Olinda Salguero: 'El SICA espera una política más conversada con EE.UU. en cuanto a migración'

Actualizado
  • 29/01/2021 19:06
Creado
  • 29/01/2021 19:06
La jefa de gabinete de la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana promueve el diálogo en los conflictos internos de cada nación. Espera un trato distinto de la Casa Blanca para los migrantes. Sostiene que la igualdad y equidad de género impulsan un país en su desarrollo y afirma que Centroamérica es la cuarta economía de América Latina

Olinda Salguero es la jefa de gabinete de la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Es una cara amable, discursiva y activa que regala la política internacional en un momento de especial sequía de estas tres cosas.

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Esta joven y lúcida mujer es guatemalteca, con un férreo sentido de inteligencia colectiva, no le tiembla el pulso a la hora de soltar frases que apelen al arraigo y a la unión de su región, porque es una región con potencial donde “las fronteras no deben existir ni en nuestras mentes”, dice.

Olinda es comunicadora y docente universitaria. Embajadora de la Cruz Roja en Guatemala; miembro del consejo asesor de la Organización Iberoamericana de la Juventud. Según la red de politólogos #Nosinmujeres participa en la iniciativa 'Mujeres Líderes de las Américas' de la Fundación Documentación y la (OEA). Por nueve años fue directora de Fundación Esquipulas para la Paz, Democracia, Desarrollo e Integración, por cuya gestión fue reconocida por la Secretaría de la Paz de Guatemala.

Habla alto, velocísima, como si quisiera dejar claras cada una de sus posiciones y de la organización que representa. A nada le teme tanto como al desencuentro de los líderes políticos con el medio ambiente, la cultura y las migraciones o que la política de los ocho países miembros del SICA desatienda la equidad de género, la democracia y la paz.

El SICA tiene como objetivo fundamental alcanzar la integración de Centroamérica para constituirla en una región de paz, libertad, democracia y desarrollo. En ese sentido, ¿cómo se construye en conjunto en tiempos de tanta polarización?

Es muy difícil. Soy una convencida de la inteligencia colectiva. Es la única que te permite llegar a las soluciones. Puedes estar haciendo algo muy bueno, pero si no hay acuerdos, la sociedad no avanza. Todo lo que hemos logrado los seres humanos es producto de la inteligencia colectiva, de la asociación de ideas, de poder trabajar en conjunto. Si es difícil ponerse de acuerdo a dónde almorzar un domingo con la familia, imagínate en un sistema en el que estás hablando de posiciones de países, donde hay intereses y donde hay formas de ver las cosas. Pero por eso es tan importante todo el proceso de integración. Aunque seas muy diferente en términos ideológicos para llegar a soluciones, la única forma es conversando y trabajando en conjunto. ¿Que cómo se logra, dices? Haciendo plataformas para que la gente pueda escuchar las diferentes voces, siempre en un marco de respeto y en un debate de altura. Escuchando muchísimas posiciones. He visto en la región ese potencial y por eso creo en temas como el cambio climático y la seguridad democrática.

¿Merece credibilidad la disposición al diálogo en un país como Nicaragua?

En realidad, el SICA funciona con los ocho países miembros. De hecho no es un organismo supranacional, es decir, ni a Nicaragua ni a Honduras ni al Salvador ni a Guatemala ni a Panamá, la secretaria general del SICA va a llegar a decirles tal o cual cosa; muchos de los procesos que se trabajan en el SICA son de cooperación entre los Estados, entonces las instituciones tienen competencias para las que son creadas; la verdad es que casi ninguna instancia te diría, o ningún sistema está creado para estar por encima de los países. Pero, ¿cómo se trabajan todos estos temas con lo otros Estados miembros?, generando condiciones, promoviendo una cultura de diálogo, promoviendo una cultura de paz, promoviendo los valores que son la génesis del SICA.

En cuanto a lo económico, ¿hay debilidad de la región en relación a la integración comercial?

En la región se sobrevive bastante de las mypimes, pero también con la integración económica en sí misma, por el mercado interno. Nosotros, como región, somos nuestro segundo socio comercial, entonces esa es una gran ventaja y es un salvavidas que siempre nos tira a la integración, y no ha sido la excepción en esta pandemia porque el 33% de las exportaciones se quedan con nosotros, nuestros vecinos son nuestros mejores socios comerciales; entonces, si tú me preguntas una perspectiva para salir adelante de toda esta crisis, te diría que es profundizar ese mercado regional, esa integración de mercados regionales, porque si ahora estamos en un 33%, imagínate que podamos subirlo a un 50% a un 60%. Hay estas posibilidades.

Pero, ¿pudiéramos afirmar que somos un bloque robusto?

