La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 22/01/2013 01:00
PANAMÁ. Los manglares cumplen un papel importante contra el cambio climático. Los bosques son barreras protectoras contra las inundaciones que produce el avance del nivel del mar y son importantes captadores de dióxido de carbono (C02). Contrario a lo que le puede ocurrir a otros ecosistemas, ellos saldrán bien librados de este fenómeno porque el aumento de las emisiones de carbono propiciará el crecimiento y la extensión de los árboles, considera Ruth Reff, investigadora de la Universidad de Queensland, en Australia.
‘Es posible que veamos a los mangles expandir su rango de distribución a ambientes salinos en los cuáles no podía habitar previamente’, explicó la científica, que durante tres años estudiará la especie de mangle negro, cuyo nombre científico es Avicennia germiminans, para probar su tesis.
Los manglares son las únicas especies que pueden habitar en ambientes de alta salinidad ya que el resto de las plantas necesita de agua dulce para sobrevivir. A pesar de que los árboles pueden adaptarse a este ecosistema, el exceso de sal limita su crecimiento, ‘es tóxica para ellos’, explicó Reff.
Los mangles necesitan mucha energía para deshacerse de la sal’. La luz solar y el dióxido carbono crean esa energía (en forma de azúcar) que ellos necesitan. Por ello, la científica concluye que con el aumento de las concentraciones de C02 en la atmósfera, que propician el cambio climático, los mangles se liberarán con mayor facilidad de los excesos de sal. Y es que entre más C02 y luz solar absorben más energía tendrán para defenderse de la salinidad.
MÉTODO DE INVESTIGACIÓN
Durante agosto y septiembre del 2012, Reff colectó semillas de mangle negro que luego llevó a tres invernaderos con niveles de C02 controlado, en el Laboratorio Marino de Punta Galeta y la Estación Científica de Gamboa del Instituto de Investigaciones Tropicales en Panamá (Smithsonian).
El cultivo de mangles en los invernaderos permitirá conocer cómo será su crecimiento bajo las predicciones de temperaturas establecidas para finales de este siglo. Al mismo tiempo el experimento determinará cómo era el desarrollo de las plantas antes del aumento de las emisiones de C02. Y es que los invernaderos tienen temperaturas controladas y niveles de dióxido de carbono de la era preindustrial, de los actuales y de las predicciones futuras, explicó.
La mitad de los plantones son regados con una solución de baja salinidad y la otra con una alta. Aquí la idea es saber cómo la salinidad afecta el crecimiento y cómo los mangles pueden lidiar con ella, cuando otros árboles no son capaces de hacerlo, comentó la científica. Esta etapa es clave para medir las tasas de fotosíntesis, el crecimiento, la temperatura de las hojas, la eficiencia en el uso de agua y la florescencia de clorofila de los plantones.
IMPORTANCIA
Después de esto, los mangles serán cosechados para evaluar las concentraciones de nutrientes, así como, la abundancia de isótopo 13-carbono. Posteriormente se le extraerá el ARN a las plantas para enviarlos a la Universidad de Queensland, en Australia. Reff explicó que se quiere estudiar la respuesta ecológica de una planta ante el estrés de la salinidad y del cambio climático.
El resultado de este estudio permitirá comprender los procesos que permiten el crecimiento de los mangles en ambientes salinos. Y, además, servirá para ayudar a adaptar cultivos a los suelos del futuro, considera Reff.