Se organiza la observación de ballenas y delfines

Actualizado
  • 03/05/2011 02:00
Creado
  • 03/05/2011 02:00
PANAMÁ. Una intensa jornada de capacitación para la observación de cetáceos realizó la Fundación MarViva en diversas comunidades de Chir...

PANAMÁ. Una intensa jornada de capacitación para la observación de cetáceos realizó la Fundación MarViva en diversas comunidades de Chiriquí y Veraguas como parte del proyecto ‘Desarrollo de Alternativas Económicas Sostenibles y Estrategias de Conservación en Área de Protección Marina del Golfo de Chiriquí’ que se ejecuta con el apoyo del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo de Pequeñas donaciones del FMAN (GEF-PNUD).

Las sesiones se vienen desarrollando desde agosto de 2010, acumulando más 15 de jornadas sobre el tema en distintas comunidades costeras de Veraguas (Montijo, Bongo, El Pilón, Santa Catalina, Hicaco y Malena y de Chiriquí, Pedregal, Boca Chica y Puerto Remedios).

El coordinador de Alternativas Productivas, Vicente Del Cid, del programa Comunidades, y el Biólogo, José Julio Casas, le explicaron a los participantes la importancia de ejecutar acciones viables que conlleven a una adecuada utilización de los recursos marinos y que a su vez desarrollen de forma más eficiente el turismo en la región.

‘Lo que procuramos es traer información sobre actividad económica alternativa que se puede desarrollar para beneficio de las propias comunidades promoviendo un balance entre uso y conservación. La idea es que los pobladores que manejan de forma empírica la observación de cetáceos, puedan darle la relevancia que tienen en cuanto al turismo y así lograr guías de muy buena calidad en el Golfo de Chiriquí para que puedan ofrecer sus servicios a los turistas que llegan a estas regiones del país’, indicó Vicente Del Cid.

LLEGAR A LA SOSTENIBILIDAD

El colaborador de Mar Viva, recordó que la misión de esta organización ambiental es lograr una ‘pesca responsable’ y un ‘uso sostenible de los recursos marinos y costeros’, resaltando que desde el año 2007, existe una normativa dictada por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), a través de la cual se regula, por ejemplo, la distancia para acercarse a estas especies, procedimientos a seguir con los turistas y criterios de seguridad que se deben cumplir.

‘La idea es que los operadores cumplan la normativa y elevar su nivel profesional porque a través del buen servicio se tendrá acceso a nuevos mercados’, subrayó.

El biólogo marino especializado en el Uso Sostenible de Biología y Ecología de Cetáceos en el Pacífico panameño, José Julio Casas, planteó, por su lado, temas técnicos en cuanto a biología, ecología, procesos biológicos, biodiversidad dentro del grupo de cetáceos (jorobada, cachalote, orca, etc.), técnicas para la práctica del avistamiento de mamíferos marinos, la importancia de conservar estas especies, la diversidad que hay en el Golfo de Chiriquí, normativas, buenas prácticas y las rutas migratorias.

LOS BENEFICIARIOS

Con las diferentes jornadas de concienciación y capacitación se ha llegado a más de 580 personas en las diferentes comunidades, lo cual considerando un tamaño promedio familiar de 4 individuos en la zona, se estima una población beneficiaria indirecta de más de 2000 personas.

Elio Reyes, residente en Pedregal, expresó que el seminario fue muy interesante porque aprendieron cosas nuevas, como por ejemplo los diferentes tipos de ballenas que existen, la denominación a la que pertenecen, las que recorren las aguas panameñas y las alternativas de subsistencia que tienen si practican bien la actividad’.

UNA ESPERANZA

Marcel Díaz, en tanto, dijo ‘el taller fue muy bueno porque constituye una especie de esperanza para nosotros los pescadores y además, aprendimos las épocas de avistamientos y aspectos importantes que nos servirán para desarrollar un mejor turismo en la región’, precisó.

Actualmente se inicia en las comunidades de Montijo y Santa Catalina en Veraguas un proyecto de Certificación de guías en observación de cetáceos, lo cual constituye la segunda etapa tras las jornadas de sensibilización antes descritas, donde hay preinscritos más de 25 boteros que aspiran a convertirse en guías especializados en el tema y contribuir a la educación y conservación de los cetáceos.

La actividad en la zona crece cada vez más y por tanto, MarViva lo que busca es que sea la gente de las mismas comunidades y no los extranjeros quienes obtengan un mayor provecho promoviendo un balance entre uso y conservación. ‘Muchos tienen el conocimiento básico general, pero desconocen detalles y mecanismos específicos para practicar la actividad de forma eficiente’, concluyó José Julio Casas.

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