Te diría que en algunos temas más que otros. Pero la integración económica viene desde la década de 1960, entonces te diría que es uno de los procesos más robustos, con sus luces y sombras y con todo lo que podamos decir que hay que mejorar, es el más exitoso del mundo en desarrollo. Algo muy importante para tener en mente es que no somos la Unión Europea, porque obviamente uno piensa en integración y rapidito tu mente va ligada con ese modelo. Entonce se valora la región por lo que hace la Unión Europea, pero son dos sistemas que aunque tienen su base en la paz también, porque los dos tienen como inspiración la paz que buscan, funcionan totalmente diferentes.

El modelo centroamericano es el más exitoso del mundo en desarrollo. Cómo te digo, si tú agarras a los ocho países, somos la cuarta economía de América Latina. Por supuesto que la pandemia ha profundizado los problemas económicos y sociales que traíamos. Los problemas ambientales también, hemos enfrentado 30 tormentas tropicales, inundaciones, muchísimas cosas a la vez, crisis muy profundas en seguridad alimentaria y nutricional.

Hablando de la pandemia, Centroamérica ha sido una de las regiones más golpeadas por el nuevo coronavirus, tanto en el sistema sanitario como en la economía. Visto desde el SICA, ¿qué se ha hecho mal en los gobiernos?

Cada país va tomando sus propias decisiones. Para las que son en el ámbito regional, por ejemplo, se estableció un plan de contingencia regional del SICA frente al nuevo coronavirus que ha permitido la canalización de más de $2,300 millones en recursos para apoyar a los Estados, esto con el acuerdo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Hay muchas cosas que se han hecho a nivel regional en el marco del SICA para tener mejores condiciones en la negociación conjunta; por ejemplo, en la compra de medicamentos e insumos médicos, esto que te decía al ser el comercio interregional es nuestro salvavidas siempre ante las crisis. Una de las cosas que se priorizó fue que el comercio no se detuviera.

¿Cómo ve a Biden en el Despacho Oval y los guiños que ha dado en cuanto a los movimientos migratorios?

En Centroamérica y desde siempre lo que tenemos es movilidad humana. Nosotros ni siquiera lo vemos como un tema de migración, porque es un flujo de seres humanos que se ha dado históricamente. Obviamente hay una migración muy fuerte hacia Estados Unidos, por mil razones, la que tenemos más en frente es la de buscar mejores condiciones y ese sueño americano. Pero también muchísimas de ellas son de reunificación familiar. El esfuerzo se está haciendo en la región y hay un plan de acción integral para la atención a las migraciones; el SICA ya presentó a los gobiernos y está por recibirse el visto bueno de todos. Lo que conviene es verlo de una manera holística. La migración es la consecuencia de algo más. No es el punto de partida. Es la consecuencia del déficit de desarrollo. Todo el trabajo está orientado a generar mejores condiciones de desarrollo y a que la gente se quiera quedar. Y cuando piensas en los municipios fronterizos, la región tiene más de 1,300 municipios fronterizos y ves mucha pobreza. Aunque hemos avanzado, todavía hay desafíos de una visión más integral en toda la región. ¿Va a terminar la migración? Ahora con el cambio de gobierno en Estados Unidos, lo que sí se esperaría es, conscientes de esta realidad objetiva, una política más conversada con los Estados miembros del SICA para que Estados Unidos sea, no ese hermano mayor que te está diciendo que todo está mal, regresando a la gente o no dejándola pasar, sino ese hermano que te ayuda a generar mejores condiciones de desarrollo para que se puedan establecer acuerdos para una migración segura y ordenada.

Hablando de equidad, ¿qué opinión le merece el impulso de la mujer dentro de la sociedad centroamericana?

Creo que ni la paz ni la democracia ni los negocios ni la integración ni ningún tema puede avanzar sin mujeres. Si lo ves en el ámbito de la designaciones que hacen los presidentes para los titulares de las instancias del SICA, hay una deuda: solo 16% de mujeres ocupa estas posiciones, sin embargo te diría que si lo vemos en términos macro, la región ha avanzado. Si en América Latina se refuerzan la igualdad y la equidad de género en el ámbito laboral, el PIB de la región podría crecer entre 18% y 20%. Se necesitan más hombres comprometidos con estos temas. Hay una política regional que está viendo el tema de violencia de género, el tema de participación política e independencia financiera.

Por donde veamos hay crisis, ¿un consejo para entender el mundo que estamos viviendo?

No partir del agobio, es decir, partir de la realidad de que estamos en un mundo muy complejo en una realidad... yo no diría pospandemia porque la pandemia no se ha acabado y no se va a acabar en mucho tiempo, pero en un mundo con muchos desafíos. Hay que ser sumamente optimistas y pensar en grande, y no con un optimismo basado en falsas expectativas o sueños utópicos, sino basado en que hace 500 años la humanidad no estaba en las condiciones que está ahora en todos los indicadores.

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