José Jerí Oré, prometió en su primer discurso en el cargo empezar a construir las bases de la reconciliación del país, que atraviesa “una crisis constante...
- 11/01/2014 01:00
VIRGINIA. Escuelas y restaurantes cerraron, las tiendas se quedaron sin agua embotellada y la legislatura canceló su sesión luego que un derrame químico en el río Elk, en Charleston, paralizara casi toda la ciudad y condados aledaños, al tiempo que la causa y magnitud del incidente seguían sin conocerse.
El gobierno federal se sumó ayer a las autoridades estatales en una declaración de desastre, y la Guardia Nacional de Virginia Occidental planeaba distribuir agua embotellada a las agencias de servicios de emergencia en los nueve condados afectados. Unos 100 mil usuarios del sistema de suministro de agua —unas 300 mil personas en total— estaban afectados, dijeron las autoridades estatales al solicitar la declaración federal de emergencia.
Poco después de que el derrame del jueves en Freedom Industries llegara al río y una planta cercana de tratamiento de aguas, un olor parecido al de la planta de orozuz envolvió partes de la ciudad, por lo que el gobernador Earl Ray Tomblin emitió una orden a los clientes de la empresa West Virginia American Water: No beber ni bañarse ni cocinar ni lavar ropa con agua de la llave.