Panamá busca convertirse en santuario del atún aleta amarilla

La cría de atunes aleta amarilla en cautiverio que desarrollan científicos internacionales y nacionales en el Laboratorio de Achotines, en Pedasí, podría convertir a Panamá en un santuario de esta especie.

El proyecto de cría de atunes desde su fase larvaria es el primero en el mundo y podría ayudar en la seguridad alimentaria.

Esto luego de que los investigadores anunciaron la liberación del primer cardumen de atunes criados en cautiverio como parte del ‘Estudio comparativo de la Biología de la reproducción y ciclo vital temprano de dos especies de atún para el uso sostenible de los recursos', calificándolo como exitoso y de gran aporte para las investigaciones que se hacen con el atún aleta azul en Japón.

Este proyecto internacional está siendo llevado a cabo por la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) y la Universidad de Kinki, que en 2011 acordaron desarrollarlo en colaboración por cinco años.

Este es el último año del proyecto, manifestó Yoshifumi Sawada, investigador principal del proyecto de cría de atunes.

Los estudios realizados en Panamá son apoyados por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), el CIAT y la ARAP y los de Japón, por la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología (JST) y la Universidad de Kinki.

La noticia fue dada a conocer durante una gira al laboratorio de la isla Achotines, donde se realizó la primera transferencia de juveniles de corta edad de atún aleta amarilla a las jaulas marinas, ubicadas a pocos kilómetros del laboratorio.

El cardumen juvenil transferido a las jaulas marinas son los primeros criados a partir de su fase larvaria, nacidos de huevos desovados por reproductores de atún aleta amarilla en cautiverio. Al momento de ser liberados los atunes tenían 52 días de edad y su tamaño varió en longitud de 9 a 13 centímetros, según explica un comunicado de JICA.

‘La reciente crianza y transferencia a jaulas marinas de los juveniles de aleta amarilla por la Universidad de Kinki y ARAP amplía los estudios anteriores de cría de la CIAT, mediante la utilización de técnicas de crianza de juveniles a gran escala de la Universidad de Kinki, desarrolladas en Japón y su adaptación a la cría del atún aleta amarilla', resaltó.

CONSUMO

El director de JICA en Panamá, Kazumi Kobayashi, destaca esta investigación como positiva para Panamá, ya que contribuye a la seguridad alimentaria del país y a la conservación de recursos pesqueros en el mundo.

Entre los túnidos, añade Sawada, ‘las capturas de atún aleta amarilla es la mayor, es decir un 65%. Por el contrario, la de atún aleta azul es sólo el 1.7%.

Estas dos especies son importantes debido a razones contrastantes, a saber: la producción de atún aleta amarilla apoya la vida de las personas que viven en áreas tropicales y subtropicales del mundo y contribuye a la economía de las regiones.

El atún aleta amarilla es muy popular y de dieta diaria. Además, en los países desarrollados, también es un material importante de alimento de los atunes enlatados, agregó el investigador.

De acuerdo con Sawada, la pesca del atún aleta amarilla tiene un lugar importante en la pesquería de Panamá. En este país se hace el 15% de las capturas totales del atún aleta amarilla en el océano Pacífico oriental.

‘Sin lugar a dudas, uno de los proyectos más importantes que está ejecutando la ARAP es la reproducción de atunes aleta amarilla, a partir de alevines. Con ello, Panamá se ha convertido en el primer país que logra la hazaña de criar atunes aleta amarilla en cautiverio', manifestó Iván Flores, subdirector de ARAP.

El proyecto está siendo ejecutado por $4.5 millones y es financiado por la Agencia de Cooperación de Japón (JICA).

ÍNDICE DE PESCA

Porcentaje de pesca de atún aleta amarilla que se hace en Panamá.

65% de la pesca en Panamá es de atún aleta amarilla, en el Océano Pacífico oriental.