Digitalización en la agricultura: transformación inminente del sistema agroalimentario

Actualizado
  • 09/12/2022 00:00
Creado
  • 09/12/2022 00:00
En la publicación, Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en Las Américas, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se indica que la digitalización de la agricultura puede hacer un gran aporte a la transformación positiva de los sistemas agroalimentarios, y por ende, es un propulsor para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al 2030.
Digitalización en la agricultura: transformación inminente del sistema agroalimentario

En la publicación, Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en Las Américas, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se indica que la digitalización de la agricultura puede hacer un gran aporte a la transformación positiva de los sistemas agroalimentarios, y por ende, es un propulsor para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al 2030.

Sistemas Agroalimentarios

La plataforma digital foodsystemsdashboard.org explica que el sistema alimentario son todas las personas y actividades que participan en el cultivo, el transporte, el suministro, y por último, en el consumo de alimentos; influyendo en las dietas al determinar qué tipos de alimentos se producen y en los alimentos que la gente quiere comer y a los que puede acceder.

El sistema agroalimentario incluye la cadena de suministro de alimentos, los entornos alimentarios, factores individuales y de comportamiento del consumidor, e impulsores externos, que aceleran el sistema y pueden generar resultados tanto positivos como negativos.

Digitalización en la agricultura: transformación inminente del sistema agroalimentario

En el caso de la cadena de suministro de alimentos, esta incluye los pasos necesarios para producir y mover los alimentos del campo a la mesa; incluyendo la producción agrícola, almacenamiento y distribución, procesamiento y empaque, y venta al por menor y mercadeo, entre otros; lo que involucra como actores a los agricultores, procesadores, mayoristas, transportistas y minoristas.

Aquí un punto a destacar es que los pasos en la cadena de suministro de alimentos están todos conectados, y si cambia un paso, se afectan los otros a lo largo de la cadena; por ello para la FAO, es de suma importancia crear sistemas agroalimentarios sostenibles, para garantizar así, la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas de tal forma que no se pongan en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales de éstas para las futuras generaciones; al garantizar su rentabilidad, se está garantizando la sostenibilidad económica; que ofrece amplios beneficios para la sociedad, con lo que se logra asegurar la sostenibilidad social que, en equilibro, tiene un efecto positivo o neutro en los recursos naturales, salvaguardando la sostenibilidad del medio ambiente.

Dentro de la publicación de las perspectivas de la agricultura se indica que “según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2020 la pobreza y la pobreza extrema alcanzaron niveles que no se han observado en la región en los últimos 12 y 20 años, respectivamente. En la misma dirección, a pesar de las políticas de apoyo implementadas por los gobiernos de la región, la incidencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó 6.5 puntos porcentuales en relación con 2019, lo que equivale a un contingente adicional de 44 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria moderada o grave, de las cuales 21 millones pasaron a sufrir inseguridad alimentaria grave.”

Esto, indica la CEPAL, se explica por el incremento en la inflación, particularmente de los alimentos, que en marzo de 2021 alcanzó 4.0 % en el acumulado regional a 12 meses, 1 punto porcentual más que el índice de precios al consumidor (IPC) general, aunque en varios países ha sido más que el doble.

Los aumentos de inseguridad alimentaria se dan dentro del periodo de la pandemia del covid-19, tanto por las restricciones de movilidad en la cadena de suministro, como por la ausencia de conexiones tecnológicas generalizadas que permitieran la conectividad de las partes del sistema agroalimentario; de allí que es imperante la transformación digital de este sistema, a través de acciones innovadoras en diversos ámbitos que generen nuevas relaciones, alianzas y trabajo colaborativo entre los actores públicos, privados, la sociedad civil, el mundo científico y académico y los organismos de cooperación y financiamiento internacional.

Tecnologías digitales para la agricultura

Las tecnologías digitales pueden definirse como el conjunto de equipos, herramientas y sistemas basados en la informática, abarcando una multiplicidad de dispositivos y desarrollos, como sensores, aplicaciones y algoritmos, y redes de comunicación que combinados entre sí potencian los resultados del sistema al aplicar toma de decisiones basadas en sistemas inteligentes, de allí, que se entienda por agricultura digital (AD) la incorporación de tecnologías digitales en los procesos y etapas de la actividad agrícola o agropecuaria.

La Agricultura inteligente y agricultura 4.0, sinónimos de agricultura digital, se apoya en la operación de plataformas digitales, sensores, “Internet of Things” o Internet de las cosas (IoT), robots, drones, big data, computación en la nube (cloud), inteligencia artificial y blockchain, que al aplicarse permiten la digitalización, de los sistemas agroalimentarios.

Cabe destacar que para alcanzar la transformación digital se debe internalizar que en América Latina está presente la carencia de habilidades digitales entre los actores del sistema agroalimentario, lo que se traduce en la principal barrera para la digitalización.

Según la IICA, las escasas habilidades digitales entre agricultores y otros actores de la cadena agroalimentaria, incluyendo profesionales, se menciona de forma recurrente, aún más que la falta de conectividad y acceso a las tecnologías, como el mayor desafío para la transformación digital. La carencia de habilidades digitales limita la incorporación y aprovechamiento de las soluciones digitales, ralentizando la transformación, y más aún se constituye en un factor de pérdida de competitividad y de marginación de los actores a los que les sea difícil adquirirlas.

¿Cómo avanzar hacia la transformación de los Sistemas Agroalimentarios?

Panamá requiere avanzar en la formulación de políticas basadas en evidencia, que sirvan de base para promover las intervenciones que sean las más prometedoras y puedan respaldar la toma de decisiones que maximicen resultados y minimicen los riesgos y los costos de implementación de los sistemas agroalimentarios digitales.

Esto puede lograrse mediante la implementación de acciones desde el sector público que promueven la transformación digital de la agricultura, apoyándose en el sector privado para promover el uso de nuevas tecnologías en el sector agroalimentario de manera efectiva, y ampliar la base de empresas y personas que incorporan las innovaciones digitales.

Con esto se logra incentivar la innovación, proporcionando fondos para investigación, subsidios para la adopción de innovaciones, desarrollo de capacidades, alianzas estratégicas, a través de las cuales se coordine eficientemente las demandas del sector y la oferta de alimentos.

Desarrollar plataformas o alianzas multiactorales que consoliden el ecosistema innovador es también una forma de avanzar en la sostenibilidad de la digitalización. En este punto, es importante la participación de la academia y sus grupos de investigación que potencien laboratorios capaces de probar hipótesis e innovaciones, experimentar y evaluar nuevos instrumentos y procesos, se requiere el establecimiento de nuevos puentes entre la ciencia, las políticas públicas y el desarrollo territorial.

Un punto relevante es proponer y apoyar el desarrollo de programas de formación de capacidades genéricas y específicas, es decir un programa que enseñe a los actores de la cadena de suministro cómo utilizar un dron para determinar la cantidad de agua que debe ser aplicada a las parcelas de cultivos, o enseñar a manejar una plataforma digital que permita monitorear la movilidad de las entregas entre provincias.

Al Identificar oportunidades de digitalización concretas, es posible digitalizar el sistema agroalimentario y procurar así, la sostenibilidad alimentaria de la población.

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