La salud tiene rostro latino

Actualizado
  • 24/11/2016 01:01
Creado
  • 24/11/2016 01:01
Investigaciones recientes revelan que la salud de los latinoamericanos presenta sorprendentes rasgos positivos

Muchas novedades relacionadas con la salud de la población hispana en América podrían presentarse bajo la fórmula del ¿sabía que?, utilizada como recurso para desvelar aspectos curiosos o poco conocidos de un determinado tema o situación.

Y las respuestas a esta pregunta, a menudo, suelen ser sorprendentes y positivas, como muestran una serie de iniciativas en curso e investigaciones recientes sobre los hispanohablantes.

DRAMA DE LA DIABETES

El Centro Joslin, en Boston (EE.UU.), afiliado a la Universidad de Harvard, utiliza audionovelas en español dirigidas a la comunidad hispana para que conozcan y prevengan mejor la diabetes tipo II, ya que este grupo es propenso a desarrollar dicha enfermedad.

El programa ‘Iniciativa en Diabetes para los Latinos' es impulsado por el endocrinólogo mexicano Enrique Caballero y busca educar al paciente y a la familia para que mantengan una mejor alimentación, hagan ejercicio, controlen su presión arterial y nivel colesterol, y prevengan complicaciones.

Según el doctor Caballero, desarrollaron diversos materiales educativos para la comunidad hispana, por ejemplo, dos audionovelas que han sido exitosas al ayudar a educar a los pacientes mediante historias reales y personajes ficticios.

‘Una de las piezas cuenta la historia de una mujer con reciente diagnóstico de diabetes y aporta información sobre nutrición, ejercicio, medicamentos, monitoreo de la glucosa en la casa y prevención de los efectos emocionales de la dolencia', explica el médico.

‘La otra audionovela habla de un hombre que tiene la enfermedad durante más de 10 años y que, por no haberse controlado bien, tiene problemas de visión, riñón, corazón, circulación en las piernas y disfunción sexual', según Caballero.

PROTECCIÓN GENÉTICA

Una investigación internacional liderada por expertos de la Universidad de California San Francisco (UCSF), ha identificado una variante genética común en las mujeres latinas que las protege contra el cáncer de mama.

Esta variante, una diferencia en uno de los tres mil millones de ‘letras' del genoma humano, es originaria de los indígenas americanos y confiere una protección significativa contra el cáncer de mama, especialmente contra uno de sus tipos más agresivos y con peor pronóstico, según la UCSF.

‘Si la mujer tiene una copia de esta variante, como alrededor del 20% de las latinas de los EE.UU, tiene un 40% menos de probabilidades de tener cáncer de mama. Si tiene dos copias, como alrededor del 1% de la población latina estadounidense, la reducción en el riesgo es de 80%', dice el profesor de Medicina Elad Ziv, autor principal.

OBESIDAD A RAYA

Investigadores mexicanos y españoles desarrollan medicamentos para la obesidad basados en la información genómica (conocimiento del genoma humano) de los mexicanos y aplicables a esa población, según el laboratorio Landsteiner Scientific (LS), que encabeza el proyecto.

Este trabajo conjunto con las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) y Neopharm Obesity, filial española de LS, ha identificado una proteína que podría contribuir al progreso de la obesidad, informa el laboratorio LS.

El equipo binacional trabaja ahora en el desarrollo de moléculas dirigidas contra dicha proteína, que según informa la misma fuente, ‘potencialmente se convertirían en medicamentos para prevenir este padecimiento que afecta a 22 millones de adultos mexicanos'.

‘NUESTRO ESTUDIO DEMUESTRA QUE LOS LATINOS ENVEJECEN MÁS LENTAMENTE A NIVEL MOLECULAR',

STEVE HORVATH

PROFESOR DE GENÉTICA HUMANA

‘Los individuos de poblaciones de México y otros países de Latinoamérica tienden a ser portadores de variantes genómicas que hacen que algunos medicamentos no funcionen de manera óptima, ya que fueron diseñados para europeos y norteamericanos', indica el doctor Kuri Breña, director de Nuevos Desarrollos de LS.

‘Por esta razón, es importante considerar esta información genómica y usarla para desarrollar medicamentos o combinaciones diferentes", añade Breña.

ENVEJECER LENTAMENTE

Otro estudio de la Universidad de California (UCLA) muestra que los latinos envejecen a un ritmo más lento que otros grupos étnicos.

En Estados Unidos, los latinos viven más tiempo que los caucásicos, a pesar de experimentar mayores tasas de diabetes y otras enfermedades, y los científicos se refieren a esto como la ‘paradoja hispana', comenta el autor principal del estudio, el profesor de Genética Humana, Steve Horvath.

‘Nuestro estudio demuestra que los latinos envejecen más lentamente a nivel molecular', señala.

Horvath y su equipo analizaron muestras del ADN sanguíneo de cerca de 6,000 personas de siete etnias diferentes, hallando que la sangre de los latinos y un pueblo indígena de Bolivia llamado tsimane' y relacionado con los latinos, envejece más lentamente que la de otros grupos, según la UCLA .

Los tsimane' envejecen aún más lentamente que los latinos. A la misma edad, su sangre es dos años más joven a nivel molecular que la de los latinos y cuatro años más joven que la de los caucásicos. Lo cual se refleja en que este grupo étnico tenga un mínimo de enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión, obesidad o arterias obstruidas, dijeron los investigadores.

CORAZÓN DANZANTE

Un programa de baile de cuatro meses ayudó a un grupo de adultos latinos mayores a caminar más rápido y mejoró su estado físico, lo que podría reducir su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, de acuerdo a una investigación presentada ante la Asociación Americana del Corazón de EE.UU..

Investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago quisieron comprobar si el baile latino podría beneficiar a un grupo de 54 adultos de habla hispana que no eran muy activos físicamente y tenían alrededor de 65 años de edad, siendo un 80% de ellos mujeres mexicanas.

Una parte de los participantes bailó algunos de los ritmos latinos como merengue, bachata, cha cha chá y salsa, dos veces por semana, dirigidos por el instructor de baile y con coreografías más complejas a medida que avanzaba el programa, mientras que otra parte de los voluntarios solo asistieron a un programa de educación para la salud.

Tras cuatro meses de bailes, las personas que los practicaron caminaban más rápido y eran más activos físicamente durante su tiempo libre que antes de comenzar a bailar, señala la AHA.

‘Quienes asistieron a las clases de baile veían reducido su estrés, interactuaban entre si y formaban una comunidad, por lo que este programa de la UIC llamado ‘Bailamos', impactó también en su salud emocional y bienestar', explica la máster en Salud Pública Priscilla Vásquez, que lideró el estudio.

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