En Panamá se reproducen mariposas nativas y migratorias

Actualizado
  • 22/12/2014 01:00
Creado
  • 22/12/2014 01:00
Unas diez especies de mariposas se procrean en cautiverio en el proyecto Butterfly Haven, ubicado en El Valle de Antón

Mientras que en algunas regiones del mundo la destrucción de los hábitats naturales ocasiona un declive considerable en el número de mariposas, en Panamá, expertos en entomología trabajan en un proyecto de reproducción de especies nativas y migratorias.

Una de estas iniciativas es el mariposario Butterfly Haven, propiedad de Jon Owens, localizado a hora y media de la ciudad capital, en El Valle de Antón, provincia de Coclé.

El objetivo de este proyecto es preservar las mariposas para el futuro y crear conciencia sobre la importancia de su conservación.

Panamá cuenta con un clima tropical adecuado para la reproducción de estos insectos, puesto que ofrece el alimento, los bosques, las montañas y los ríos que necesitan para reproducirse, destaca el biólogo Mario Bernal, quien asegura que solo en El Valle se han contabilizado unas 464 especies diferentes.

El mariposario está ubicado a 250 metros de la calle central de El Valle, en la parte trasera de una pequeña residencia adaptada con mallas, plantas con flores, comederos con frutas y un laboratorio que posee la tecnología necesaria para asegurar el crecimiento óptimo de estos coloridos insectos.

En el refugio hay unas diez especies diferentes de mariposas, nativas y migratorias, que están siendo reproducidas.

Las especies Morpho azul, malaquita, búho, erato, hércules, alas de vidrio, sara y hasta monarcas, entre otras, revolotean en el refugio del señor Owens, que desde hace casi un año se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más visitados por locales y foráneos.

EL TRABAJO EN EL CENTRO

Allí, Cleovis Pérez, guía de la etnia guna, trabaja diariamente desde hace cinco meses en el cuidado de los huevos, larvas y pupas de las mariposas.

‘Cleo’, como cariñosamente le conocen los habitantes del pueblo, recorre el área todos los días desde tempranas horas y bajo el frío de la mañana, para recoger los huevecillos de las mariposas entre las plantas y luego llevarlos al laboratorio, donde los coloca en otra caja de malla para que ellas crezcan de manera más segura hasta la etapa de larvas.

‘En cautiverio se logra la reproducción de al menos el 70% de los huevos de las mariposas que recolectamos, a diferencia de afuera donde, solo el 2% de los huevos llegan a convertirse en mariposas adultas’, explica Cleo, mientras acompañaba a un periodista de La Estrella de Panamá en un recorrido por el sitio.

El guía explicó que el 30% de las larvas no pueden completar su ciclo de metamorfosis porque nacen enfermas, con problemas de genética. Las fases de la metamorfosis de las mariposas son: huevo, larva crisálida y etapa adulta.

UN PROYECTO EDUCATIVO

Cleo, que no es entomólogo de profesión, aprende a través de su trabajo sobre el ciclo de reproducción de las mariposas y sobre la naturaleza en general.

‘No se trata de caminar por caminar, sino comprender y entender la importancia que tiene cada organismo dentro de su el entorno’, indica Cleo, quien destaca que los visitantes terminan su recorrido comprendiendo más sobre el desarrollo de las larvas de las mariposas, también llamadas orugas, que algunos, creyendo que eran gusanos o peste de los cultivos, contribuían a destruir.

‘Los seres humanos somos los principales depredadores de esta especie de insectos. Las matamos, destruimos su hábitat, le cortamos su alimento, que creemos monte, y las ahuyentamos con los pesticidas que tiramos a los cultivos’, subraya Cleo, asegurando que la idea del mariposario es reproducir una gran cantidad de la especies para liberarlas en su ambiente natural y con fines comerciales, ya que estas se venden para fiestas de bodas, cumpleaños, etc.

‘El objetivo principal del centro es educar, que las personas entiendan que la naturaleza debe ser respetada. Queremos que el trabajo que hacemos se comente y que el día de mañana se comprenda que a través de la protección y la regeneración se pueden salvar los insectos’, añade Owens.

En cuanto a su alimentación, Cleo explicó que las larvas u orugas de las mariposas se alimentan de hojas, que les brindan las vitaminas necesarias para su transformación.

Por su parte, las mariposas adultas consumen diferentes alimentos, como líquidos, néctar de flores (como verbena y labios calientes, por mencionar algunas), agua e incluso frutas.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus