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Larissa Montenegro: 'Hace falta una mayor inversión en la educación pública'
- 20/07/2021 00:00
- 20/07/2021 00:00
Larissa Montenegro es ingeniera en electrónica e ingeniera en biomedicina con especialidad en inteligencia artificial. Es panameña y la mayor de tres hermanos.
“Mis padres provienen de familias humildes, y trabajaron desde muy jóvenes para poder pagarse su educación, ya que no contaban con apoyo económico. Ambos se graduaron como ingenieros de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP)”, cuenta.
Gracias a la formación de sus padres, Montenegro creció entre equipos electrónicos y a sus 5 años jugaba con tarjetas de circuitos. A los 10 años escribió un ensayo escolar donde expuso que su sueño era graduarse de la UTP y en 2011 logró obtener el título de ingeniera electrónica y telecomunicaciones.
En busca de su crecimiento profesional se desempeñó en una compañía de equipos de telecomunicaciones, pero esta área no era su verdadera pasión. En 2013 empezó una maestría en ingeniería en tecnología de la información, en Alemania, donde aprendió el idioma de ese país para poder prepararse.
“La educación en Alemania en el área de ingeniería es muy diferente a la de Panamá, se enfoca mucho en estudios basados en innovación, investigación y desarrollo”, dice.
Después aplicó a una maestría en ingeniería biomédica en Hamburgo, Alemania. Paralelamente estuvo trabajando medio tiempo en el departamento de estudios y regulaciones clínicas de Olympus Europa, en Hamburgo. Durante sus estudios realizó varios análisis de prototipos de dispositivos médicos.
En 2019 encontró una plaza de empleo en un centro de investigación en Lisboa, Portugal, donde hoy investiga sobre las bioseñales, señales eléctricas que genera el cuerpo, específicamente el corazón. Recientemente trabajó en conjunto con una profesora investigadora del instituto de telecomunicaciones que pertenece a la Universidad Técnica de Lisboa y junto a una profesora de Hamburgo de su universidad, en la cual crearon una herramienta que detecta arritmias cardiacas en pacientes sin síntomas por medio de la inteligencia artificial.
En esta ocasión dialogamos con Montenegro a través de una videollamada desde Portugal, donde brindó detalles de su último proyecto. Y también opinó sobre la participación femenina en el área científica.
La educación en Alemania no se centra en un solo camino académico; por ejemplo, a las personas después de graduarse (secundaria) se les da la opción de formación profesional, es decir, que estudias pero a la vez te desempeñas en una empresa que te paga por ello, el sistema es similar al que se recibe en la universidad. Lo bueno sería que en Panamá desde cualquier bachillerato esto suceda, y que los jóvenes de 17 años puedan tener la oportunidad de ese contacto con el mercado laboral y así decidir si quieren dedicarse a esa área o no.
Hay una gran brecha entre la educación privada y pública en Panamá. La pandemia ha dejado en evidencia las carencias de herramientas para llevar a cabo la educación virtual. Hace falta mayor inversión por parte del gobierno hacia la educación pública. Por ejemplo, en Alemania y Portugal, la educación pública es muy valorada, se invierte bastante y el material académico es de calidad, la mayoría de los estudiantes se encuentran en colegios públicos y el currículum académico es continuamente actualizado. Cuando pienso en los estudiantes de colegios públicos en Panamá, considero que a veces no tienen la oportunidad de poseer la misma competitividad que un alumno de un colegio privado.
Considero que todo profesional, independientemente del área, debería tener un conocimiento básico en programación; digo esto porque conozco personas que trabajan en el área de textiles y están aplicando la inteligencia artificial. Las carreras que veo actualmente con mayor inversión y potencial son las de biomedicina y energía renovable.
Durante mis estudios tuve la oportunidad de trabajar desde un instituto de investigación para una empresa que no puedo mencionar por temas de privacidad, pero el proyecto estaba relacionado con buscar una forma de diagnosticar a personas con hipoglucemia y todo era basado en sensores. Leyendo artículos científicos fue que me interesé más por la inteligencia artificial. Esto pasó en 2005. Este tema de investigación en aquel momento se estaba trabajando, pero no había suficientes datos porque se necesitaba mucho rendimiento computacional; para ese instante era muy costoso para un estudiante o científico contar con un equipo, pero gracias a los avances en las computadoras se han efectuado más pesquisas en este campo porque ahora es más fácil el acceso a estos dispositivos. Posteriormente, cuando decidí estudiar biomédica y paralelamente inteligencia artificial, me surgió la oportunidad de aplicar a un centro de investigación, donde trabajé en conjunto con una profesora investigadora del instituto de telecomunicaciones que pertenece a la Universidad Técnica de Lisboa, y junto a una profesora de Hamburgo de su universidad, en la cual creamos una herramienta que detecta arritmias cardiacas en pacientes sin síntomas por medio de la inteligencia artificial.
El desafío más grande para desarrollar este tipo de aplicación fue obtener la información de pacientes reales. Es necesario trabajar con hospitales para que nos den acceso a los datos de los pacientes. Esta información debe contemplar varios grupos de edades y etnias para que la herramienta pueda detectar la arritmia cardiaca en la persona sin importar quien sea.
Es una herramienta de apoyo para el personal de salud, es básicamente lo que se desea lograr, no queremos reemplazar la labor del cardiólogo u otro técnico, la idea es agilizar el proceso de diagnóstico para el paciente. Esto ayudará a detectar arritmias mucho más difíciles. Otro de los beneficios es que mejora la calidad de vida del paciente, ya que hay muchos que necesitan estar monitoreados constantemente y para ello deben estar en el hospital. Con la aplicación no será necesario, ya que desde un brazalete se le podrá medir el estado de su arritmia y en caso de que presente alguna dificultad esto podrá mandar una alerta a su médico de cabecera, familiar o vecino.
Para mí ha sido un honor trabajar con mujeres en este proyecto que acabo de mencionar. He visto que en los últimos años ha incrementado la participación de la mujer; sin embargo, sigue siendo un área dominada por hombres. Un punto que resaltar es el cambio que he notado por parte del público masculino hacia el femenino en esta área; ahora se percibe un poco más de respeto hacia las féminas en este sector. Además, hay más reconocimiento al trabajo y conocimiento de la mujer.
Depende del área en la cual uno se prepare. Hay carreras que tienen plazas de empleo vigentes en el país y otras que no. En mi caso sería difícil obtener una vacante en el área en la que me encuentro, porque en Panamá casi no hay centros de investigación y desarrollo.
Me gustaría que se desarrollara más el área de inteligencia artificial en el país. Contamos con todo el potencial para ser un hub tecnológico. Actualmente el desafío es la falta de desarrollo en esta área para poder crecer. Con estos proyectos que estoy efectuando me gustaría incentivar a otros a que se formen en esta carrera y que las autoridades se motiven a invertir más en tecnología, que apuesten por la realización de productos que nos hagan más competitivos en la región.
Que no tengan miedo, que crean en ellos mismos, que sean persistentes y que no teman pedir ayuda si no entienden o no saben algo, ya que siempre habrá quien nos ayude y haga el camino un poco más fácil.
Seguiré trabajando en el mismo proyecto sobre las arritmias desde Lisboa, Portugal, pero estoy abierta a cualquier sector que sea de diagnóstico en el área de salud humana, y en la veterinaria.