en dos dimensiones', afirma Kristell Duarte, psicóloga infantil.

‘La figura del padre en la crianza de sus hijos es importante, yo diría que en dos dimensiones'

KRISTELL DUARTE

PSICÓLOGA

‘Primero, en la relación directa con el hijo. La crianza que éste le dará al infante a través del ejemplo y lecciones diarias. Me refiero a esas habilidades como ser amable, no decir mentiras, enseñarle el valor de las cosas, a compartir, entre otros temas diarios. Y el otro aspecto está vinculado al ejemplo del comportamiento como hombre y persona, sea para una hija o para un hijo'.

La especialista explica que la conducta del padre servirá a los hijos como referencia para su vida adulta. ‘Si ella -hija- ve un hombre amoroso y respetuoso, serán sus parámetros, regularmente, cuando adulta, igual el hijo'.

HOMBRES INVOLUCRADO

La participación del padre ha sido conceptualizada y definida de diferentes maneras.

El estudio antes citado señala que por participación del padre se entiende su influencia, disponibilidad e interés en las vidas de sus hijos.

‘Cuando el desarrollo emocional de los hijos recibe estímulo tanto de madre y padre los resultados son más fuertes, que si el estímulo viene solo de uno de las dos figuras', indica Duarte.

El estudio ‘El estado de la paternidad en América Latina y el Caribe', apunta que otro efecto de la participación del padre es que hay un mayor desarrollo emocional y social, incluido el desarrollo de la empatía; además de tasas más bajas de depresión, temor y falta de autoconfianza cuando llegan a ser jóvenes adultos. Propicia un mayor desarrollo cognitivo y del lenguaje así como mejor rendimiento en la escuela.

La intervención del padre en la educación, según el documento ofrece protección ante conductas y situaciones de riesgo, y resultados positivos para los niños en la adolescencia y la edad adulta.

Los hijos que presencian la colaboración de los hombres en el cuidado diario son menos proclives a adherir a normas rígidas relacionadas con el género. Cuando crecen, los niños que tienen padres involucrados están más predispuestos a sostener ideas más equitativas sobre el genero; las niñas, una visión más empoderada de lo que significa ser mujer y aspirar a cumplir roles menos tradicionales.

POSTNATALES MASCULINOS

La licencia de paternidad es una política fundamental para promover la participación de los padres en el cuidado y la crianza.

Los postnatales nacieron en el contexto de las políticas de protección a la maternidad y derechos legales de las mujeres.

En la actualidad, estos se enmarcan también en las políticas de conciliación trabajo-familia y en los países de América Latina y El Caribe se comienza a considerar a los padres como titulares de este permiso.

Según el estudio, presentado por la campaña de paternidad MenCare en coordinación con Promundo y Sonke Gender Justice, se observa en la región un debate reciente acerca de la duración de estos permisos o licencias, además, de su aplicación también a los padres.

El diseño de las disposiciones, agrega el documento, que norman los permisos de paternidad, maternidad y parentales refleja las prioridades nacionales o culturales sobre la crianza de los niños, acerca de la conciliación trabajo-familia, y cómo es entendida la participación de las madres y de los padres en estos procesos.

En la región las licencias han sido otorgadas principalmente a las madres y los postnatales masculinos son inexistentes o de pocos días (menos de 10 días en la mayoría de los casos), además, están orientados a la presencia del padre después del parto.

Aunque todos los países de América Latina y El Caribe excepto Surinam, ofrecen permisos de maternidad pagados, en 16 de éstos pueden ser utilizados por los padres.

En Panamá, recién en mayo se aprobó la Ley N° 27 que crea la licencia de paternidad para los trabajadores de empresas privadas y los servidores públicos.

Venezuela era hasta hace poco el único país con más de 10 días de postnatal masculino. Sin embargo, el año pasado Brasil aprobó la Ley de Primera Infancia, que amplía la licencia de paternidad pagada de 5 a 20 días laborales para trabajadores de empresas (privadas o públicas) afiliadas al ‘Programa Empresa Cidadã', con remuneración integral para padres que pasan por un programa de orientación a la paternidad.

Por otra parte, son pocos países de la región, como Chile, Cuba y Uruguay, que otorgan un permiso parental, disponible después del periodo inicial de la licencia de maternidad o paternidad, que puede tomar uno u otro de los padres, es decir, es transferible.

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